Mejor quédate en casa
La cultura del presentismo está todavía muy arraigada en España, aunque cada vez más estudios demuestren que calentar la silla solamente provoca que el nivel de productividad del trabajador descienda estrepitosamente.
Así, gran parte de los trabajadores siguen teniendo todavía reticencias a marcharse a su hora, o antes que el jefe, por miedo a represalias. Si eso ocurre, debemos presuponer –y seguramente no nos equivoquemos- que el día que uno de ellos se encuentre mal acudirá a su lugar de trabajo.
El miedo al despido, la crisis, la falta de recursos y las estructuras empresariales poco flexibles y/o autoritarias favorecen este tipo de actitudes, que al final solo se traducen en pérdida económica para la empresa. Según diversos estudios, el hecho de que una persona enferma vaya a trabajar supone unas pérdidas de cientos de millones para las empresas. De hecho, se calcula que el coste de trabajar estando enfermos puede igualar o representar 1.5 veces más tiempo de trabajo perdido que el coste del absentismo por enfermedad, sin contar los contagios que se pueden producir –que multiplicarían esas pérdidas de forma exponencial-.
¿Cómo nos contagiamos?
En esta época del año, la gripe y los catarros suelen protagonizar muchas conversaciones de pasillo en las empresas. Y no es para menos, ya que según las estimaciones del Área de Medicina del Trabajo de Prevención Fremap, un 35% de los contagios de la gripe común se produce en el entorno laboral, especialmente en oficinas y ambientes cerrados. La transmisión se produce fundamentalmente por vía aérea mediante gotitas de “flügge” que se expulsan por la nariz o por la boca al hablar, toser o estornudar, y que alcanzan a una persona sin gripe pero capaz de padecerla.
¿Cómo podemos prevenir el contagio?
Lo primero y más importante es que el trabajador afectado recupere su estado de salud cuanto antes, y eso solo ocurre cuando se guarda cama por unos días. Es más, si existe la sospecha de incubación, es mejor no seguir acudiendo al trabajo para evitar contagiar a otros compañeros.
Pero, además de ello, la empresa puede promover campañas de vacunación para reducir el riesgo de contagio al mínimo. Se calcula que la vacunación reduce en un 44% las visitas al médico y hasta en un 70% el absentismo laboral, que se traduce en un ahorro para las empresas de unos 870 millones € al año.
La vacuna reduciría en un 70% el absentismo laboral por la enfermedad, lo que supondría un ahorro de 870 millones €/año para las empresas
Por otro lado, es conveniente habituarse a lavarse las manos con frecuencia, beber abundante líquido y no exponerse a cambios bruscos de temperatura (aire acondicionado/calor exterior).
Y en vuestra empresa, ¿qué medidas se toman para prevenir este tipo de enfermedades?
