El grupo empresarial IMCD analiza las tendencias
La sostenibilidad y su impacto en el futuro de la movilidad
Yann Schnerb, Business Unit Manager of Advanced Materials at IMCD France
18/05/2023El concepto de movilidad se transforma a medida que evolucionan las preferencias de los consumidores. Las regulaciones ambientales y las nuevas tecnologías alteran el modo habitual preconcebido de cómo ir de A a B. Los estilos de vida flexibles se convierten en la norma y la nueva movilidad podría ser algo muy diferente dentro de unos años, ya se trate del viaje diario al trabajo o de la planificación de una salida nocturna. Grupo IMCD, distribuidor y formulador de especialidades químicas e ingredientes, busca desde 1995 la forma de transformar la industria añadiendo continuamente valor a la cadena de distribución por medio de la experiencia y la innovación. Opera en 60 países y ofrece soluciones en muy diversos sectores. En este artículo abordamos el complejo tema de la movilidad del futuro.
En IMCD formulamos con consciencia, colaboramos con nuestros partners en el desarrollo de un futuro más sostenible. Con esta forma de entender nuestra aproximación al mercado, hemos identificado dos tendencias principales que están impulsando el futuro de la movilidad. En este artículo damos un vistazo a estas tendencias y predecimos su impacto en los próximos años.
Tendencia 1: Sostenibilidad, ante todo
El auge de los coches eléctricos ha demostrado que es posible crear alternativas al motor de combustión. Para los fabricantes de automóviles, la necesidad más apremiante es reducir la huella de carbono de sus productos. Las emisiones del tubo de escape tienen un papel importante que desempeñar en la reducción de las contribuciones de gases de efecto invernadero, pero los fabricantes también consideran la huella de carbono de sus productos a lo largo de sus ciclos de vida.
Los vehículos eléctricos no liberan gases de efecto invernadero, pero la electricidad utilizada para cargarlos puede provenir de fuentes de combustibles fósiles como el carbón o el gas natural, lo que genera contaminación por carbono. Al mismo tiempo, los vehículos eléctricos se ven obstaculizados por baterías pesadas que requieren más energía.
Construir vehículos más livianos ofrece resultados en ambos frentes: la reducción del peso del coche genera ahorros inmediatos en emisiones ya que usará menos energía en la carretera, y requerirá carga con menos frecuencia, con la consecuente reducción de presión sobre la red eléctrica.
Pero las consideraciones sobre la huella de carbono se extienden más allá de las consideraciones sobre las emisiones generadas por el proceso de producción. Al final del ciclo de vida de un automóvil surgen cuestiones de reciclaje, recuperación y reutilización de materiales. A medida que el mundo se queda sin vertederos, la economía circular se ha convertido en un problema apremiante para fabricantes y consumidores. Europa es el hogar de la fabricación de vehículos de economía circular mundial y se amplía la vida útil de los vehículos, se optimiza la gestión de recursos y se promueve la reutilización de baterías y otras piezas de automóviles por segunda o incluso tercera vez.
Las piezas hechas de fibras de vidrio con poliamida son significativamente más livianas que las soluciones existentes y también son más flexibles y resistentes a los golpes. Del mismo modo, la elección de los materiales debe considerar cómo se pueden recuperar y reciclar al final de la vida útil de un vehículo. Ya se trate de materiales de origen biológico, reciclados o reciclables, acercarse al 100% de circularidad ahora es esencial. Aquí, el uso de materiales de piezas a base de polímeros puede garantizar la máxima reutilización a la vez que simplifican la recuperación de materiales con un bajo impacto energético.
Por último: los cambios tecnológicos requieren que los nuevos desarrollos y diseños se consideren con mucho cuidado. Por ejemplo, la electrificación se correlaciona con un mayor riesgo de incendio y esto implica que todos los materiales utilizados dentro de un vehículo eléctrico deben ser resistentes al fuego y retardantes de llama.
Conectividad en los automóviles.
Tendencia 2: La flexibilidad de la movilidad como servicio
El deseo de poseer un vehículo está dando paso rápidamente al auge de la movilidad como servicio. Los consumidores están adaptando sus necesidades según la distancia que necesitan recorrer: un viaje puede comenzar en metro y continuar en una bicicleta alquilada o en un scooter eléctrico. Alternativamente, todo el viaje podría realizarse en un automóvil compartido.
Gracias a la proliferación de aplicaciones para teléfonos inteligentes, la movilidad compartida ofrece formas accesibles y flexibles de moverse por las ciudades. Sin embargo, cuando los servicios de transporte se comparten entre varios usuarios, los fabricantes deberán prestar mucha más atención a áreas como la salud, la seguridad y la conectividad a Internet, además de los problemas de sostenibilidad mencionados anteriormente.
Una reputada firma de investigación de mercado descubrió en una encuesta reciente que el 54% de los consumidores quieren que su próximo vehículo personal esté equipado con un revestimiento antimicrobiano. La implicación para los fabricantes es, obviamente, que deben usar materiales que promuevan y faciliten los protocolos de higiene y seguridad.
Los plásticos que ofrecen propiedades desinfectantes y auto limpiantes pueden ser una solución. Las zonas que se tocan con frecuencia podrían asimismo impregnarse con nanopartículas de metales con propiedades antimicrobianas, como por ejemplo plata, cobre u óxido de zinc.
Compartir también lleva al aumento de la conectividad automotriz y al uso de tecnologías como satélites, Bluetooth, Wi-Fi y ethernet automotriz. Al igual que con otros componentes, surgen preguntas clave sobre consideraciones de diseño, peso, seguridad y modularidad. Los nuevos vehículos presentan diferentes niveles de autonomía, gracias a los recientes avances tecnológicos en campos como la inteligencia artificial, el aprendizaje automático, los dispositivos de detección remota y los sistemas de posicionamiento global o radionavegación basados en satélites.
En general, estos vehículos generalmente solo cumplen con los estándares de automatización condicional, denominados Niveles 2 y 3 dentro de la industria. Los automóviles ya pueden por ejemplo controlar la dirección, la automatización y el frenado, si bien los conductores deben permanecer completamente atentos a la conducción. Sin embargo, algunos mercados ya regulan el uso de automóviles totalmente automatizados que funcionan sin conductor humano en rutas preestablecidas y bajo ciertas circunstancias.
PUR.
Para el fabricante de automóviles, el desarrollo ahora plantea la cuestión de nuevos materiales que maximicen la automatización. Los materiales avanzados livianos pero duraderos que cumplen con los requisitos de movilidad urbana se volverán más comunes. Asimismo, las estructuras metálicas diseñadas para proteger a los ocupantes en colisiones a alta velocidad pueden ser reemplazadas por polímeros. Del mismo modo, se utilizarán materiales compuestos duraderos y reciclables para crear paneles de carrocería, ventanas y elementos interiores. Y a medida que la experiencia del usuario cambia hacia un enfoque en la conectividad y el entretenimiento, aumentará la demanda de superficies hápticas, materiales OLED y antimicrobianos. ¡Los automóviles autónomos nos presentan la oportunidad de desarrollar materiales completamente nuevos!
¿Qué es lo siguiente?: la movilidad aumentada
Si bien este artículo ha explorado dos tendencias clave, es de esperar que la nueva movilidad se extienda mucho más y conlleve más implicaciones.
Con la urbanización en aumento, la forma en que vivimos y trabajamos se está transformando. La entrega de paquetes por drones, los taxis voladores… El transporte, tal como lo conocemos hoy, tiene el cambio a la vuelta de la esquina. La tecnología que sustenta estos desarrollos evolucionará y la infraestructura urbana deberá adaptarse a estas tendencias sin que pase mucho tiempo. Las estaciones de recarga eléctrica serán mucho más comunes y los automóviles de alquiler estarán en todas partes.
¡El futuro es para la movilidad aumentada!