Entrevista a Tony Harrison, director senior de Servicio Técnico Global y Desarrollo de Aplicaciones de Albis
La elección del material es uno de los factores clave en el camino hacia un futuro más sostenible. Las marcas líderes y los transformadores buscan cada vez más alternativas a los plásticos vírgenes tradicionales de origen fósil, mientras que los responsables políticos introducen legislación y los consumidores exigen una mayor neutralidad de CO2. Hace tiempo que existen en el mercado soluciones sostenibles para los polímeros estándar. Sin embargo, la gama de alternativas plásticas sostenibles para aplicaciones de ingeniería se ha acelerado rápidamente, y con ella las oportunidades para que los transformadores de plásticos utilicen cada vez más los últimos productos del mercado.
¿Qué distingue a los plásticos sostenibles de sus homólogos vírgenes de origen fósil?
Se trata de reducir la huella de CO2. Normalmente, para fabricar los plásticos vírgenes tradicionales se extrae y procesa petróleo y gas, lo que supone un coste para el medio ambiente. Los plásticos sostenibles nos alejan de nuestra dependencia de los recursos fósiles. Hay tres categorías principales de soluciones sostenibles: plásticos reciclados mecánicamente, plásticos vírgenes basados en recursos renovables y plásticos reciclados químicamente. En el caso de los recursos renovables, se utiliza toda una gama de materias primas alternativas, desde biomasa, aceite de cocina usado y residuos orgánicos agrícolas. También se han producido grandes avances en la forma de reciclar los plásticos, tanto mecánica como químicamente.
Tony Harrison, Director Senior de Servicio Técnico Global y Desarrollo de Aplicaciones de Albis.
¿Cómo contribuyen exactamente estas soluciones plásticas alternativas a que las aplicaciones sean más “verdes”?
En primer lugar, seamos claros: los plásticos vírgenes tradicionales tienen un impacto medioambiental mucho menor que la mayoría de los demás materiales, ya que requieren mucha menos energía y agua para su extracción, producción y transformación. Pero eso es sólo el principio. En servicio, los plásticos siguen aportando beneficios de CO2 gracias a sus propiedades únicas, como su peso ligero, bajas temperaturas de procesamiento, libertad de diseño y propiedades de barrera. Los plásticos producidos de forma sostenible van un paso más allá y reducen aún más la huella de carbono, en algunos casos hasta en un 100%.
No hace mucho tiempo, muchos plásticos reciclados mecánicamente tenían la imagen de ser alternativas de menor calidad y más económicas que los plásticos vírgenes, sólo aptas para aplicaciones de gama baja.
¿Qué se puede hacer hoy con los plásticos reciclados mecánicamente?
Ha mencionado las nuevas posibilidades del reciclado químico: ¿dónde estamos y cómo ve el futuro?
Estamos en transición y el futuro parece prometedor. Los grandes productores de polímeros han invertido mucho en el desarrollo de sus tecnologías de reciclado químico. La idea de convertir residuos plásticos mezclados en nuevos plásticos a través de las maravillas de la química es muy atractiva, ya que eliminaría la necesidad de clasificar los residuos plásticos mezclados. La industria se ha comprometido a realizar importantes inversiones para alcanzar este “santo grial” y ya se están poniendo en marcha numerosas plantas piloto con las primeras cantidades comerciales que llegan al mercado. Aunque el reciclado químico requiere más energía que los plásticos reciclados mecánicamente o bioatribuidos, no cabe duda de que tiene un lugar en nuestro futuro, ya que resuelve el problema de la separación y clasificación de los residuos plásticos: ¡estén atentos!
Aparte de los avances tecnológicos en plásticos reciclados mecánica y químicamente, ¿de qué otra forma ha evolucionado la industria para ofrecer plásticos bajos en CO2?
Plásticos bioatribuidos. El término puede parecer inusual, pero en realidad es bastante sencillo. En lugar de utilizar recursos tradicionales de origen fósil, ahora es posible utilizar recursos no fósiles para producir los mismos plásticos que utilizamos en las aplicaciones cotidianas. En lugar de utilizar recursos fósiles, los componentes químicos necesarios para la producción de plásticos se obtienen de residuos orgánicos y biomasa. De este modo se reducen considerablemente las emisiones de CO2, tal y como se documenta en las evaluaciones del ciclo de vida. Junto con las materias primas tradicionales de origen fósil, los productores de polímeros alimentan sus plantas de polimerización con materias primas “biológicas“ bajas en CO2. De este modo se obtienen polímeros con exactamente las mismas propiedades y se convierten en soluciones ”drop-in”, ya que son idénticos a sus homólogos 100% fósiles. De forma similar al conocido enfoque del mix eléctrico, los productores de polímeros controlan y contabilizan qué proporción de su producción se basa en recursos fósiles y renovables y se informa de ello mediante el enfoque del balance de masas.
Albis ha obtenido la certificación ISCC PLUS. ¿Qué papel desempeña aquí?
Se necesitan normas uniformes para que el ahorro de CO2 sea transparente en toda la cadena de suministro. En el caso de los plásticos bioatribuidos, se trata de los sistemas de certificación ISCC (International Sustainability and Carbon Certification) y RedCert2, reconocidos en todo el mundo. Los programas ISCC PLUS y RedCert2 garantizan que la cantidad de materias primas renovables o de origen biológico utilizadas en la producción de determinados tipos de polímeros se controla estrictamente mediante el enfoque de balance de masas, lo que garantiza una total transparencia y unas normas claras en toda la cadena de suministro, desde la producción del polímero hasta el producto final.
Como distribuidor, Albis es una parte importante de la cadena de suministro y, gracias a nuestra certificación ISCC PLUS, cumple los requisitos para distribuir productos sostenibles y abastecer a otras empresas certificadas.
Al observar la evolución de la situación, ¿cuál es su recomendación general para los clientes que estén pensando en pasarse a estos materiales para sus propios productos?
Si echamos un vistazo al panorama general, podemos ver que están ocurriendo muchas cosas en este momento: el número de empresas que ya están cumpliendo su palabra es elevado. Un ejemplo es Volvo Cars. La empresa ha anunciado que reducirá la huella de CO2 de cada modelo en un 40% de aquí a 2025 en comparación con 2018, e incluso que será una empresa totalmente neutra desde el punto de vista climático en 2040. Su plan de acción se basa en el Acuerdo de París. O tomemos el ejemplo de Bosch, que opera como proveedor de automóviles y fabricante de herramientas eléctricas y artículos para el hogar, entre otros. La empresa está trabajando actualmente para ser neutra en emisiones de CO2 en más de 400 centros. También se están tomando ya medidas para mejorar la huella de CO2 de los productos, los bienes adquiridos y los procesos logísticos. En la UE también existe el Green Deal, cuyo objetivo es reducir a cero las emisiones de gases de efecto invernadero para 2050 y desvincular el crecimiento económico del uso de recursos. Tampoco hay que subestimar la creciente presión pública de los consumidores. El plástico desempeña un papel central en todos estos ámbitos. En consecuencia, los fabricantes de marcas presionan cada vez más a los transformadores y a los proveedores para que aborden el cambio de los plásticos convencionales a otros más sostenibles.
En otras palabras, todo el mundo hace bien en empezar a planificar para que sus productos sean lo más sostenibles posible y prepararse para el futuro.
¿Cómo proceder?
La clave está en analizar primero la propia aplicación, sus requisitos específicos y preguntarse qué solución sostenible funcionaría mejor: ¡hoy en día hay muchas opciones! Para ello, hay que tener en cuenta de qué sector industrial se trata: ¿envasado de alimentos, cosméticos, sanidad o automoción? En algunos casos, puede haber más de un producto sostenible adecuado, por lo que un conocimiento profundo y un análisis detallado de los requisitos de la aplicación son siempre el punto de partida. Este es el enfoque que adopta mi equipo.
¿Cuáles son los siguientes pasos tras un análisis detallado de la aplicación?
¿Qué productos sostenibles incluye la cartera de Albis?
Tenemos la suerte de trabajar con algunas de las empresas más conocidas del mundo. Compañías como BASF, Covestro, Ineos Styrolution, Lanxess, LyondellBasell, Mocom, SK Chemicals, Solvay, Tecnaro y Wipag nos proporcionan una gama de productos sostenibles realmente líder en el mercado, desde materiales reciclados postconsumo hasta materiales de base biológica. Esto nos permite ofrecer a nuestros clientes la mejor solución sostenible individual de un único proveedor.



























