El sudeste asiático se perfila como un gran competidor global

No es ninguna sorpresa que la población de la región esté alcanzando rápidamente los 600 millones, mientras la media del PIB de 1.500 millones de dólares. El crecimiento económico continúa siendo fuerte, especialmente en mercados emergentes como Vietnam.

La región continúa desarrollándose y redefiniéndose a sí misma como un lugar de fabricación. La industria de la automoción emplea en Tailandia a más de 300.000 personas y supone el 12% de la media del PIB. Existen cerca de 1.800 proveedores de piezas de automoción, de los cuales cerca de 700 son OEM, incluyendo nombres de firmas como la francesa Valeo, la alemana Bosch y TRW, con base norteamericana. Asimismo, se espera que la fabricación de automóviles alcance los 2,55 millones de vehículos en 2014, fecha en la que Tailandia ocupará el noveno lugar global en el ranking internacional de la automoción, entre pesos pesados como Francia y México.

En el sector de los bienes eléctricos, Tailandia es el mayor productor, con 800 fábricas que producen artículos como aires acondicionados y refrigeradores. El país también es un importante foco de producción de electrodomésticos de línea blanca para multinacionales japonesas, coreanas, europeas y norteamericanas.

Tras perder posiciones en el sector eléctrico, Malasia está cavando un nicho en el sector de carcasas para herramientas eléctricas e inyección de dispositivos médicos y piezas para el cuidado personal. En el sector del packaging, Malasia se ha convertido en el proveedor líder de film retráctil de polietileno lineal de baja densidad (LLDPE), con transformadores diversificándose en packaging de atmósfera modificada multi capa (MAP), bolsas y envases médicos.

Mientras, en Vietnam, actualmente el sector del packaging cuenta con la mitad de la producción de la industria de la transformación de plástico en el país. Con un crecimiento sostenido, el consumo de plástico per cápita ha aumentado de forma muy pronunciada en Vietnam, de menos de 1 kg en 1990 a cerca de 30 kg en 20009. Otro factor clave de este crecimiento es la inversión en infraestructuras en la industria electrónica, que tendrá un volumen de ventas de exportación de 5. 200 millones de dólares este año y registra un crecimiento del 30% anual.

La tendencia en Singapur, especialmente en el sector eléctrico y electrónica, ha visto cómo más empresas de plástico utilizan las operaciones de sus sedes centrales para el desarrollo y presentación de nuevos productos, y en algunos casos, para la fabricación de moldes. Singapur está despuntando en otras áreas de valor añadido como el sector médico. 17 empresas líderes internacionales han invertido en este país en más de 20 plantas de fabricación en el área de dispositivos médicos.

No hay duda de que los transformadores de plástico y caucho en la zona Asean están siendo continuamente empujados a mantener y mejorar su eficiencia y competitividad con el objetivo de conservar su relevancia en el panorama de fabricación regional e internacional.

Otro indicador de sus esfuerzos es el alto nivel de uso de inyectoras totalmente eléctricas. La tecnología verde también emerge como un mercado para estos transformadores. Por ejemplo, paneles solares y tecnología solar térmica para calentar agua, producidos en Malasia, Filipinas, Singapur y Tailandia. Las turbinas de aire a pequeña escala también representan un área potencial que pueda abrir nuevas oportunidades de mercado en tecnología verde mientras otro sector que merece atención son las células de combustible.

Otro interés creciente se da en el sector de los bioplásticos (resinas biodegradables o que derivan de plantas) con la región Asia Pacífico como mayor conductor del crecimiento hasta 2013, según datos de investigación de mercado de la firma Freedonia Group. Mientras, se espera que el mayor crecimiento proceda de países externos a la zona Asean, como Japón, sin embargo se ha apreciado una mayor actividad en países como Malasia y Tailandia. Aquí, multinacionales y clústeres biotecnológicos influidos por el gobierno abren el camino a los fabricantes de bio-resinas, confirmando que la región Asean no quedará rezagada en el rápido desarrollo del sector del plástico y caucho.