Editorial | Un futuro lleno de oportunidades
Una de las grandes citas de este mes de mayo tuvo lugar en Zaragoza, en la sede del Instituto Tecnológico de Aragón. Allí, Anmopyc celebró la segunda edición de Construyes!, una jornada sobre innovación tecnológica en maquinaria de construcción.
Durante la jornada, rica en contenidos como la edición pasada, se trataron cuestiones relativas a la digitalización, el uso de nuevas tecnologías y su importancia a la hora de mejorar la seguridad en el trabajo y reducir el impacto medioambiental de las máquinas, todo ello con un objetivo: pasar del actual modelo a una industria 4.0.
A tenor de lo visto en la reciente edición de Bauma, donde la práctica totalidad de grandes fabricantes abordaron esta cuestión -cada uno desde su propia estrategia-, el tratamiento de estos temas en la jornada no se puede antojar más idóneo.
Con la participación de expertos de distintos ámbitos tecnológicos y de transformación digital, los ponentes ofrecieron una completa visión que abarcó desde los propios fabricantes, los usuarios de maquinaria, lo investigadores e incluso aspectos legales.
Durante la jornada además se pusieron encima de la mesa conceptos que empiezan a sonar cada vez con más frecuencia, como BIM o blockchain. Modelos que aúnan la tecnología para llevarlos a cabo con una filosofía de hacer las cosas.
Una de las visiones más repetidas durante la jornada y que contó con el total consenso de los numerosos ponentes era el de la importancia de compartir la información entre todos aquellos que forman parte de la cadena de valor. Tratándose este de un sector celoso de sus avances -como sucede en cualquier otro sector industrial-, este nuevo modelo que se presenta exige un cambio de chip por parte de todos los que forman parte de él. El concepto de propiedad está cambiando, y nos encontramos antes nuevos modelos de negocio que suponen mucho más que la sola adquisición de la máquina. El servicio cobra mucha más importancia que nunca, no solo de la forma tradicional de dar soporte posventa, sino en la gestión constante de máquinas, flotas y abriendo la puerta a revoluciones como el mantenimiento predictivo de los equipos.
A pesar de que la tecnología avanza rápido, los cambios, en cualquier ámbito de la vida, se encuentran con una resistencia inicial. Y este sector tiene mucho camino por delante a la hora de adoptar nuevos modelos y filosofías. En cualquier caso, la oportunidad está ahí. El futuro se presenta apasionante.
