Asti crea soluciones AGV diseñadas a medida
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Herrajes Guamasa es una compañía de Santa cruz de Tenerife que dedica sus 6.000 m2 a la fabricación, almacenaje y distribución de perfiles de aluminio y herrajes. Las instalaciones de esta compañía se encuentran divididas en dos naves situadas a diferentes alturas entre las que se reparten las áreas de producción, almacenaje, expediciones y recepciones.
Estas dos naves están unidas por un pasillo, pero la comunicación entre ellas era un problema, no sólo por la dificultad de transportar cargas de más de 6 m de largo, sino también por la pendiente que tenían que sortear. La solución propuesta por Asti: un vehículo de guiado automático, implementado con tecnología RFID.
El AGV se diseñó y fabricó, a medida, para adaptarse totalmente al entorno, y poder desempeñar el trabajo para el que fue concebido. Su chasis tiene una inusual longitud que alcanza los 2,5 metros, capaz de transportar hasta 500Kg. El sistema de navegación elegido fue el de guiado magnético, debido a que parte del recorrido transcurre al aire libre, y éste era el más adecuado. Como el prototipo es capaz de moverse en ambos sentidos de la marcha, se instalaron dos dispsositivos láser de seguridad, uno en cada extremo, con sendos bumpers, para garantizar así la integridad de personas e instalaciones. Adicionalmente, al incorporar tecnología RFID, se le dotó de un lector capaz de detectar a su paso los tags enterrados en el suelo a lo largo del recorrido. El funcionamiento del sistema es muy sencillo: en la ruta que el AGV debe seguir, se han marcado 5 paradas como puntos clave donde proceder a su carga y descarga, a través de Tags RFID. El AGV cuenta con una botonera donde se reflejan estas 5 paradas y la orden de dirigirse a estos 5 posibles destinos. De igual manera, se han instalado 4 botoneras de llamada distribuidas a lo largo de las instalaciones que, al ser accionadas, envían al AGV la orden de acudir a dicho puesto y proceder a su carga. La mayor complejidad del sistema venía dada por el tránsito entre las dos naves, a distinta altura, comunicadas por un pasillo con un grado de inclinación del 10 %. Este desnivel hacía que al transportar los perfiles por este tramo, la carga se volviera inestable, con riesgo de deslizamiento e incluso caída de la misma en el trayecto. Asti utilizó todo su ingenio y experiencia para solventar este problema, aplicando la tecnología RFID. Se diseñó un carro sustentado en dos puntos del AGV, situados a ambos extremos. Estos puntos, de izado independiente, consiguen nivelar la carga y salvar la pendiente. Así, cuando el AGV asciende la cuesta, un tag RFID, programado al inicio de la pendiente, da la orden al AGV de elevar y nivelar carga, de modo que el punto situado en la parte posterior se eleve, a la vez que el delantero descienda para compensar la inclinación y mantener la carga lo más estable posible, en el menor tiempo. Con este sistema personalizado, la compañía Herrajes Guamasa, ha podido solucionar el transporte entre áreas, consiguiendo mayor eficiencia y seguridad en su trabajo. Asti demuestra que la tecnología aplicada adecuadamente puede contribuir a mejorar los procesos individuales.