Copisa, medio siglo de desarrollo de infraestructuras

Desde su nacimiento en 1959 como filial de la eléctrica Fecsa con el objetivo limitado de construir centrales hidroeléctricas en el Pirineo catalán, la compañía Copisa (Constructora Pirenaica, S.A.) ha seguido un largo recorrido para consolidarse como una de las 12 principales constructoras españolas y como uno de los grandes actores de referencia en el sector del desarrollo de infraestructuras. Para celebrar su 50º aniversario y anunciar los proyectos con los que espera sobreponerse a la actual crisis financiera y económica, Copisa celebró el pasado 16 de abril un desayuno de trabajo en un céntrico hotel madrileño al que asistieron su presidente Josep Cornadó, su consejero delegado Francisco Javier Tauler y su directora general Socorro Fernández Larrea.

La prudencia con que Copisa ha venido gestionando durante años su propio crecimiento orgánico ha resultado ser una de las salvaguardas que le está permitiendo sobrellevar la presente situación de incertidumbre y volatilidad en mejor situación que a otros actores del sector. Haber administrado de forma conservadora el ‘boom’ vivido durante la última década se revela ahora una ventaja estratégica para no tener que incurrir en medidas drásticas. La empresa lleva tiempo inmersa en una estrategia paulatina y continuada de diversificación, tanto a nivel territorial, primero de Cataluña a toda España y a continuación proyectándose fuera de nuestro país en el este de Europa y el norte de África, como sobre todo en cuanto a sus áreas de negocio, con un énfasis creciente en las energías renovables, los proyectos industriales y las concesiones públicas de infraestructuras.

Frente a la coyuntura adversa que registran actualmente algunos competidores, Copisa encara el futuro inmediato con la tranquilidad y la solvencia de contar con una cartera de proyectos contratados de obra pública para más de dos años de actividad como mínimo, así como con una cifra de facturación anual de 857 millones de euros, de los cuales un 72% corresponde puramente a construcción, un 18% al área industrial y un 10% al resto de líneas, que muestran una clara tendencia a crecer a corto y largo plazo.

Además de su apuesta estratégica por el desarrollo sostenible, innovación y la optimización de los procesos productivos, Copisa destaca como uno de sus principales activos empresariales el dinámico, experimentado y conjuntado equipo de trabajo que ha consolidado a lo largo de estas cinco décadas de historia. Para liderar su plantilla de más de 2.500 trabajadores y su red de delegaciones estables por toda España, Copisa mantiene su sede social en L’Hospitalet de Llobregat (Barcelona), pero su dirección general se encuentra en Madrid.

Si bien la empresa inició su progresión empresarial en el ámbito de la energía, desarrollando primero centrales hidroeléctricas y luego también térmicas, nucleares y últimamente parques solares fotovoltaicos, en su medio siglo de historia ha ido ampliando el foco de su aportación en obra civil, hasta cubrir prácticamente todo tipo de grandes infraestructuras: autovías, ferrocarriles (especialmente el AVE), canalizaciones, depuradoras, desaladoras, puertos y aeropuertos. En edificación la compañía cubre tanto la construcción de edificios de viviendas y de oficinas (también de plantas industriales y equipamientos educativos y deportivos) como la rehabilitación y reconstrucción de monumentos.

La actividad industrial de Copisa gira en torno a cuatro ejes centrales: el diseño de proyectos o soluciones globales a medida; los montajes de equipos, redes y estructuras; los proyectos de mantenimiento (predictivo, preventivo, correctivo y de parada en planta); y las obras lineales para distribución de energía. Por lo demás, es de reseñar el retroceso de la actividad inmobiliaria y el aumento de las concesiones de la Administración Central y Autonómica para explotar desde UTE o uniones temporales con otras compañías infraestructuras tan diversas como carreteras, regadíos, aparcamientos, puertos, residencias de estudiantes y áreas de servicio.

Proyectos recientes

Entre los proyectos más recientes de Copisa destaca la inauguración el pasado 2 de mayo del complejo de la Ciutat de la Justícia de Barcelona y L’Hospitalet, en régimen de concesión, así como los concursos del túnel ferroviario de la risa en Madrid entre Chamartín y Atocha, con dos o tres años de trabajo por delante, y del túnel de la carretera de circunvalación C-40 de Sevilla bajo el río Guadalquivir, proyecto de extrema complejidad y cuatro años de actividad prevista.

Las expectativas de la compañía para este año pasan más por sostener su nivel de actividad que por elevarlo, puesto que el grado de incertidumbre actual no tiene parangón en crisis anteriores y la internacionalización tampoco es la panacea ante el alcance global de la crisis financiera. La empresa tiene depositadas fundadas esperanzas en la creación de parques fotovoltaicos, no sólo como inversor sino como ejecutor, e incluso contempla una eventual entrada en otras energías renovables. Sin embargo, los largos plazos, los elevadísimos costes y los riesgos que sufre la industria nuclear no le hace depositar a priori demasiadas esperanzas en su potencial, si bien goza de 25 años de experiencia satisfactoria en el mantenimiento de centrales atómicas.

Los responsables de Copisa no aprecian signos preocupantes de demora en el pago por parte de las administraciones públicas y están convencidos de que su implicación es esencial para acelerar la salida de la crisis. De hecho, la empresa valora muy favorablemente el impulso registrado por la obra pública, sobre todo del Estado, que permite compensar la caída de actividad en los sectores residencial e industrial, por lo que no anticipa un escenario preocupante que pudiera forzar a la compañía a buscar fusiones y operaciones de ‘salvamento’ a manos de otras corporaciones. Desde la madurez de un mix de negocio diversificado, una proyección internacional incipiente pero prometedora y un equipo consolidado de profesionales que esperan culminar su vida laboral dentro de Copisa, la empresa espera estar sentando unas bases firmes para llegar a celebrar en 2059 el centenario de su fundación.