INGITE presenta el III Informe sobre los Estudios Universitarios en Ingeniería
La Ingeniería continúa siendo un elemento decisivo para el desarrollo económico, la competitividad y la cohesión territorial de nuestro país. En un escenario marcado por la transformación digital, la transición energética y la necesidad de reindustrializar Europa, contar con profesionales especializados no es solo deseable, sino imprescindible. Con esta visión, el Instituto de Graduados en Ingeniería e Ingenieros Técnicos de España (INGITE) ha presentado el III Informe 'Análisis de los Estudios Universitarios en Ingeniería', un estudio que actualiza y amplía el trabajo realizado en ediciones anteriores y que analiza en detalle la realidad de las titulaciones de Ingeniería a partir de los últimos datos oficiales del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades.
Los resultados de esta nueva edición confirman varias tendencias de fondo que INGITE viene señalando desde hace tiempo y que ahora se manifiestan con mayor claridad. Una de las más relevantes es el descenso continuado de las vocaciones, con una reducción del 33% en estudiantes matriculados desde 2002-2003. El peso relativo de la Ingeniería en el conjunto del sistema universitario no deja de disminuir y se sitúa actualmente en torno al 17%, muy cerca de los niveles de mediados de los años ochenta. Esta caída tiene un impacto directo en la disponibilidad de profesionales capaces de responder a los retos tecnológicos e industriales del país.
Presentación del III Informe sobre los Estudios Universitarios en Ingeniería.
La situación se agrava al analizar los datos de egreso: únicamente el 7,54% de los titulados universitarios pertenece al ámbito de la Ingeniería, un porcentaje insuficiente para cubrir la demanda creciente de perfiles técnicos. Además, la tasa real de abandono, cercana al 50%, limita todavía más la capacidad del sistema para formar a los profesionales que el mercado y la sociedad necesitan.
Otro de los fenómenos que el informe consolida es el aumento de titulaciones no habilitantes. Más de la mitad de los Grados en Ingeniería —el 53%— no otorgan atribuciones profesionales, lo que genera confusión entre quienes estudian estas disciplinas, complica la planificación del capital humano y se aleja de los criterios de claridad y coherencia que deberían guiar la oferta académica. A ello se suman la fragmentación creciente de títulos y la existencia de grados con muy baja ocupación.
El estudio también aporta datos que invitan al optimismo: la presencia de mujeres continúa creciendo, con avances sostenidos tanto en Grado como en Máster. Actualmente representan el 23,13% del alumnado de Grado y el 28,32% del de Máster, y registran una menor tasa de abandono, especialmente en las titulaciones no habilitantes.
Ante este escenario, INGITE insiste en que España necesita una visión estratégica para la Ingeniería, que alinee las necesidades del tejido productivo con la planificación educativa y la regulación profesional. En esta línea, el informe vuelve a subrayar la urgencia de una Ley de la Ingeniería que aporte coherencia al sistema, homogeneice estándares de calidad y competencias y ayude a recuperar vocaciones, reducir la incertidumbre y reforzar el papel esencial de estas profesiones para el futuro del país.
Con este tercer informe, INGITE reafirma su compromiso con una Ingeniería sólida, reconocida y alineada con los desafíos globales.






























































