Retos en el sector de la excavación
Antonio García Rivero, presidente de Fenaex (Federación Nacional de Excavadores)
11/11/2025
En primer lugar, la digitalización y la innovación tecnológica ya no son una promesa: son una exigencia. Las máquinas tradicionales y los métodos operativos clásicos ceden paso a la automatización, al seguimiento en tiempo real, a sistemas inteligentes de planificación de flotas y a la incorporación de drones o sensores para el análisis del terreno. No adoptar estas herramientas equivale a perder competitividad. Nuestro reto es integrar estas tecnologías de manera rentable, formar al personal y evitar que la inversión se convierta en coste sin retorno.
En segundo lugar, la atención al capital humano se vuelve crucial: la escasez de mano de obra cualificada y el relevo generacional son obstáculos reales. Muchas empresas encuentran dificultad para captar jóvenes que vean atractivo nuestro oficio, mientras los operarios veteranos acumulan experiencia que no siempre se documenta o transmite. Es indispensable hacer atractivo el sector: dignificar el trabajo en la excavación, reconocer el valor de la labor que realizan nuestros equipos y crear condiciones laborales que permitan la conciliación de la vida personal, familiar y profesional. Eso implica jornadas de trabajo continuadas con horarios racionales, salarios dignos que reflejen la complejidad del trabajo y un entorno laboral en el que el operario se sienta respetado y motivado. Solo así podemos garantizar continuidad, calidad y seguridad en cada intervención.
La seguridad laboral y la salud en obra constituyen un tercer eje crítico. En trabajos de excavación operamos en condiciones complejas: terreno variable, riesgo de derrumbes, infraestructura existente que hay que respetar. Para la Federación, promover buenas prácticas debe pasar de ser aspiración a rutina, y la prevención debe imperar sobre la corrección. Cada empresa tiene responsabilidad en la cadena: desde la planificación, pasando por la ejecución, hasta la operatividad diaria.
La sostenibilidad ambiental y la transición hacia una construcción más responsable no pueden quedar al margen de nuestro sector. La excavación, por naturaleza, implica movimientos de tierra, gestión de residuos, emisiones de maquinaria, afección al subsuelo. Las exigencias del mercado y de la normativa nos llaman a reducir nuestra huella, reciclar, reutilizar materiales, optimizar rutas de maquinaria y apostar por combustibles más limpios.
Pero es justo en este momento cuando aparecen otros dos retos que requieren nuestra atención conjunta: la morosidad comercial y la fuerza del asociacionismo.
La morosidad sigue siendo una rémora para muchas pequeñas y medianas empresas del sector. En nuestra actividad, donde los márgenes pueden ser ajustados y los costes imprevistos elevados, esta situación erosiona la liquidez, debilita la capacidad de inversión, frena innovación y, en definitiva, mina la solidez empresarial. Es imprescindible que las cadenas de pago en los proyectos de obra se enderecen, que los contratistas, promotores y administración comprendan que la puntualidad en el pago es parte de la eficiencia global del proyecto.
Asimismo, quiero destacar la importancia del asociacionismo. Una federación como la nuestra no es solo un nombre: es una plataforma colectiva para defender intereses, intercambiar conocimiento, elevar estándares y articular la voz del sector frente a los poderes públicos y grupos de interés. Invitamos a todas las empresas —grandes, medianas y pequeñas— a implicarse activamente en la labor de las organizaciones empresariales. No basta con estar asociados; hace falta participar, aportar ideas, colaborar en comisiones, compartir buenas prácticas. Cuando una empresa se involucra, gana ella y gana el conjunto del sector: mayor influencia, más solidez normativa, mejor percepción social y más peso ante las instancias públicas.
Finalmente, la colaboración con los demás eslabones de la cadena —ingenierías, promotores, contratistas, entidades públicas— sigue siendo clave. La planificación temprana, la interacción entre cálculo, logística, circulación y afecciones medioambientales condiciona el éxito de la obra. Queremos que la excavación deje de percibirse como una fase auxiliar y se considere como un componente estratégico del ciclo constructivo. Trabajamos para que se nos reconozca no solo como quienes “cavan”, sino como quienes habilitan, transforman y preparan el terreno para la obra mayor.
En suma: nuestro sector tiene ante sí una oportunidad histórica. Liderar desde la innovación, la formación, la seguridad, la sostenibilidad, la puntualidad en los pagos, la dignificación del trabajo y la acción colectiva. Como Presidente de la Federación Nacional de Excavadores, convoco a las empresas asociadas, a los profesionales del gremio y a los interlocutores públicos a asumir esta agenda común. No se trata solo de cavar hoy, sino de construir mañana con firmeza, cohesión y visión.






























































