El rol de los rodillos compactadores en la construcción de ciudades sostenibles
Rodillo tándem HAMM HD 12 VV.
Cuando hablamos de sostenibilidad en la ciudad, solemos pensar en transporte público, eficiencia energética en los edificios, zonas verdes o reciclaje. Sin embargo, existe un elemento que pocas veces aparece en primer plano y que sostiene buena parte de la seguridad y el confort diario: el asfalto.
La calidad del firme influye directamente en la seguridad vial, en el consumo de combustible de los vehículos, en la comodidad de peatones y ciclistas e incluso en los costes de mantenimiento de la propia infraestructura. Un mal asfaltado genera mayor riesgo de accidentes, deterioro prematuro de los vehículos y un impacto ambiental adicional al hacer menos eficiente la movilidad.
Por el contrario, una compactación bien ejecutada permite contar con superficies más seguras, resistentes y sostenibles. Esta fase del proceso constructivo marca la diferencia entre un proyecto sólido y uno vulnerable.
Compactar bien: el paso decisivo en el asfaltado
El asfaltado no termina al extender la mezcla bituminosa: el punto crítico está en lograr una compactación uniforme, homogénea y con la densidad adecuada. Si esta etapa falla, en poco tiempo aparecen grietas, deformaciones y hundimientos que obligan a reparaciones continuas. Cada intervención supone un gasto extra en materiales, transporte, producción de asfalto y, además, genera emisiones de CO2 y molestias a los usuarios de la vía.
En cambio, un asfaltado preciso asegura que la calzada cumpla su ciclo de vida previsto y ofrezca las condiciones de seguridad esperadas. Para lograrlo, no basta con la experiencia del operario ni con la calidad de la mezcla: la maquinaria utilizada resulta determinante. El rodillo compactador no solo aplana el firme, sino que garantiza la densidad y resistencia necesarias para prolongar su durabilidad.
HAMM HD 12 VV: precisión al servicio de la ciudad
Un buen ejemplo de equipo diseñado para afrontar este reto es el HAMM HD 12 VV, un rodillo de doble tambor pensado para trabajos urbanos, labores viales ligeras y mantenimientos donde el espacio es reducido y la precisión resulta fundamental.
Su sistema articulado de tres puntos reparte el peso de forma equilibrada, ofreciendo estabilidad incluso en terrenos irregulares o con pendiente. Gracias a su tamaño compacto, puede desenvolverse en calles estrechas y áreas congestionadas sin comprometer la calidad del acabado.
En cuanto a rendimiento, destaca por sus tambores vibratorios capaces de generar hasta 40 kN de fuerza centrífuga a 67 Hz, lo que permite alcanzar densidades óptimas incluso en capas finas de asfalto. Además, su radio de giro de 2,37 m y la visibilidad total de los bordes facilitan un trabajo preciso en esquinas, bordillos e intersecciones.
El operador también se beneficia de un entorno cómodo y seguro: plataforma aislada de vibraciones, mandos intuitivos y una palanca sensible para avanzar y retroceder que mejora la productividad.
A ello se suma un mantenimiento simplificado: acceso rápido a los puntos de servicio, sistema de riego presurizado con filtrado triple y protecciones para componentes clave, lo que reduce paradas y aumenta la eficiencia en obra. El equipo incorpora además medidas de seguridad como estructura ROPS abatible, alarmas de retroceso y luces de trabajo.





























































