Lindis, S.L. - Tratamientos térmicos

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Tratamiento térmico en los engranajes: mejora su capacidad para resistir el esfuerzo de tracción

Foto de Tratamiento térmico en los engranajes
Para muchas aplicaciones, el tratamiento térmico es esencial para mejorar tanto la superficie como la dureza del núcleo del engranaje, mejorando su capacidad para resistir el esfuerzo de tracción, mejorar la resistencia y reducir el desgaste. Estos procesos pueden ser para tratar todo el engranaje o simplemente enfocarse en los dientes en sí mismos y entre los más comunes se encuentran la cementación, el endurecimiento por inducción y la nitruración.

La cementación: es un tratamiento térmico usado para crear una superficie con bajo contenido en carbono y aumenta la dureza y resistencia al desgaste del engranaje; de todas formas, se debe tener en cuenta que la precisión de los engranajes cementados disminuye durante este proceso por lo que para mantener la precisión de los mismos es fundamental su rectificado.

En el endurecimiento por inducción se debe tener en cuenta la misma advertencia en cuanto a su necesidad de rectificado. Esta forma de tratamiento térmico se usa con mayor frecuencia para el endurecimiento de dientes en engranajes hechos de acero que contengan más del 0,35% de carbono. Este tratamiento es particularmente adecuado para reforzar engranajes grandes que no pueden ser cementados.

La nitruración se utiliza para endurecer la superficie del engranaje introduciendo nitrógeno y así conseguir un acabado de superficie muy duro, pero súper suave. Se usa comúnmente para aleaciones de acero que incluyen aluminio, cromo y molibdeno, ya que mejoran el proceso de endurecimiento. Proporciona una dureza superior a la cementación y al endurecimiento por inducción, aunque la capa endurecida es más fina. Sin embargo, es importante destacar que, como la temperatura de nitruración es relativamente baja, hasta 600 °C en comparación con los 800 °C para otros procesos, no provoca grietas ni distorsiones.