La mafia inunda Valencia de falsificaciones
Tous, Lacoste, Tommy Hilfiger, Dolce Gabbana, Nike, Adidas, Chanel, Loewe y Luis Vuitton. Son las marcas de prestigio que más falsificaciones denuncian en la Comunitat Valenciana. En tiempos de apretarse el cinturón, a muchos no les importa que esa prenda sea de imitación. Los falsificadores lo saben y la policía lo detecta. «Cada vez hay más talleres de falsificación y mafias que operan en Valencia en la venta de productos pirata. Esto va a más», augura Gerardo Cebrián, miembro del grupo GOES de la Policía Local de Valencia y especialista en este tipo de intervenciones.
Como ya publicó ayer LAS PROVINCIAS, el puerto de Valencia es la principal vía de entrada en España de este género. En el recinto se intervino el año pasado un 25% del material falso de toda España, una mercancía valorada en 385 millones. Otros datos corroboran las palabras del experto policial. El cuerpo municipal intervino 150.000 artículos pirata en 2006. Al año siguiente, sacaron de la circulación casi 184.000 piezas de imitación. En 2008 se rozaron las 200.000 unidades confiscadas. Y, según estimaciones de Cebrián, en el primer semestre de este año casi se ha alcanzado ya esa cifra.
El fenómeno no sólo se palpa en la ciudad. También en pueblos de la provincia. El pasado 7 de julio, la Policía Nacional arrestó a tres hombres a los que intervino 15.000 artículos de imitación. Se trataba de los principales abastecedores de 'top manta' en La Safor.
Al día siguiente, efectivos de la Policía Local de Valencia entraron en un local de Campanar. 80 metros cuadrados servían para albergar todo un almacén de ropa de imitación y otros objetos. Los agentes se incautaron de 30.000 artículos falsificados. Prendas deportivas, gafas de sol, cinturones...
A la cabeza
Los últimos datos del Ministerio de Industria sobre este tipo de intervenciones no dejan lugar a dudas. La Comunitat Valenciana está a la cabeza en mercadeo pirata y, por tanto, también en actuaciones policiales contra este delito. En 2007, la región se situó en tercera posición en incautaciones a nivel nacional. Ya el año anterior había sido líder en decomiso de falsificaciones, al igual que ocurrió el año pasado.
Mercadillos ambulantes, polígonos industriales, casas particulares, tiendas de 'outlet', bajos ocultos, la manta de un africano 'sin papeles'... Los escaparates de las imitaciones que llegan a Valencia son innumerables. Sin embargo, la procedencia de este material es casi siempre la misma: China y los países asiáticos.
¿Es posible controlar el aluvión de productos ilegales? Fuentes policiales aseguran que los servicios aduaneros del puerto de Valencia sólo pueden supervisar un 5% de los contenedores. «Los exportadores de falsificaciones separan las etiquetas de las prendas en sus envíos para no despertar sospechas en los registros y luego las bordan en los talleres clandestinos», destacó Cebrián. Las Fuerzas de Seguridad han detectado en los últimos tiempos una nueva forma para introducir moda de imitación: paquetes enviados en avión desde Turquía o Perú.
En cualquier caso, el puerto de Valencia no es la única puerta de entrada. Según la policía, en los contenedores que arriban a los puertos de Nápoles, Rotterdam o Galicia se esconden también prendas y complementos que acaban en tierras valencianas. No obstante, como publicó ayer LAS PROVINCIAS, sólo el puerto holandés supera al de Valencia en la entrada de falsificaciones.
El presidente de la Autoridad Portuaria es consciente de que el puerto de la capital está en el ojo del huracán de estas mafias del tráfico ilegal. «Somos los primeros receptores en el Mediterráneo de mercancías procedentes de Asia, y un porcentaje son falsificaciones. Lo mismo ocurre en Rotterdam, que recoge el mayor volumen de mercancías del Atlántico», según Aznar.
Pero el máximo responsable del puerto valenciano ofrece una visión tranquilizadora. «Tenemos una alta capacidad de detección e incautación de mercancías falsificadas. La policía hace bien su labor. Las noticias de detección e incautación de estas mercancías es la mejor prueba de que se trabaja bien en la vigilancia, argumentó. Rafael Aznar incluso ofrece una explicación para que Asia sea el foco mayoritario de salida de estos productos pirata. «En esos países trabajan con muy bajos salarios y tienen una gran habilidad para falsificar».
Toda esa masa incontable de telas, cueros, plásticos y logotipos copiados a marcas de lujo se esconde en polígonos industriales o almacenes clandestinos. Comienza la fase de bordar, unir y empaquetar, antes de vender al comerciante de mercadillo o 'top manta'. En Valencia se ha comprobado que la labor de almacenaje está en manos de chinos, paquistaníes, sirios, marroquíes y argelinos. Están proliferando bajos, fundamentalmente en zonas como Ruzafa o Campanar que, pese a tener colgado el cartel de 'se alquila', esconden una frenética actividad, la mayoría de las veces nocturna.
«Es ahí donde las mafias hacen el movimiento de género. Alquilan estos bajos a españoles dispuestos a hacer la vista gorda a cambio de un fajo de billetes. El único requisito es que la persiana esté siempre bajada y que no se quite el cartel para no despertar sospechas», destaca un policía.
Las mafias chinas del textil también tienen su peso. Algunos de sus miembros fijan talleres clandestinos en pisos o bajos próximos a restaurantes orientales. En Ruzafa, la policía se ha tropezado con almacenes nicho situados en plantas bajas conectadas entre sí. «Los accesos a estos almacenes están tapados con grandes pilas de cajas. Sólo los miembros del grupo conocen el escondite», asegura el mismo agente. «El verdadero problema es que la gente no tiene conciencia de que el pirateo sea un delito y hay veces que cuando detenemos a un 'top manta' hasta nos miran mal», lamenta otro policía especializado en estas intervenciones.