Entrevista a Gustavo Toledo, gerente de Global Carretillas
El año 2025 va a quedar grabado en oro en la historia de Global Carretillas, no solo por la celebración del 15º aniversario de esta compañía bien reconocida por ser el importador de Heli en el mercado español, sino también por la puesta en marcha de decisiones estratégicas muy importantes para el devenir de la empresa.
Una de ellas, sin duda, la inauguración de la nueva sede central de Polinyà (Barcelona), unas modernas y avanzadas instalaciones que van a sustentar el crecimiento esperado de Global para los próximos años, y que hemos tenido el placer y el honor de visitar personalmente este mes de julio.
Gustavo, en primer lugar, muchas gracias por concedernos esta entrevista e invitarnos a conocer estas nuevas e impresionantes instalaciones. ¿Qué balance haces de estos primeros meses de trabajo en la sede de Polinyà? ¿En qué aspectos habéis avanzado respecto a las anteriores instalaciones?
Gracias a ti por venir a visitarnos, David. Global Carretillas empezó su andadura en el año 2010 y esta es nuestra tercera sede en la provincia de Barcelona.
En lo que más hemos ganado con las nuevas instalaciones es en espacio y en capacidad de almacenaje y preparación de máquinas. Ahora disponemos de una zona específica para la preparación de los equipos y además disfrutamos de la capacidad de absorber un gran volumen de nuevos equipos cuando llegan los contenedores. Ten en cuenta que se producen picos en la recepción y hay días que tenemos que realizar descargas de varios contenedores.
¿Podrías ofrecernos algunos datos sobre las dimensiones de estas nuevas instalaciones?
De planta son aproximadamente 5.000 metros cuadrados. La nave, incluyendo los altillos para los repuestos y el almacenaje de pequeños materiales, suma unos 3.900 metros cuadrados de superficie. Y concretamente para labor de oficina disponemos de unos 350 metros cuadrados.
He visto que también habéis habilitado un showroom para maquinaria…
Correcto. Hemos creado una zona de exposición donde mostramos algunas unidades de nuestra gama, especialmente lo más actual y lo más demandado. Está ubicada en una zona de tránsito, así que nos permite enseñar las máquinas mientras tomamos un café con los clientes.
Respecto al área de repuestos, ¿cuántas referencias manejáis actualmente?
No tengo el número exacto de referencias, pero lo que sí puedo decirte es que actualmente tenemos un stock valorado en aproximadamente medio millón de euros. Siempre le hemos dado mucha importancia a los repuestos, porque entendemos que vendemos máquinas, no camisetas o pantalones, y estas, tarde o temprano, requieren recambios. Ahí es donde se marcan las diferencias entre marcas: en el servicio y en la capacidad de respuesta ante una incidencia.
Acceso a las instalaciones ante la atenta mirada de Neo, el 'gorila' que da la bienvenida a todos los visitantes.
¿Cómo gestionáis la logística del recambio?
Tenemos dos vías. Una es directa, desde fábrica, con piezas incluidas en los propios contenedores, sobre todo los recambios más voluminosos. Y la otra, el recambio más urgente, si no lo tenemos nosotros, nos llega directamente desde Francia. Esperamos que durante este año esté también totalmente operativo el suministro desde el nuevo almacén de Alemania.
En estos momentos, ¿cuántas máquinas hay en stock?
Ahora mismo hablamos de unos 220 equipos grandes, a los que habría que sumar los equipos de manutención más pequeños.
¿Cuántos trabajadores tenéis actualmente entre las sedes de Polinyà y Madrid?
Actualmente, somos 18 personas en Global Carretillas. Como mayoristas vendemos exclusivamente a distribuidores o alquiladores. No tenemos servicio exterior activo. Nuestros técnicos son de preparación de máquinas o de soporte a distribuidores, así que no tenemos esa necesidad de tener un equipo de servicio en la calle. Aun así, tenemos algunos puestos por cubrir y estamos en proceso de contratación.
¿Qué destacarías de las instalaciones a nivel medioambiental o de seguridad?
A nivel medioambiental, al no tener un taller de reparación como tal, sino que está más enfocado a la preparación de equipos, no hemos tenido la necesidad de hacer una gran inversión en materia de recogida de residuos, como aceites usados. Aunque, por supuesto, lo hacemos.
Y en cuanto a seguridad, sí que nos obsesiona que la gente trabaje bien y sin riesgos. Como habrás podido ver durante la visita, eso se aprecia en muchos detalles que hemos implementado.
También habéis inaugurado recientemente la delegación de Torrejón de Ardoz. ¿Qué papel juega en la estrategia de la empresa?
La idea es que podamos tener un segundo punto de atención a nuestros clientes en la zona centro y que no tengan que desplazarse tantos kilómetros para ver nuestras máquinas. Madrid tiene una posición estratégica; ir allí desde cualquier parte de España es rápido. Esa facilidad logística nos ha permitido también montar un centro para intervenir baterías de litio pequeñas cuando requieren atenciones puntuales. Tenemos la fortuna de contar en esta base, de algo menos de 1.000 m2 y muy bien ubicada geograficamente, con dos profesionales del sector del litio con mucha experiencia, lo que nos está permitiendo abrir nuevas líneas de trabajo y dar soporte más allá de nuestro círculo habitual.
Todas estas inauguraciones coinciden con la celebración del 15 aniversario de Global Carretillas, así que vamos uno a uno con los pilares que sustentan el crecimiento de cualquier compañía. En primer lugar, su equipo. ¿Qué destacarías de tu plantilla? ¿Qué papel está desempeñando en la evolución de Global? Y cuando digo equipo, por supuesto, también incluyo a su mujer, Amparo.
Mi mujer Amparo no es parte del equipo, es compañera de vida, de viaje. No tenemos hijos, así que este proyecto es casi como un hijo para nosotros.
En cuanto al resto del equipo, en Global tenemos claro que sin personal no hay nada. Puedes tener mucha voluntad, pero llegas hasta donde llegas. Nosotros contamos con un gran equipo, joven (no tanto por edad sino porque muchos de ellos llevan pocos años con nosotros) y altamente comprometido.
El crecimiento fuerte de nuestra compañía ha tenido lugar en los últimos seis años, y en todo este tiempo hemos logrado conformar un equipo fuerte, con experiencia, motivación e implicación. A veces incluso en exceso, hay que frenarles. Y eso da gusto, te anima a desarrollar más proyectos. No sufrimos el cuello de botella que tienen otras empresas con el personal, sobre todo en la columna vertebral de la plantilla.
El personal es capaz de darte lo mejor y lo peor. Las mayores satisfacciones te las llevas con las personas… pero también las mayores decepciones. Por eso siempre hemos intentado hacer una labor casi quirúrgica para contar en nuestro equipo con buenos profesionales que al mismo tiempo sean buenas personas. Y lo hemos conseguido. Tenemos un equipo con el que trabajamos a gusto, con confianza y con la tranquilidad de saber que son buenos profesionales, con clara vocación de atención al cliente.
Área de showroom, donde Global muestra algunos de los últimos modelos o los equipos más demandados de Heli.
En el discurso de inauguración oficial de esta nueva sede tuviste palabras muy emotivas para tus padres, Estrella y Francisco. ¿Qué han significado los dos para ti, en lo personal y en lo profesional?
Todo. Vengo de una familia trabajadora y para mis padres no fue fácil asimilar que su hijo pequeño, con un buen puesto consolidado durante años en el sector de la manutención, decidiera emprender por su cuenta en Barcelona. Pero me quedo con los valores que me inculcaron desde pequeño: respeto, sacrificio, honradez, esfuerzo… Desgraciadamente, se me fueron los dos muy pronto y en apenas unos meses de diferencia. Pero les tengo todos los días presentes y no tengo duda de que hoy se sentirían más orgullosos de lo conseguido que yo mismo. Su ADN está muy presente en nuestra compañía.
Mi padre tenía dos trabajos ya que mi madre dejó de trabajar al tener al tercer hijo, como se hacía antes. Y aunque nunca nos faltó de nada, veníamos de una vida humilde. Mi padre además era sindicalista, pero sindicalista de los de verdad, de los que entendían que había que buscar el equilibrio entre trabajadores y empresa. Todo eso me marcó mucho, como también lo hizo más tarde trabajar en una cooperativa del Grupo Mondragón. Allí aprendí el verdadero valor del puesto de trabajo que ocupas en una empresa, que tú no eres gerente, que lo que haces es ejercer la responsabilidad de gerente de puertas para adentro, pero que cuando sales a la calle eres una persona más, como cualquier otra de la compañía. El puesto no te hace mejor ni peor.
Todo eso forma parte de la cultura empresarial que hemos querido inculcar en Global.
Vamos con el segundo pilar: los clientes. ¿Qué mensaje te gustaría enviarles desde esta entrevista?
Un gracias enorme y con mayúsculas. Cuando arrancamos no era fácil confiar en un proveedor nuevo, en una marca emergente. Y hubo clientes que confiaron en nosotros cuando solo éramos Amparo y Gustavo. Algunos se sumaron muy rápido, otros tardaron un poco más, pero cuando confiaron, sentimos ese respaldo. Hoy, con diez años importando Heli, es más fácil confiar en nosotros, pero al principio no era así.
No menos importante, los proveedores, muy especialmente Heli, con quien unieron su trayectoria hace una década. ¿Qué supone para Global esta relación de confianza?
Supuso un espaldarazo muy importante. Cambió incluso nuestro modelo de negocio. Empezamos Global Carretillas con la importación de máquinas usadas y haciendo nuestros primeros ‘pinitos’ en maquinaria nueva traída desde China. Hasta que, en 2015, Heli, el séptimo fabricante mundial, primero en China, apostó por nosotros cuando éramos muy pequeños para convertirnos en su importador oficial para el mercado español. Apreciaron en Global una oportunidad de crecer desde cero con un importador que se volcara 100% en su marca. Apostaron por nosotros, y nosotros por ellos. Y ha sido una relación de crecimiento mutuo, muy intensa, pero también muy satisfactoria. Nos sentimos parte de la familia Heli, y sentimos que ellos son parte de la nuestra.
¿Cómo se inició en concreto esa relación con Heli?
Heli fue la primera empresa china en exportar a Europa. Ya los conocíamos desde antes, cuando tenían otro importador en España. En 2014, cuando apenas disponían de una estructura de cuatro personas en su filial en Europa (en Francia), contactamos con ellos, sin buscar específicamente trabajar con Heli, pero coincidió que querían recuperar presencia activa en España tras la crisis de 2008. Empezamos a hablar, a intercambiar visiones sobre el mercado, y en 2015 nos invitaron a su primera gran reunión de distribuidores. Fuimos, conocimos a las personas y vimos que compartíamos valores y objetivos. A partir de ahí, todo fue fluyendo.
En todo este proceso, tengo que hacer mención a dos personas de Heli que fueron muy importantes para nosotros, Guan Lei, ‘Edward’, primer director que hubo en Europa, un profesional increíble, y Cathy Byy, que en aquel momento era su asistente comercial y que hoy es la directora de Ventas de Heli, otra gran profesional con valores muy destacables.
Y cuarto… las entidades sectoriales. Global es un fiel asistente a buena parte de los principales encuentros de esta industria: Foro Aseamac, Convenciones de AECE y Anapat… Entiendo que es importante para vosotros participar en todos estos encuentros y que apostáis por las acciones directas, ¿no?
En España no había mucha tradición de asociacionismo, pero eso está cambiando. En AECE, no solo somos socios, sino que formamos parte de la junta directiva de nuestro presidente Luis Manuel de Sancha. Sinceramente creo que estamos haciendo un buen trabajo, con el objetivo de mejorar, profesionalizar el sector y hacer valer nuestros intereses ante las administraciones. AECE ya cuenta con más de 200 miembros, la mayoría empresas asociadas, y la idea es seguir creciendo para tener una mayor representatividad de este sector.
Y en Anapat y Aseamac, entramos más tarde como asociados, pero también valoramos muy positivamente el gran trabajo que se está haciendo desde ambas entidades.
Las tres asociaciones son muy activas y profesionales, y animo a todas las empresas a entrar a formar parte de ellas, porque el coste es mínimo y los beneficios, máximos. Y eso se demostró especialmente durante la pandemia. El nivel de información y soporte normativo que recibimos por estar en las asociaciones fue fundamental. Nos permitió trabajar con seguridad y ayudar a otros que no sabían cómo actuar.
Pero además del valor profesional, no podemos obviar que estar en las reuniones de estas tres asociaciones también tiene un componente comercial importante: nos da visibilidad y reconocimiento.
Vamos a preguntas más de mercado… ¿cómo describirías la situación que atraviesa actualmente el mercado español de maquinaria, y más específicamente el de la manutención?
Es una situación muy extraña, pero España está funcionando especialmente bien. Hoy por hoy, junto con Portugal, te diría que somos la envidia de Europa en cuanto a cifras. Y no solo en nuestro sector, sino a nivel general, la economía está funcionando bien a pesar de toda la coyuntura y el ruido que hay alrededor. Históricamente, la economía española ha sido cobarde en materia de inversión, pero ahora parece que ocurre lo contrario. Desde que salimos de la pandemia, ha sido una huida hacia adelante sin apenas pausa, y eso se nota. Estamos en un momento muy dulce del mercado y hay que seguir aprovechándolo.
¿Crees que esa tendencia se mantendrá a corto o medio plazo?
Las sensaciones dicen que sí, pero es cierto que hay muchos impulsos negativos. Desde conflictos armados que se dilatan en el tiempo hasta decisiones de políticos que afectan directa e indirectamente. Y respecto a esto último tengo una anécdota significativa de este ‘efecto mariposa’. En su día, una sanción arancelaria por parte de EE UU a la Unión Europea por su ayuda a Airbus afectó a uno de nuestros clientes del sector de la aceituna de mesa, alquilador del sur peninsular, para más señas. Al dejar de exportar a Norteamérica, su actividad bajó, redujo su rotación de maquinaria y nosotros les vendimos menos. Es un claro ejemplo de cómo una decisión que parece no tener importancia para nuestra actividad, te acaba afectando.
¿Cuáles señalarías como los principales desafíos del sector (imagino que la falta de personal es uno de ellos) y cómo crees que habría que afrontarlos?
No sé si es el principal, pero desde luego la falta de personal es el cuello de botella más importante. Hay una falta de profesionales enorme en todos los sectores. Y nosotros lo hemos sufrido en nuestras propias carnes durante la construcción de estas nuevas instalaciones. Como me dijo una vez un colega: “Yo no tengo a los que quiero, tengo a los que puedo”. Esto es una gran desgracia. Por suerte, no es nuestro caso en Global porque no somos excesivamente intensivos en mano de obra, pero, aún así, nos afecta. La juventud de hoy no quiere ser mecánico, quiere ser youtuber o tiktoker. Falta esa cultura del esfuerzo y de fidelidad a la empresa que mamábamos antes.
¿Qué papel están jugando las asociaciones para intentar paliar esta problemática?
Muy importante. Por ejemplo, Afupro está haciendo un gran trabajo para divulgar las habilidades profesionales y hacer atractivo el sector de la mecánica para los jóvenes. Nosotros hemos apoyado iniciativas suyas como sus concursos de Motortec o Smopyc. Si decimos que necesitamos profesionales, cuando viene una iniciativa de este tipo para fomentar su incorporación al sector, hay que apoyarla. Es de sentido común.
Además de mecánicos, imagino que también sufren escasez de carretilleros, ¿no es así?
Sí, la hay, aunque es un perfil de más rápida formación. Ahora que tanto se está vilipendiando la inmigración, hay que decir que, hoy por hoy, en muchas empresas logísticas, un alto porcentaje de carretilleros son personas migrantes, y, como en tantos sectores, sin su aportación la economía de este país no podría funcionar.
Es evidente que Heli es una de las empresas que más ha apostado por la electrificación de las flotas. ¿Es esta ya una tendencia imparable? ¿Cómo estáis trabajando en ello?
La máquina térmica difícilmente va a desaparecer, siempre habrá aplicaciones donde esa autonomía que te da el combustible será necesaria, sobre todo en obra civil o en eventos que se celebran en zonas aisladas, por las dificultades de contar allí con infraestructuras de recarga eléctrica. Pero es cierto que los avances en litio, en autonomía, en tiempos de carga y facilidad de recarga están haciendo que el parque de combustión baje. Hoy, el grueso de nuestras ventas ya son máquinas eléctricas, sobre todo con litio. Antes, si alguien preguntaba por una máquina sencilla, le recomendabas una versión diésel. Hoy es al revés: una eléctrica con litio es más simple, más operativa y con menos mantenimiento que una térmica Euro 5.
Actualmente, toda nuestra gama la tenemos disponible en eléctrico, salvo la carretilla todoterreno y el manipulador telescópico. De hecho, la carretilla de 25 toneladas que presentamos en Bauma 2025, era ya una versión con batería de litio. En China, incluso, están operando grandes reach stacker eléctricos, y los tractores de arrastre que se traen a Europa son también a batería.
También es un proceso incuestionable el crecimiento en la cuota de mercado de los fabricantes chinos. Por la relación que mantienen con Heli desde hace 10 años. ¿A qué lo achacas?
Hace diez años, decir “chino” era casi sinónimo de “bazar”, de un “Todo a 100”, de algo “barato”. Hoy, en cambio, un carretillero ya sabe que su coche o el de su vecino puede ser chino. El concepto ha cambiado por completo, sobre todo impulsado por el mundo del motor. Y no solo en coches. Ya sabes que yo soy ‘motero’, un campo en el que el apego pasional a las marcas ha sido siempre muy fuerte, y te puedo asegurar que hoy, entre los fabricantes que más venden, hay tres firmas chinas.
Es indudable que, gracias a su vertiginoso desarrollo tecnológico, muchos fabricantes chinos (especialmente en litio) están a la vanguardia. Las firmas chinas no copian: innovan, democratizan la tecnología y la hacen accesible. En algunos productos, incluso ya son más baratos los modelos en litio que los de batería de plomo. Y eso mejora también el reconocimiento de marca.
En cuanto a gama de producto, en los últimos encuentros en los que hemos coincidido has informado de numerosas novedades en el catálogo Heli. ¿Cuáles destacarías especialmente: equipos de interior, carretillas TT, modelos eléctricos, manipuladores telescópicos, PEMP…?
Destacaría todas y cada una de estas novedades. Trabajar con un fabricante chino es asumir que vas a vivir en un estado permanente de novedad. Sorprende, la verdad. Esta semana, por ejemplo, hemos tenido la visita de representantes de Heli y nos presentaban todavía nuevos modelos, algunos de ellos aportando únicamente pequeñas mejoras a versiones ya existentes en ámbitos muy concretos para una nueva aplicación.
Históricamente se ha dicho que lo chino es barato porque la mano de obra es más económica. Cierto. Pero sobre todo es más barato por concentración de producción. Heli fabrica todos sus productos desde una misma base en China, mientras que otros fabricantes tienen repartida su producción por diferentes partes del mundo. Eso está muy bien para comercializar modelos que respondan a las necesidades específicas de cada región, pero tiene por contra que encarece la fabricación.
En este sentido, le puedo decir que Heli fabrica más de 320.000 unidades al año desde un solo centro, lo que les permite tener una masa crítica tremenda. Comprar acero, ruedas o motores en esos volúmenes baja costes y les da una gran ventaja competitiva en precio. Y, además, pueden crear muchos modelos dentro de una misma gama para cubrir nichos de mercado específicos. En manutención es difícil encontrar una misma aplicación. Cada empresa, cada industria, tiene su peculiaridad. Con esta capacidad de producción, Heli está preparada para atender todas y cada una de ellas.
El cliente puede encontrar en el amplio catálogo de Heli el equipo que mejor se ajusta a sus necesidades.
¿He oído bien? ¿320.000 máquinas al año?
Correcto. Y eso solo contando máquinas grandes. Las pequeñas hemos empezado a fabricarlas este año a nivel interno en una nueva planta que hemos incorporado a las instalaciones centrales.
Perdona mi desconocimiento, pero… ¿fabrica Heli productos en China que aún no están homologados en Europa pero que podrían llegar en el futuro (excavadoras, grúas, etc.)?
Sí, de hecho, cuenta con una reconocida línea de palas cargadoras, con muy buena aceptación no solo en China sino también en otros mercados de África y Sudamérica. De momento no está homologada para Europa y no creo que esto sea una prioridad para Heli a corto plazo.
En China tienen continuamente productos en pruebas (como los reach stacker con batería de litio) y una vez consolidados allí, se lanzan a mercados de exportación. También están haciendo pruebas con hidrógeno, con algunos equipos saliendo ya a otros mercados como Brasil. Y están desarrollando una línea completa de AGVs y AMRs en China, que pronto se verá respaldada por un centro de I+D en Europa específicamente dedicado a ello. Es una nueva línea de producto que supone una vuelta de tuerca más a nuestro negocio (venta de soluciones, no de producto) y en la que tenemos grandes expectativas.
Para ir terminando… este año habéis tenido muchas novedades, pero ya sabes que la rueda nunca se detiene. ¿En qué próximos proyectos os vais a centrar en Global Carretillas? ¿Tenéis grandes ambiciones de crecimiento?
Las ambiciones siempre están ahí, aunque a veces no te las impones: vienen marcadas por el propio mercado. Estamos en un momento muy bueno, no solo para nosotros, sino para las marcas chinas, que ya representan más del 27% del mercado en España (si consideramos también el producto fabricado en China bajo marca occidental, ese porcentaje sería aún mayor).
Nuestra apuesta es seguir creciendo junto a Heli. La mudanza a estas instalaciones forma parte de ese plan. Queremos crecer, pero sin fijarnos una cifra impuesta desde fuera, como haría una multinacional. Crecer de forma sólida y sostenible.
Los equipos Heli son un claro ejemplo de cómo la batería de litio se está imponiendo en muchos equipos, incluso en carretillas de gran capacidad.
¿Y a nivel de personal?
Como te decía antes, ya estamos en procesos para ampliar plantilla. Actualmente somos 18 personas, y hay margen para más. Tocamos madera para no tener que mudarnos otra vez, porque lo realmente duro no fue la mudanza, sino hacer las obras de adecuación por falta de personal cualificado.
¿Nos veremos en Smopyc 2026?
Por supuesto. Ya hemos confirmado con Arancha Morquecho nuestra asistencia. Y aprovecho para felicitar a Arancha por su nuevo cargo en Feria de Zaragoza. No puede ser más merecido. Nosotros, que hemos sido siempre muy feriantes, hemos encontrado en Smopyc nuestro hábitat, aunque no sea nuestra feria natural. Es un salón en el que nos sentimos muy cómodos, una entidad ferial maravillosa para el expositor. Todo son facilidades, en el montaje, en el desmontaje y durante la feria. Te ayudan en todo y de Arancha solo puedo decir que es un encanto como profesional y como persona, implicada en todo lo que pides. Además se ha sabido rodear de un gran equipo de colaboradores. De hecho, como anécdota, le puedo decir que hemos recurrido a la empresa que nos monta el stand en Smopyc para echarnos una mano en cosas de la inauguración de estas instalaciones.
Smopyc, a cuyo Comité Organizador me invitó a participar Arancha, siendo un placer para mí aportar mi granito de arena , es un punto de encuentro clave para nosotros, sobre todo por el perfil de alquiladores que atrae, que es nuestro público objetivo. Esperamos recuperar el calendario ferial habitual en 2026. La edición pasada tuvimos un stand de 200 m², y este año seguramente ampliemos un poco, porque incorporamos maquinaria más grande, como telescópicas. Queremos montar un stand bonito y digno, para que todos os sintáis cómodos.
Allí nos veremos entonces. Gustavo, ¿alguna cosa que quieras añadir antes de finalizar esta entrevista?
Nada más, reiterarte el agradecimiento por la visita a nuestra casa y recordarte que tenéis las puertas abiertas a ella para cuando queráis volver.

























