El licensing se adapta al nuevo consumo de contenidos audiovisuales

El sector audiovisual ha cambiado en los últimos años, principalmente debido a la aparición de las plataformas de contenidos bajo demanda y la consolidación de plataformas digitales como Youtube. Históricamente el audiovisual ha estado marcado siempre por los contenidos generados para el cine y la televisión lineal, pero ahora el paradigma está cambiando y la tendencia es hacia contenidos online que se pueden disfrutar desde cualquier lugar, en cualquier momento y al ritmo que quiera el propio consumidor. Una prueba de este cambio es que ya hay, en todo el mundo, 850 millones de hogares abonados a una plataforma de vídeos bajo demanda (unos 12 millones en España), con un alcance que se puede multiplicar por 3 o 4 ya que muchos miembros de familia comparten sus suscripciones a estas plataformas con terceros (datos de un informe distribuido por J. P. Morgan a principios de año). El entretenimiento ha sido, precisamente, uno de los segmentos que más han alimentado el licensing a lo largo de la historia, así que no es de extrañar que la industria tenga que adaptarse ahora a las nuevas tendencias relacionadas con los contenidos audiovisuales. Por ello no es de extrañar que en los dos últimos años hayamos visto un crecimiento exponencial de propiedades cuyo origen podemos encontrar tanto en las plataformas VOD como en las plataformas digitales.

En el mundo hay 850 millones de hogares abonados a las plataformas existentes, y su alcance puede multiplicarse por 3 o 4 si tenemos en cuenta que muchas familias comparten las suscripciones con terceros. Este negocio ha revolucionado, así, el mundo del entretenimiento audiovisual en un tiempo récord (menos de una década), a un ritmo de estrenos de casi 550 series en el último año. Estos datos facilitados por un informe de J. P. Morgan confirman el cambio en el paradigma del entretenimiento audiovisual, señalando que tras un 2020 en el que se pusieron todas las cartas sobre la mesa (fue el año en el que vimos los últimos lanzamientos de plataformas), el 2021 será el año de las consolidaciones de aquellas plataformas que realmente seguirán vivas dentro de unos años. Si nos fijamos en los últimos datos a nivel mundial, las principales plataformas a nivel de suscriptores son Netflix (200,6 millones de suscriptores), Amazon Prime Video (150 millones) y Disney+ (94,9 millones). En este sentido, J. P. Morgan clasifica las diferentes plataformas en cuatro categorías según las previsiones de éxito en el futuro: “ganador casi seguro (Netflix, Amazon Prime Video, Disney+); con potencial para ser ganador (Paramount+, HBO Max); a cara o cruz (servicios AVOD, siendo Youtube el caso paradigmático, Discovery+, AppleTV+ y redes premium); perdedores (todas las demás plataformas)”. Estas previsiones son a nivel mundial, aunque después habrá que tener en cuenta qué pasa con aquellas plataformas que solo están disponibles en mercados muy concretos, como es el caso de Movistar+ en España.

El 2020 fue decisivo para el negocio de las plataformas, fruto de la inmovilidad forzosa de la población a causa de la pandemia que permitió generar cifras récord de consumo, y también gracias a la incorporación de las últimas grandes empresas en el sector. Sin embargo, a pesar de su crecimiento estos últimos años, de cara al futuro habrá que tener en cuenta el comportamiento del consumidor, y es que éste se ve obligado a suscribirse a varias plataformas para acceder a los principales títulos, algo que va en contra del modelo que conocíamos hasta ahora. En este sentido, una encuesta de la consultora Deloitte de junio de 2020 señala que el 47% de los espectadores estadounidenses se muestran frustrados ante el esfuerzo que supone abonarse a diferentes plataformas. Ante esta situación, solo las plataformas que ofrezcan de forma condensada el mejor producto conseguirán sobrevivir en un entorno cada vez más saturado.

La pandemia del COVID-19 obligó a cerrar temporalmente las salas de cine alrededor del mundo, algo que ligado a la incertidumbre sobre cuándo se podrá regresar a la normalidad, está empujando a las grandes compañías cinematográficas a posponer sus estrenos (ya el año pasado se aplazaron los principales estrenos previstos para verano y Navidad, periodos históricamente ricos en lanzamientos de nuevas películas). Disney, Universal, Sony, Warner Bros. o Paramount Pictures son algunas de las grandes compañías que han ido anunciando retrasos en los grandes estrenos previstos para la segunda mitad de 2020 y primera de 2021.

Estos cambios en el calendario de estrenos están teniendo, también, un impacto directo para licenciatarios y retail, que contaban con el lanzamiento de las películas e incluso ya tenían el producto preparado para acompañar estos estrenos. Las compañías cinematográficas, las salas de cine y también las industrias de licensing y juguetera cuentan siempre con los lanzamientos de cine, y estos retrasos de los estrenos tienen un efecto dominó sobre las empresas jugueteras, los licenciatarios y el retail, alterando su propio plan de merchandising y paralizando, en muchas ocasiones, el lanzamiento de productos que ya estaban preparados para salir a la venta, y alterando también los programas de licensing que suelen acompañar a los grandes estrenos del cine. Por todo ello, propietarios, licenciatarios y retail tendrán que trabajar de la mano en los próximos meses para compartir la carga que suponen todos estos cambios y poder salir adelante.

Mucho está cambiando en el entorno audiovisual, cierto, pero a pesar del crecimiento de las nuevas plataformas la televisión lineal sigue siendo importante, tanto a la hora de generar contenidos y emitirlos, como a la hora de apoyar programas de licencias. En este sentido, un estudio elaborado por TP Vision y PanelWizard en el que analizan las tendencias y el comportamiento de los consumidores en relación a la televisión, apunta que los españoles miran una media de 3,7 horas diarias la televisión, con un 85% de ellos que afirma que la mira para entretenerse y un 71% que la mira para informarse. Asimismo, un 90% de los consultados asegura que mirar la televisión es una gran herramienta para socializar, y consideran que las series y programas de actualidad que ven en la televisión les sirven para iniciar conversaciones con otras personas. Es evidente que los hábitos están cambiando y que las plataformas de contenidos a la carta están ganando cada vez más audiencia, y por ello también vemos cómo las cadenas tradicionales están lanzando sus propias plataformas, pero por el momento la televisión todavía sigue siendo un actor importante en el sector audiovisual, y un gran apoyo para los programas de licencias.

Este canal, además, puede ofrecer también otras oportunidades para el sector del licensing. Teniendo en cuenta que las plataformas VOD y las plataformas digitales como Youtube se están erigiendo como grandes competidores en lo que respecta a propiedades de series y películas, la televisión puede aprovecharse de otros formatos que también tienen salida para el sector de las licencias. Es el caso, por ejemplo, de los concursos televisivos, que suelen atraer grandes masas de audiencia, y que en los últimos años estamos viendo también cómo están entrando en el sector de las licencias a través de categorías de producto tradicionales como los juguetes (cada vez vemos más juegos de mesa basados en los concursos más conocidos de la televisión actual). Esto demuestra que a pesar de la dura competencia que existe hoy en día en el ámbito audiovisual, todavía es posible encontrar oportunidades diferentes para mantenerse en el ideario de los espectadores y los consumidores. Y es que saberse adaptar y evolucionar al ritmo que van cambiando las demandas, será un ‘must’ para cualquier canal

Según los últimos datos de Statista, que monitoriza la evolución de las principales redes sociales, Youtube cuenta actualmente con una red de 2 mil millones de usuarios activos (usuarios que se conectan como mínimo una vez al mes). Sin embargo, la cifra de usuarios en la plataforma es, previsiblemente, muy superior, ya que los datos de Statista tan solo tienen en cuenta aquellos usuarios que entran en la plataforma iniciando sesión, aunque hay muchos otros usuarios que acceden a la red de vídeos sin iniciar sesión. Otros datos destacados sobre esta plataforma son, por ejemplo, que, diariamente, se visualizan 100.000 millones de horas de vídeo (últimos datos de 2019), o que el 62% de las empresas ya utilizan Youtube para los negocios.

Para incrementar su alcance, sobre todo entre el target de menor edad, Youtube lanzó la aplicación Youtube Kids, pensada para tableta y smartphone, con el objetivo de responder a la necesidad de muchas familias de contar con un espacio dedicado exclusivamente a que los más pequeños pudieran visualizar contenidos específicos para ellos de una forma segura. Se trata de una aplicación que ofrece un contenido 100% infantil, pensado para los más pequeños de la casa. Esta aplicación es un producto diseñado desde su origen pensando en las familias y los más pequeños y prueba de ello es la configuración personalizada que ofrece la aplicación, con herramientas como un temporizador -para limitar el tiempo de uso de la aplicación-, o la configuración de edad -que adapta el contenido mostrado en función de la edad de los niños y niñas-, así como la posibilidad de hacer búsquedas por voz, para aquellos pequeños que todavía no saben escribir. Youtube Kids, con más de 100 millones de descargas de la aplicación en todo el mundo, cuenta con diferentes categorías de vídeo, de entre las que destacan, entre otras, los vídeos musicales y videoclips, la categoría de vídeos educativos o los diferentes canales específicos dedicados a los programas favoritos de los niños y niñas, como por ejemplo Pocoyó o la más reciente Cleo&Cuquín. Este ‘boom’ está provocando, a su vez, que cada vez más compañías vinculadas al licensing y al sector audiovisual se fijen en esta plataforma para lanzar sus contenidos y mantenerse conectados a la audiencia.