Riego en primavera

El Instituto Técnico y de Gestión agrícola, en su boletín de abril de este año, centra su atención sobre el riego de producciones en invernaderos durante la primavera.
El suelo es la despensa de donde las plantas toman el agua y el origen del agua circulante en la atmósfera del invernadero. Si el suelo se encharca por una mala labor, suela impermeable, los cultivos sufrirá una asfixia radicular. En función del cultivo, la época, el tipo de suelo y cómo quede el suelo después de las labores de preparación, habrá que efectuar los riegos.
Los encharcamientos en primavera coincidiendo con los días fríos, pueden incluso acabar con el cultivo. En marzo y abril, los cultivos son todavía muy jóvenes y delicados. Un mal manejo del riego en esos meses puede ser muy perjudicial. Las enfermedades de cuello y raíces, así como la asfixia, pueden acabar con la rentabilidad del cultivo.
Por otro lado, si en momentos de calor no se produce evaporación desde el suelo a la atmósfera del invernadero, será imposible controlar la humedad relativa del mismo. Un error por exceso de riego es más difícil de corregir ahora que en verano.

CUADRO:
Alubia verde:
- Necesita humedad constante con riegos frecuentes y cortos
- Evitar oscilaciones y excesos con los riegos
Tomate:
- Requiere poco agua hasta el cuajado del primer racimo, con riegos espaciados
- De primer racimo a inicio de recolección, requiere mucho agua con riegos frecuentes
Pepino:
- En fase de crecimiento, riegos como la alubia
- Necesidades mayores en producción