Cosecha 2024/2025 con sabor “agridulce” aunque con “paso firme hacia la estabilización”
El incremento de costes “se come” los márgenes del sector hortofrutícola
Coordinador de las áreas de Horticultura y Distribución Hortofrutícola · Interempresas Media
24/07/2025
Coexphal destaca el aumento del 13% en los precios percibidos por el agricultor y la subida del 3% en el volumen comercializado, aunque los costes continúan un 30% por encima de la época de prepandemia, según el análisis de resultados de la campaña hortofrutícola 2024/2025. También recalca que la creciente competencia de países terceros amenaza la recuperación.
La Asociación de Organizaciones de Productores de Frutas y Hortalizas de Almería (Coexphal) pone la lupa en la estructura de costes del sector hortofrutícola y muestra su preocupación por la evolución que ha experimentado en los últimos años, principalmente, desde la pandemia del covid, en 2020. Así lo destacaron en la presentación de su avance de resultados de la campaña hortofrutícola 2024/2025 tanto el presidente de Coexphal, Juan Antonio González, como el gerente, Luis Miguel Fernández.
Juan Antonio González señaló que, aunque los precios no fueron bajos, “el incremento de los costes acumulados se come todo”. Luis Miguel Fernández añadió que ese aumento de costes acumulados provoca que la mejoría en los precios no se vea compensada, además de que no se observa “un panorama optimista” para que puedan bajar, sino que esta subida “ha venido para quedarse”. Por su parte, el economista y codirector de la Cátedra Coexphal-UAL, Juan Carlos Pérez Mesa, apuntó que en la actual campaña se “ha regresado a la senda del beneficio, pero desde hace tres, se está subsistiendo”.
González también se refirió al curso pasado para recalcar que, en la actual campaña, el sector ha logrado recuperarse parcialmente “del duro golpe” sufrido en la campaña anterior, en la que los precios e ingresos cayeron un 17% y un 12%, respectivamente. La cosecha de 2024/2025 ha registrado un incremento del 13% en los precios y del 3% en el volumen comercializado, a pesar de los vaivenes meteorológicos registrados, indicó.
Por todo ello, el presidente de Coexphal calificó de “agridulce” la campaña, sin llegar a ser plenamente positiva, ya que “nos devuelve a los niveles del año 2022/2023”. Al menos, insistió en que supone un paso firme hacia la estabilización del sector y considera “alentador ver cómo encadenamos dos ejercicios consecutivos con incrementos en la producción comercializada”. Para continuar por esta senda, abogó por seguir “reforzando la competitividad del sector almeriense mediante innovación, control biológico, mejora de la eficiencia energética y defensa de unas condiciones comerciales justas frente a terceros países”.
Luis Miguel Fernández propuso una solución a esta escalada de costes laborales: “No luchamos para que bajen estos costes porque es casi imposible, la clave está en poder trasladarlos a las cadenas de distribución; si el consumidor de la Unión Europea quiere seguir consumiendo producto europeo tiene que pagarlo”.
La evolución de los costes en el campo ha pasado de 0,47 euros/kilo en junio de 2021 a 0,603 euros/kilo en junio de 2025, según desgranaron los representantes de Coexphal. Aunque la campaña 2024/2025 registró una contención, con apenas una subida del 1,5%, los costes permanecen en niveles un 30% por encima de los registrados en la etapa anterior al covid, señalaron.
Todos los cultivos mejoran en facturación, salvo el calabacín
La campaña 2024/2025 arrojó unos resultados positivos para todos los cultivos, excepto el calabacín. Por ingresos, los que mejor se comportaron fueron, en este orden, berenjena, sandía, pimiento, pepino, tomate y melón.
La berenjena y la sandía contabilizaron un alza del 32% en facturación, seguidos del pimiento, que obtuvo un 23%; a continuación, se situaron el tomate, con un 13% más de ingresos, y el melón, con un aumento del 12%. En cuanto a los volúmenes de producción de estos cultivos, la berenjena se redujo un 5% (134.500 toneladas), la sandía aumentó en kilos un 4% (416.700 toneladas), el pimiento mejoró un 1% (605.200 toneladas), el pepino creció un 16% (501.700 toneladas), el tomate descendió un 4% (570.500 toneladas) y el melón registró un 10% más (83.500 toneladas).
La ‘cenicienta’ del curso hortofrutícola 2024/2025 fue, sin duda, el calabacín, único cultivo que ha visto descender su facturación, con un 5% menos (292.800 toneladas), además del precio percibido por el agricultor (-9%). Sin embargo, ha registrado un incremento del 4% en el volumen de producción. Los motivos de este comportamiento, según los representantes de Coexphal, fueron un precio muy variable y un cultivo muy dependiente del clima, que dejó entrever una posible sobreoferta en los mercados por el auge de producción de otras zonas competidoras, entre ellas, Marruecos. Por ello, recordaron la importancia de realizar una “buena planificación” a la hora de producir y comercializar, tanto en kilos como en precios.
La lechuga, por su parte, mostró una evolución similar al año anterior, con una leve mejoría en facturación (3%) y un aumento de la producción en un 4% (131.200 toneladas). Si embargo, el precio no acompañó y se redujo un 2% en comparación con la campaña pasada.
El descenso de producción en tomate afectó a todas las categorías: -7% en suelto, -6% en pera y en rama, 2% en ecológico y -1% en cherry. Por su parte, el precio mejoró en todas: 21% en pera, 17% en suelto, 12% en cherry, 10% en ecológico y 7% en rama. Y la facturación también creció en todas, en comparación con el curso pasado: 13% en pera, 11% en cherry, 9% en suelto, 8% en ecológico y 1% en rama.
4.500 millones en valor comercializado, un 22% más
La Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural de Andalucía también ofreció los datos de la campaña hortofrutícola 2024/2025, que recogen el conjunto del sector, frente a los que ofrece Coexphal, que engloban en torno al 75% de los productores (se corresponden con sus asociados).
Según las cifras que maneja la Junta de Andalucía, la comercialización de frutas y hortalizas en origen creció un 22% hasta situarse en 4.501 millones de euros, 812 millones de euros más que la anterior. La exportación hortofrutícola, por su parte, registró 3.716 millones de euros, un 14% más, “unos valores muy positivos, indicadores del buen comportamiento que ha tenido la campaña”, señalaron desde la Consejería de Agricultura.
Con respecto a la producción, se obtuvieron más de 4 millones de toneladas, un 2,3% más que la pasada campaña. Los cultivos de mayor producción han sido pimiento con 913.000 toneladas, el tomate con 751.000 toneladas, la sandía con 629.000 toneladas, el pepino con 621.000 toneladas y el calabacín con 464.000 toneladas.
Por superficie, la campaña 2024/2025 contabilizó 62.743 hectáreas, lo que supone 1.132 más que la pasada campaña 2023/2024 y se traduce en un incremento de casi un 2% más de superficie. Hay que tener en cuenta que la Consejería de Agricultura incluye el doble ciclo en los invernaderos, de ahí esta cifra de 62.743 hectáreas, manteniéndose estable la superficie invernada real de Almería en torno a 33.000 hectáreas. Los cultivos de mayor superficie fueron pimiento con 12.719 hectáreas, sandía con 11.081, tomate con 8.170, calabacín con 7.610, y el pepino con 6.681 hectáreas.
Por productos, destaca el pimiento con un valor de 1.432 millones de euros, más de un 25% de aumento; seguido por el tomate con un valor de 908 millones de euros, con un aumento superiro al 18%; el pepino en tercer lugar con un valor de 677 millones de euros, un 32,5% más; la sandía con un valor de 478 millones de euros y casi un 34% más; y, en quinto lugar, el calabacín con un valor de 373 millones de euros, 3,5% más respecto a la campaña anterior.
En cuanto al precio medio de los diferentes productos hortícolas para esta campaña, la media contabilizada por la Consejería de Agricultura de Andalucía fue de 0,89 euros por kilo, lo que significa 0,09 euros/kilo más, un incremento de precio cercano al 12%.
En cuanto a superficie de control biológico, la superficie fue de 29.519 hectáreas, lo que supone 873 hectáreas más que la pasada campaña y se traduce en un incremento del 3%. Estas cifras significan que el 57% de la superficie de hortalizas invernadas se cultiva mediante técnicas de lucha biológica, con el pimiento como el cultivo de mayor representatividad, con 12.705 hectáreas y casi el 100% bajo control biológico. Le sigue el pepino con el 80% y 5.345 hectáreas, lo que significa un aumento de 609 hectáreas (+13%) en relación a la pasada campaña; y el tomate con 5.229 hectáreas, que ya utiliza lucha biológica en el 64% de la superficie cultivada.
Competencia creciente, sobre todo, en tomate
Coexphal también mostró los datos del mercado de tomate en la UE, poniendo el foco en la creciente competencia que se está registrando en los últimos años, sobre todo, por parte de Marruecos, además de Países Bajos, Francia, Bélgica y Turquía.
Luis Miguel Fernández destacó que las importaciones españolas de tomate procedente de Marruecos crecen un 31%, rellenando los huecos que el producto nacional no puede cubrir. La demanda española de esta fruta sigue siendo elevada y la caída de las ventas en volumen, en muchos casos, se debe a la escasez de oferta por las dificultades en el cultivo, indican desde Coexphal.
“La presión de Marruecos es cada vez más evidente. En la campaña 2024/205 han logrado un nuevo récord en sus exportaciones, con casi 680.000 toneladas enviadas a la UE y Reino Unido. Además, el crecimiento de su superficie invernada y la especialización en variedades de alto valor están desplazando al producto nacional en momentos clave de la campaña”, aseguró Fernández.
La principal zona de producción marroquí, según cifras oficiales, es Souss Massa, donde las autoridades marroquíes reconoce el cultivo de 24.000 hectáreas bajo invernaderos dedicadas a hortícolas, 7.700 exclusivas de tomate, en la campaña 2024/2025. Sin embargo, Coexphal denunció que un reciente estudio de la Junta de Andalucía cifra el total de producción protegida en 33.360 hectáreas, lo que supone un incremento del 17% en solo dos años. A ello hay que sumar otras 11.230 hectáreas en Kenitra y Larache. “Las extrapolaciones, sólo en Souss Massa, nos llevarían a más de 10.500 hectáreas de tomate”, indican desde Coexphal.
Respecto al resto de competidores, Países Bajos enlaza tres campañas en positivo: recupera el nivel previo a la crisis iniciada por el aumento del coste de la energía. En un solo año sus exportaciones aumentan un 12% y se acercan al millón de toneladas, casi un 20% más que su propia capacidad productiva. Ya en 2024, Países Bajos aumentó su producción un 14% (alcanzando las 828.000 toneladas) con una superficie (1.726 hectáreas) un 2% menor que un año antes.
“Países Bajos ha recuperado su nivel precrisis y sus exportaciones ya superan su capacidad productiva. Francia y Bélgica refuerzan su papel como reexportadores, mientras que Turquía, pese a una caída puntual, sigue ganando terreno en Europa”, indicó Fernández.
Duras críticas a la Comisión Europea
El gerente de Coexphal realizó una dura crítica al comportamiento de la Comisión Europea en relación con las sentencias del Tribunal de Justicia de la UE sobre el Sahara del 4 de octubre de 2024, que establecen la exclusión de las producciones del Sahara de las ventajas arancelarias del Acuerdo de Asociación entre la UE y Marruecos y la obligatoriedad de identificar el país de origen a la hora de comercializar el tomate y el melón.
“La Comisión Europea lleva un año trabajando para tumbar las dos sentencias”, afirmó Luis Miguel Fernández. Desde Coexphal creen que lo llevarán a cabo a finales de septiembre o principios de octubre e irá directamente a la UE "por la vía de urgencia", ya que “modificar el acuerdo de asociación es complicado porque esa modificación tendría que pasar por el Parlamento Europeo y reconocer que el Sahara pertenece a Marruecos, con lo cual, esto último, es un punto a favor de los productores españoles”, añadió Fernández.
Además, recordó que Marruecos incumple sistemáticamente el cupo de exportación de tomate con destino a la UE, fijado en 285.000 toneladas por campaña, mientras “está exportando el doble”. Lamentó que el sector hortofrutícola español sigue siendo “moneda de cambio” ante los intereses geopolíticos, empresariales, sociales y de inmigración de la UE, perjudicando directa e indirectamente al sector, y denunció que los costes de producción aún son más bajos en el Sahara en comparación con Marruecos, al no disponer de garantías sociolaborales y donde ni siquiera se firman contratos, todo es verbal.



















