Jornada Interempresas celebrada en el salón de actos del CEBAS-CSIC

Técnicos, investigadores y profesionales de este sector analizaron la situación actual y los retos de futuro a los que se enfrentan los cultivos de hoja y brásicas poniendo el foco en las herramientas y soluciones para incrementar la productividad, la optimización del riego y la fertilización, la fórmula para lograr un suministro constante, así como el control de plagas y enfermedades.

El director del CEBAS-CSIC, Pedro Martínez-Gómez, inauguró la jornada ‘Sostenibilidad y rentabilidad en el cultivo de hoja y brásicas'.

El salón de actos del Centro de Edafología y Biología Aplicada del Segura (CEBAS), adscrito al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), acogió la jornada organizada por Interempresas bajo el lema ‘Sostenibilidad y rentabilidad en el cultivo de hoja y brásicas’, que se celebró el 29 de abril, y reunió a técnicos, investigadores y profesionales de este sector, quienes abordaron las claves sobre la situación actual y los retos de futuro a los que se enfrentan estos cultivos.

Además, analizaron en profundidad cómo se pueden obtener producciones más eficientes y sostenibles, las novedades en semillas que permiten proporcionar un suministro constante de acelga y espinaca, las herramientas de control y prevención de plagas y enfermedades, las soluciones para optimizar el agua para riego, las tendencias comerciales de los productos de hoja y brásicas y las medidas que se deben impulsar para aumentar su consumo.

El director del CEBAS-CSIC, Pedro Martínez-Gómez, explicó, durante la ponencia inaugural, la profunda relación existente entre las investigaciones que llevan a cabo en el centro y el ecosistema agroalimentario mediterráneo, en un evento que condujo Elio Sancho, coordinador de Horticultura y Distribución Hortofrutícola en Interempresas.

“En estos momentos, la investigación en España, la transferencia del conocimiento, la tecnología y la conexión de los centros de investigación con las empresas es estratégico y una cuestión de interés nacional, por lo tanto, este tipo de eventos son esenciales para el CEBAS”, apuntó Martínez-Gómez, que recordó que “aproximadamente un 30% de los proyectos que tenemos en marcha son proyectos realizados conjuntamente con empresas”.

El director del CEBAS explicó que el centro se creó en 1958 aunque, inicialmente, ya desarrollaba sus primeras iniciativas a desde 1954. Cuenta con una finca experimental de 30 hectáreas en Santomera y su objetivo es “fortalecer la sostenibilidad económica y ambiental del ecosistema agroalimentario mediterráneo”.

Pedro Martínez-Gómez analizó el ecosistema agroalimentario mediterráneo y cómo le afectan las variaciones de temperatura estimadas entre 2010 y 2070, un territorio en el que se cultivan en torno al 90% de las frutas y verduras del mundo. Por ello, considera principal que los nuevos retos del ecosistema agroalimentario mediterráneo estén enfocados a resolver la problemática derivada del cambio climático de forma que “podamos seguir potenciando la sostenibilidad ambiental, la economía y los recursos del área mediterránea” ante el incremento de temperaturas de entre 3 y 5 grados en toda España y de más de 5 grados en la zona mediterránea”.

El director del CEBAS mostró la evolución de los principales cultivos de la Región de Murcia a lo largo de las últimas cinco décadas y, con ello, la capacidad de adaptación y la resiliencia de los productores, destacando la progresión ascendente, a partir de los años 90, de los cultivos de alcachofa y brócoli, y posteriormente, de lechuga, que en la actualidad se han convertido en actores principales de la huerta murciana. Todo ello, apoyado en la innovación varietal, la investigación en nuevas metodologías y en la optimización del riego, reconoció Martínez-Gómez, lo que ha hecho posible que la Región de Murcia aglutine el 80% de la producción de apio española, más del 40% de la de lechuga, el 40% del brócoli, más del 30% de la de espinaca y el 20% de la de coliflor, remarcó.

El director general de Proexport, Fernando P. Gómez, ofreció las principales tendencias y cifras sobre los cultivos de hoja. Explicó que en el mundo se cultivan en torno a 28 millones de toneladas de lechuga, cuyo principal país productor es China, con más del 50% del total, mientras que España se sitúa en cuarta posición, por detrás de Estados Unidos e India, con más de 33.000 hectáreas de producción y se encuentra “en el club del millón de toneladas”.

España lidera el cultivo de lechuga en Europa, siendo Murcia la región más importante para la exportación. Junto a la Región de Murcia, también destacan Andalucía, la Comunidad Valenciana y Castilla-La Mancha, estas dos últimas, como zonas productoras en la época invernal.

Además, Gómez apuntó que en Estados Unidos destaca California como principal estado productor, mientras que México es un gran abastecedor para EE.UU., especialmente, en la temporada de invierno. En el ‘top 10’ productor mundial, el representante de Proexport también hizo hincapié en Italia, en la quinta posición, con unas 800.000 toneladas; México, con unas 600.000; Japón, con 55.000; Turquía, 500.000; Francia, 450.000; y Alemania, con 400.000.

Descendiendo al plano nacional, Fernando P. Gómez desgranó los datos de las principales variedades de hoja que se cultivan en España, en la que destaca la lechuga iceberg, con 13.500 hectáreas. Le sigue la lechuga romana, con casi 10.000 hectáreas, que se divide en 4.700 hectáreas de adulta, 3.400 de little gem y 1.800 de mini romana; la espinaca cuenta con 4.000 hectáreas, la escarola con 2.500, el baby leaf alcanza las 1.200 y el trocadero suma 800, mientras que las diferentes especialidades arrojan una cifra de 1.800 hectáreas.

Gómez también abordó las principales tendencias en producción y comercialización. En ese sentido, el sector de hoja está registrando un crecimiento constante, lo que se traduce en un aumento sostenido de la producción en la última década, impulsado por la demanda de ensaladas y la agricultura intensiva. En Europa, el área mediterránea sitúa a España e Italia como líderes absolutos: “Son los principales productores en la UE, gracias a su clima y tecnología de riego; además, el sureste español es fundamental en el periodo otoño-invierno para suministrar a los consumidores europeos”, apuntó.

En cuanto a la competencia de otras zonas europeas, Fernando P. Gómez señaló a Alemania, Polonia y Rumania como principales amenazas, que han registrado un notable crecimiento en últimos años gracias a su apuesta por la modernización agrícola y el acceso a mercados centroeuropeos en la época de verano. Por su parte, existe una escasa competencia del Magreb por el carácter tan perecedero del producto, aunque advirtió que “Egipto y Marruecos podrían desarrollar logística más eficiente en el futuro”.

El director general de Proexport destacó el buen hacer de los agricultores de hoja en España, gracias al uso generalizado de riego tecnificado, que alcanza ya un 85% de riego por goteo, lo que ha aminorado notablemente el impacto de la sequía registrada en los últimos años, principalmente, entre 2022 y 2024. A ello se une su buen posicionamiento competitivo, apoyado en un óptimo sistema logístico, que permite entregar los productos desde el campo hasta los supermercados europeos en un plazo de 48 horas; y gracias a la apuesta por la tecnología, pues la mayoría la producción utiliza agricultura de precisión y se manipula en finca.

El mercado de productos de hoja arroja dos tendencias muy claras en materia de comercialización: la demanda de ensaladas 'ready-to-eat' complementa el consumo de fresco y, por otra parte, existe una tendencia al alza en baby leaf y cultivos gourmet, con un incremento de la demanda de rúcula y canónigos desde 2020.

España es un referente en exportación de cultivos de hoja en el contexto europeo. Según los datos desgranados por el director general de Proexport, se exportan más de 740.000 toneladas de lechuga, en torno a 82.000 toneladas de endivia y escarola y cerca de 40.000 toneladas de espinaca, según datos correspondientes a 2024. La Región de Murcia aglutina el 68% de la exportación de lechuga española y el 58% de la exportación de endivia y escarola. Los principales destinos de la lechuga son Alemania (más de 177.000 toneladas), Francia (135.000 toneladas), Italia (77.000 toneladas), Países Bajos (casi 57.000), Polonia (casi 40.000) y Suecia (más de 24.000).

En cuanto a las ensaladas y otras hortalizas preparadas, la distribución absorbe el 75% del total, mientras que la restauración suma el 18% y las exportaciones suponen el 7% restante. La tendencia de la distribución como cliente principal es creciente, mientras que la restauración y las exportaciones tienden a la baja.

El consumo per cápita de lechuga, espinaca y IV Gama sitúa a Alemania como principal cliente, con 8,5 kilos y una tendencia creciente, al registrar un aumento del 12% en 2023 respecto al año anterior, con el producto orgánico al alza, según los últimos datos disponibles. Le sigue Francia, con 7,8 kilos, y un aumento del 9% en el canal Horeca, y Países Bajos, con 7,2 kilos, que registra un elevado consumo en fresco (60% del total); España se sitúa en sexta posición en Europa con 6 kilos per cápita, registrando un mayor consumo en invierno y con preferencia por la lechuga troceada y las mezclas.

Fernando P. Gómez también abordó la sostenibilidad de estos cultivos desde su triple óptica, económica, social y ambiental. “Hemos perdido entre 35 y 40 días de comercialización, pues el incremento de la oferta del norte y del centro de la UE nos está desplazando”, apuntó. “Cuando sobra una lechuga parece una hecatombe y cuando falta una lechuga, no somos capaces de rentabilizar esta realidad”, añadió. Además, ofreció una tendencia: “La mayoría de las empresas de hoja están reduciendo iceberg y manteniendo las líneas especiales”.

Respecto a la sostenibilidad ambiental, insistió en la importancia del uso del control biotecnológico de los cultivos al aire libre, combinando la utilización de feromonas de confusión sexual con productos fitosanitarios respetuosos con el medio ambiente; los planes de acción de la biodiversidad en las fincas de producción; la reducción de plásticos agrícolas; la eficiencia hídrica, con una mejora continua de los sistemas de riego para ser más eficientes; tendencia hacia una agricultura de residuo cero, el cálculo y la reducción de la huella hídrica y la huella de carbono; y apostar por nuevas técnicas eficientes de fertirrigación mediante el uso de inhibidores de la nitrificación.

También se cuestionó cómo conseguir la sostenibilidad reduciendo el empaquetado hasta lo mínimo imprescindible. “Si utilizamos un film vegetal, suponiendo que lo haga en base a cebolla o patata, ¿cuánta superficie de producción y consumo de agua aumentaría? Si enviamos más a granel, ¿cómo aumentamos el aprovechamiento?”, se preguntó. “Además de conseguir productos frescos, se ha retomado el valor añadido de sabor y la facilidad de preparación, pero además necesitamos aumentar las productividades para no desaprovechar los recursos. La cuestión es: ¿existen esas variedades?”, añadió.

En cuanto a la sostenibilidad social, Fernando P. Gómez recordó la importancia de regular y cumplir los convenios colectivos, atraer trabajadores y talento, incidir en la igualdad, la estabilidad y la integración cultural, evitar fraudes y economía irregular desarrollar prácticas avanzadas de responsabilidad social corporativa y comunicar más y mejor, acercando la actividad agrícola a la sociedad.

Por último, abordó las tendencias del consumidor en cultivos de hoja y destacó que se enfocan hacia las especialidades, sin olvidar el tándem orgánico – convencional, la apuesta creciente por la salud y el bienestar, la conveniencia, los productos locales y regionales, la tendencia hacia innovaciones verdes, el auge de los flexitarianos, el crecimiento de la lechuga iceberg, la presión en cuanto a los precios y la demanda de “publicidad más fresca”.

La presidenta del Comité Científico de +Brócoli y profesora de investigación en el CEBAS-CSIC, Micaela Carvajal, participó, junto a la ingeniera agrónoma y CEO de Abiopep, Yolanda Hernando, en la mesa redonda ‘Investigaciones para mejorar la productividad y el control de enfermedades’. Carvajal explicó cómo fortalecer la resiliencia de brásicas y cultivos de hoja frente al cambio climático, recordando los efectos negativos que este provoca en la agricultura, entre ellos, el incremento de infecciones por patógenos, los daños por calor extremo, la dificultad a la hora de planificar por la falta de fiabilidad de las predicciones, el aumento de la erosión del suelo, el incremento de la mala hierba, la disminución de la eficacia de los herbicidas y pesticidas y el aumento del estrés por alta humedad y sequías.

Carvajal desgranó que, al identificar nuevos objetivos moleculares y rutas, “podemos acelerar el diseño de cultivos del futuro resistentes al estrés, avanzando hacia una agricultura sostenible en un clima cambiante”. Para ello, como responsable del Grupo de Investigación Aquaporinas del CEBAS-CSIC, puso el foco en las aquaporinas, que son las proteínas que regulan la fotosíntesis y la transpiración, por ser las encargadas de facilitar el paso del agua y el dióxido de carbono a través de las membranas celulares de la planta. En este sentido, desgranó el impacto que tienen las aquaporinas en la resistencia al estrés, tanto salino como hídrico, y su importancia como marcadores en programas de mejora para resistencia a estos estreses. Además, señaló que el aporte de micronutrientes en nanoencapsulaciones que estimulan las aquaporinas suponen una solución para reducir las fisiopatías, así como para incrementar el contenido de mineral para la biofortificación y el control del desarrollo.

Por su parte, Yolanda Hernando explicó el nacimiento de Abiopep como una spin-off del CEBAS, con el objetivo de obtener una producción y comercialización de soluciones biotecnológicas para la mejora de la calidad y productividad en hortalizas, a través de la investigación y el desarrollo de tecnologías relacionadas con la sanidad vegetal y los virus de las hortalizas.

Hernando centró su intervención en la enfermedad de la vena ancha de la lechuga, LBVD (Lettuce big vein disease) y habló del Virus Mirafiori de la vena ancha de lechuga (Mirafiori lettuce big-vein virus, MiLBVV), el Virus asociado a la vena ancha de lechuga (Lettuce big-vein associated virus, LBVaV), así como el vector de trasmisión a través de zoosporas del hongo del suelo Olpidium virulen. La CEO de Abiopep apuntó que el mayor grado de incidencia de la enfermedad de la vena ancha de la lechuga se produce en otoño (39%), seguido del invierno (35%), mientras que desciende en verano (14%) y en primavera (12%).

Yolanda Hernando la importancia de desarrollar métodos de identificación y cuantificación de los microorganismos responsables de LBVD: caracterización de los virus responsables de la enfermedad y optimización de las técnicas de qPCR. También es fundamental identificar las posibles fuentes de dispersión, así como el aislamiento y caracterización de un nuevo microorganismo con capacidad bioestimulante y efecto biocontrol sobre LBVD: una nueva cepa de una especie muy poco frecuente del género Pseudomonas, además del desarrollo de un bio-producto basado en el microorganismo.

Juan Manuel López, Chief Technical Officer en Probelte, habló de ‘Estrategias microbiológicas para la conservación de suelos, control de plagas y enfermedades en sistemas de agricultura intensiva’. López recordó que los grandes desafíos de la agricultura intensiva se centran en las variaciones agroclimáticas, la sequía y el acceso al agua, la mano de obra y los costes de producción, la competencia creciente, la demanda cada vez más exigente del consumidor final y la reglamentación europea y sus restricciones.

Ante esta situación, Juan Manuel López propuso la utilización de microorganismos como solución para mejorar la fertilidad y la estructura del suelo, ofreciendo una mayor protección y favoreciendo la superación de los estreses. En la actualidad, Probelte proporciona a los productores un total de 236 soluciones: 179 abonos o bioestimulantes y 57 biopesticidas. Destacó que “no todo vale” en el uso de microorganismos, pues hay que tener en cuenta parámetros como los protocolos de dosis a aplicar, la calidad del producto (certificaciones y genética controlada), la simbiosis efectiva con el cultivo y la legalidad vigente para su uso.

López explicó que desde Probelte ha decidido integrar más tecnología e innovación con empresas ubicadas en otras zonas y en España para “aprovechar todo ese potencial a nivel de producto de mercado, así como de conocimiento y tecnología que aporta cada una”, y así ha surgido Probelte by Agronova Biotech.

“En Molina de Segura, Probelte dispone de una biofactoría que no existe en ningún otro sitio, pues vienen hasta aquí las grandes multinacionales a visitarnos y nos piden asesoramiento y participación para otros proyectos, lo que supone un gran orgullo para Murcia, que lo que aquí produce se distribuye a nivel global”, subrayó.

El punto de partida que otorga a Probelte una ventaja competitiva es saber escuchar, interpretar y traducir a la naturaleza para ver qué nos permite hacer la tecnología y ponerlo en valor. Todo ello lo hacemos a través de un gran banco de cepas. Todo ello, respaldado por un gran número de publicaciones científicas, avaladas por universidades y centros de investigación a nivel internacional.

Con más de 20 años de experiencia, Probelte realiza pruebas en laboratorio, ensayos en semi-campo y campo, para proceder al registro y posteriores demostraciones con agricultores. De esta forma, su portfolio enfocado a hoja presenta 90 cepas para biofertilización, biocontrol y bioestimulación, con un solo objetivo, “la parte del suelo, que es la más importante, es el que debemos cuidar y mantener”, apuntó.

Juan Manuel López mostró los productos de biocontrol: Belthirul, un bioinsecticida para control de lepidópteros; Botrybel, un biofungicida foliar para un cultivo saludable; y Bulhnova, una solución biológica para asegurar una agricultura eficiente y resiliente. Bulhnova permite una mayor actividad biológica, más solubilización de nutrientes clave, menor acumulación de nitratos y reducción en caliza activa y total, lo que otorga “beneficios agronómicos a largo plazo”. Además, mostró los resultados de aplicar Bulhnova en producción de lechuga, que aumenta la producción en un 9%, según un ensayo realizado en 2024 en Murcia.

Además, López señaló la importancia de apostar por una gestión agronómica de las fincas basada en el diseño de estrategias, la adaptación al cultivo y la zona y el uso de metadatos especializados, lo que optimiza la toma de decisiones técnicas.

José Carlos Grajeda, responsable de Desarrollo de Espinaca y Acelga para KWS España, y Lorena Sánchez, Account Manager Baby Leaf KWS España, analizaron los principales problemas en el cultivo de espinaca y acelga y cómo se puede asegurar su suministro constante.

KWS es una multinacional de origen alemán, presente en 70 países, especializada en cultivos extensivos que, en 2019 impulsó KWS Vegetales al poner en marcha sus primeras estaciones de investigación en los principales mercados mundiales de semillas de hortalizas para impulsar el desarrollo de semillas de espinaca, acelga, judía, remolacha de mesa, pimiento, tomate, pepino, melón y sandía. Hoy cuenta con 13 centros de I+D y está presente en 12 países.

Entre las dificultades para garantizar un suministro constante, los representantes de KWS Vegetales señalaron las condiciones climáticas adversas en las zonas de producción, la pérdida de producto en campo y durante el procesado, la disponibilidad de semilla, la vida postcosecha, así como las plagas, enfermedades y fisiopatías en campo, entre ellas, el mildiu, la roya blanca, leaf spot (mancha foliar), enfermedades de damping off (fusarium o phyhium), la salinidad, además de plagas como el ácaro blanco, delia y liriomyza.

KWS Vegetales pone el foco en toda la cadena de valor y busca unas características agronómicas concretas para sus desarrollos, que ofrezcan resistencias, productividad, para obtener más kilos por hectárea, una rápida germinación, rusticidad y uniformidad. Todo ello, con unos parámetros de calidad: valor nutricional, sabor y textura, buena apariencia, vida útil y suministro continuo.

José Carlos Grajeda y Lorena Sánchez presentaron KWS Vital Pack MildewProtect, es decir, variedades con resistencia a mildiu para espinacas baby híbridas. Se trata de una solución que proporciona una protección sostenible contra el mildiu velloso, una enfermedad común y destructiva en los cultivos de espinaca. “MildewProtect es nuestra mejor solución genética para limitar la aparición del mildiu, una solución fundamental para mantener espinacas de alta calidad durante toda la temporada de cultivo”.

También mostraron Initio, el tratamiento innovador de semillas de KWS para protegerlas y favorecer la germinación y el vigor. Se trata de un tratamiento de semillas personalizado que ayuda de forma óptima a las plantas en su fase inicial de desarrollo, ofreciendo más seguridad en el rendimiento, un cultivo más uniforme con un mayor desarrollo radicular y una mayor ingesta de nutrientes.

Cristina León, del Departamento Agronómico de Herogra Group, se centró en la importancia de realizar una buena gestión del suelo, pues existe una problemática debido al “desgaste de sobreutilización que estamos teniendo en todos los países, no solo España”. Dependiendo de cada zona, la problemática puede estar asociada a compactación, erosión, pérdida de materia orgánica, lo que provoca “la pérdida de esos primeros centímetros que son tan importantes”, apuntó.

También destacó los problemas de salinidad asociados al suelo, así como de contaminación, lo que “nos preocupa a nivel de productividad, en el día a día, y también para la sostenibilidad futura”. Por ello, Herogra Group apuesta por la biotecnología como solución al problema de degradación del suelo. En ese sentido, la compañía se refiere, principalmente, al uso de bacterias PGPR, que son “promotoras del crecimiento vegetal”. Estas bacterias proporcionan una serie de beneficios agronómicos para el cultivo, como son una mejor absorción de nutrientes, reducción del uso de fertilizantes, aumento del rendimiento y la calidad, mejora la tolerancia al el estrés abiótico y sostenibilidad y resiliencia.

Cristina León explicó que las bacterias PGPR no sirven todas para lo mismo, “hay que saber qué problemática tenemos y qué necesitamos solucionar porque las bacterias PGPR tienen diferentes mecanismos de acción, pero no todas son igual de efectivas en todos esos mecanismos”. Presentó Totem, uno de sus productos estrella, un bioestimulante de última generación, basado en la tecnología Orygin 2.0, a partir de un proceso de fermentación exclusiva del microorganismo extremófilo Bacillus Velezensis HE05 que desarrolla, de forma natural, metabolitos únicos de alta actividad en la planta.

Totem produce compuestos que promueven el crecimiento radicular y aéreo, con un mayor grosor del tallo de la planta. Su efecto dual, en suelo y planta, contribuye a un mejor ambiente y regeneración radicular, una mayor disponibilidad y asimilación de nutrientes por la planta y al incremento de la capacidad productiva del cultivo. Esto se traduce en un desarrollo equilibrado que no potencia el desarrollo vegetativo frente al reproductivo.

Herogra Group ha evaluado la eficacia de Totem para mejorar el desarrollo y crecimiento de brócoli, y ha observado que consigue un aumento de biomasa aérea con respecto al control e incrementa considerablemente el volumen radicular tanto de raíces primarias, como secundarias con respecto al control.

Cristina León insistió en que mediante técnicas de biocontrol “podemos recuperar y mejorar la capacidad productiva de nuestros suelos”. Por su parte, al utilizar totem, se genera una sinergia entre suelo y cultivo que contribuye a un desarrollo equilibrado radicular y foliar. “Con los mismos recursos, el cultivo resiste a las condiciones de estrés y aumenta la capacidad productiva”, apuntó.

Juan Pedro Paredes, técnico comercial de la Delegación Murcia de Regaber, ofreció una ponencia sobre el uso de riego inteligente en los cultivos de hoja. Con nueve décadas de historia a sus espaldas, la compañía desarrolla soluciones eficientes y sostenibles de protección de cultivos, riego y tratamiento de agua, con la vista puesta en dar respuesta a las tendencias y retos del sector agro.

A través de Regaber, el Grupo MAT Holding es líder en el mercado de riego por goteo en España y Portugal, en busca de una agricultura más saludable, sostenible, competitiva y rentable, adaptándose a las necesidades de cada cultivo, apuntó Paredes.

Respecto a los cultivos de hoja, Juan Pedro Paredes explicó que Regaber emplea varios sistemas de riego: por goteo mediante cinta desechable, de un solo uso, con Streamline X; riego por goteo con tubería multicampaña, mediante Aries y Dripnet; y riego de germinación por aspersión más riego por goteo, a través de Meganet y Flexnet.

Streamline X es una tubería de goteo de pared delgada, de entre 5 y 8 milímetros, que incorpora 2 nervios internos para mejorar el área de soldadura del gotero a la tubería y costillas en toda la superficie externa de la tubería que asegura la tubería en sí no está en contacto directo con el suelo y las superficies, por lo tanto, evita la abrasión y protege la tubería de los defectos que provienen de los elementos en el suelo y otras superficies, mejorando así la robustez de la tubería.

En cuanto a los marcos, Paredes indicó que la tendencia es hacia utilizar camas más anchas, de entre 1,8 y 2 metros, con 8-10 líneas por cultivo por cama, lo que supone entre 4 y 5 líneas de riego. Gracias a una mayor densidad de plantación se reduce la evaporación y se produce más con menos superficie. El riego se entierra a una profundidad de entre 3 y 5 centímetros y se instala al mismo tiempo que la siembra.

Por su parte, la tubería plana Flexnet es muy flexible, con los conectores directamente soldados a la tubería de fábrica, que permiten reducir los costes de instalación y posibilitan una conexión segura y sin fugas, reduciendo los tiempos de instalación y desmontaje, así como los costes de mano de obra, transporte y almacenamiento.

También explicó el funcionamiento de la plataforma digital Vegga para la gestión de cultivos, que optimiza el rendimiento de la explotación gracias a los indicadores que generados utilizando las últimas tecnologías digitales y el asesoramiento de expertos. Su enfoque integral optimiza la toma de decisiones en tiempo real, mejorando la eficiencia y sostenibilidad de la producción, proporcionando un riego de precisión, una óptima gestión de fincas, mejora la gestión de plagas y enfermedades y proporciona recomendaciones agroclimáticas. Vegga integra en una única plataforma todas estas herramientas necesarias para la producción: cuaderno de campo, plagas y enfermedades, monitoreo agroclimático, riego asistido e informes y análisis.

Alfonso Cano, responsable de Desarrollo de Negocio Estratégico para el Sureste en FMC, ofreció una ponencia con la que mostró las propuestas de la compañía para el manejo sostenible y rentable de los cultivos hortícolas y, en concreto, se centró en cómo solucionar los problemas de Delia Radicum en brásicas.

Con más de 140 años de historia, FMC invierte el 7% de sus ingresos en I+D, cuenta con 21 factorías, 5 laboratorios de investigación y desarrollo y más de 6.400 empleados, siendo el proveedor líder de soluciones innovadoras de protección de cultivos para productores de todo el mundo.

“Nuestros centros de fabricación dentro de Europa nos permiten estar cerca de las necesidades de nuestros clientes de una manera flexible y sostenible”, indicó Cano, quien apuntó que se encuentran en Uffholtz (Francia), Stade (Alemania), San Colombano (Italia), Flintshire, (Reino Unido), Ronland (Dinamarca), Cheboksary (Rusia).

Cano habló de Arc farm intelligence, la primera aplicación móvil que ofrece una capacidad única en la visualización de las presiones de las plagas en tiempo real y de forma personalizada, desarrollada por FMC. También destacó la importancia que FMC le otorga a la óptima gestión del uso del agua y la agricultura sostenible, por lo que promueve la Cátedra FMC Agricultural Sciences en la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT) se enfoca en la optimización del uso del agua y la gestión sostenible en la agricultura.

Respecto al control de plagas, Alfonso Cano recordó el gran volumen de cambios regulatorios que ha experimentado el campo en los últimos años, que han reducido vertiginosamente el número de materias activas disponibles. Habló de la incidencia de Delia Radicum en brásicas, así como del auge de nuevas especies de trips, por lo que abogó por una serie de atributos fundamentales para un insecticida: eficacia, persistencia, flexibilidad de uso, menor número de aplicaciones, amplio espectro, mayor rendimiento, sin residuos, seguridad para el aplicador, que sea compatible con la fauna auxiliar y de bajo perfil toxicológico.

En ese sentido, enumeró las principales soluciones de FMC, a base de Cyazypyr, un insecticida de última generación que pertenece a la familia química de las diamidas antranílicas: Benevia y Exirel, ambos de aplicación foliar, gran penetración en los tejidos vegetales, movimiento sistémico local y cubrición mejorada y disponibilidad de Cyazypyr; y Verimark, de aplicación en suelo a través del riego, que permite una absorción optimizada por la raíz, movimiento sistémico vía xilema, selectividad en el cultivo y en las nuevas raíces, además de protección eficaz de hojas viejas y jóvenes contra un espectro cruzado de plagas.

Cyazypyr actúa contra escarabajos, gorgojos y chinches, cicadélidos, orugas, trips, pulgones, minadores, mosca blanca y dípteros. Alfonso Cano explicó que cumple con los requisitos que se esperan de un insecticida, además de que ayuda a reducir el estrés biótico, lo que supone una oportunidad para obtener más calidad y mejores cosechas y rendimientos, tal y como FMC ha demostrado con sus ensayos en campo, en los que ha obtenido incrementos del rendimiento medio de la cosecha de entre el 7 y el 17%, dependiendo del cultivo.

Luis Miguel Ayuso, coordinador del Área de Agua y Medioambiente del Centro Tecnológico Nacional de la Conserva y la Alimentación (CTNC), explicó las prinicipales líneas de I+D y servicios que desarrolla el centro, “que cuenta con más de 120 empresas asociadas y trabaja para más de 500 empresas cada año”.

Ayuso se centró en el aprovechamiento de los subproductos procedentes de las brásicas para su uso en la industria agroalimentaria. Entre los proyectos relacionados con el uso de los restos de brócoli, destacó:

- Microextract: aplicación de solventes sostenibles asistidos con microondas para la extracción optimizada de compuestos antioxidantes en matrices vegetales.

- Noveltech: comparación de tecnologías convencionales y emergentes para la extracción de compuestos de interés, a partir de residuos agroalimentarios.

- Agromatter: establecimiento de una Red Cervera para el desarrollo de materiales técnicos altamente sostenibles derivados de subproductos o residuos de la industria agrícola.

- Recupera: obtención de hidrolizados proteicos a partir de subproductos vegetales mediante protocolos asistidos por ultrasonidos HD.

- Agro2Circular: solución Sistémica Circular Territorial para el Upcycling de Residuos del Mercado Agroalimentario.

- Agromat: gestión integrada y sostenible de subproductos orgánicos de la industria agroalimentaria para el desarrollo de materiales para el sector del mobiliario.

Ayuso abogó por el desarrollo de rutas de valorización innovadoras para la recuperación de activos de residuos agroalimentarios y el impulso de la economía circular a través de tecnologías y protocolos sostenibles, altos rendimientos de extracción y bioactivos estables que permitan la producción de nuevos alimentos, la formulación de cosmética y nutracéutica, así como la creación de biomateriales.

Asimismo, señaló las principales aplicaciones de los residuos de brásicas como sustrato orgánico, así como para aplicaciones industriales por sus compuestos fenólicos, flavonoides, antioxidantes, carotenoides, azúcares, proteínas y fibra alimentaria, lignina, celulosa y fibras.

Miriam Romero, perteneciente al Grupo de Investigación de Cultivo de Tejidos Vegetales del IMIDA, puso en contexto el cultivo de brócoli en el mundo y apuntó que España se encuentra en el ‘top 5’ mundial, junto a China, India, Estados Unidos y México, aunque en el caso de los exportadores, España se sitúa en el ‘top 3’ junto a China y México. Además, “siete de cada diez brócolis que se exportan de España a otros países se han producido en la Región de Murcia”, subrayó.

Romero apuntó los principales retos que tiene ante sí el cultivo de brócoli: factores climatológicos, fitopatológicos y socioeconómicos. “Los retos climáticos, como las altas temperaturas, las heladas tardías y las lluvias intensas, combinados con enfermedades y plagas, así como las exigencias del mercado, ponen una presión constante sobre los productores de brócoli en la Región de Murcia, lo que puede reducir tanto la cantidad como la calidad de la cosecha, afectando la rentabilidad y la sostenibilidad del sector a largo plazo”, explicó.

En ese sentido, indicó cómo la mejora genética puede contribuir a mejorar esta situación, de forma que se incrementen los rendimientos, una producción homogénea y recolección solapada, mejora los atributos nutricionales y contribuye a adaptarse a los estreses del cultivo y a mejorar la resistencia a plagas y enfermedades. Eso sí, recordó que en un programa de mejoramiento genético convencional, es decir, sin biotecnología avanzada, el proceso puede necesitar, aproximadamente, entre 8 y 12 años.

Por otro lado, Miriam Romero explicó que el grupo de Cultivo de Tejidos Vegetales del IMIDA trabaja en líneas de mejora genética usando herramientas biotecnológicas. “Tratamos de alcanzar con técnicas de cultivo in vitro los objetivos que la mejora genética y la hortofruticultura clásicas por sí solas no pueden lograr”.

Además del cultivo in vitro y la micropropagación, entre las herramientas biotecnológicas, Romero destacó la transformación y edición genética CRISPR-Cas9, una técnica de edición genética que permite modificar genes específicos dentro del genoma de una planta con gran precisión, sin introducir mutaciones indeseadas. Por un lado, se introducen las características deseadas directamente en las variedades de brócoli, como resistencia a enfermedades, mejor adaptación a las condiciones de temperatura o mejora de la calidad nutricional; y por otro, se eliminan genes no deseados para mejorar la tolerancia a factores de estrés.

Como broche a la jornada, se desarrolló un diálogo entre Carlos Soto, director de Ca’nova España, y Elio Sancho, con el que analizaron las tendencias comerciales de las frutas, las hortalizas, los productos de hoja y brásicas y las fórmulas para buscar un aumento de su consumo.

Soto abogó por la búsqueda de la diferenciación a través de ofrecer un valor añadido, de forma que cada empresa obtenga una ventaja competitiva clara. También habló de que la gran distribución “ya no necesita expertos en frutas y hortalizas, pues ahora los jefes de Frutas y Hortalizas de las grandes cadenas son expertos en Económicas, mientras que su jefe es informático o analista de datos, los expertos somos nosotros, los que vendemos las frutas y las hortalizas”, por lo que recomendó anticiparse a las necesidades, requisitos y tendencias comerciales.

Respecto a las tendencias de consumo, señaló que las nuevas generaciones de compradores compran a golpe de clic, en internet, y hay que saber posicionarse para llegar hasta ellos porque la venta online de frutas y hortalizas no termina de funcionar, a pesar de todas las iniciativas que se han intentado desarrollar.