Koppert, aliado estratégico para el control biológico de plagas en los frutos rojos

La compañía ha desarrollado una estrategia pionera en el uso de fauna auxiliar para prevenir, controlar y hacer frente a las plagas que están dañando los cultivos de berries en Huelva. Tras una fase inicial de ensayos en campo, en la campaña 2024/2025, Koppert ha impulsado comercialmente una estrategia para la lucha biológica frente a Scirtothrips en frutos rojos, que ha comenzado a implantar en una decena de empresas, entre ellas, en la Cooperativa Santa María de La Rábida (Fresón de Palos).

Visita de prensa especializada a un invernadero de fresas que cultiva Cristian Cumbreras, socio de la Cooperativa Santa María de La Rábida (Fresón de Palos), en Moguer (Huelva), utilizando control biológico proporcionado por Koppert.

La provincia de Huelva cultiva más de 12.000 hectáreas de frutos rojos en la campaña 2024/2025, según los datos facilitado por la Asociación de Productores y Exportadores de la Fresa de Huelva (Freshuelva), unas cifras que reflejan un incremento en todos los productos en comparación con el curso anterior y una ganancia de unas mil hectáreas de superficie.

Este año, el auge de la incidencia de algunas plagas en numerosos cultivos, entre ellas, los trips, ha supuesto un reto a la hora de sacar adelante los cultivos en muchas zonas de España. En el caso de los frutos rojos no ha sido una excepción, por ello, Koppert ha iniciado una estrategia para consolidarse como aliado de los agricultores en el uso de soluciones naturales para obtener unos cultivos más saludables, sostenibles y libres de químicos.

La compañía trabaja codo con codo con las empresas y cooperativas productoras de fresas, arándanos y frambuesas, marcando una hoja de ruta para realizar un uso óptimo del control biológico en sus cultivos, lo que contribuye a mejorar la calidad de los frutos, además de proteger los ecosistemas locales, reduciendo el uso de pesticidas químicos y favoreciendo la biodiversidad. Todo ello significa que la fruta que llega al consumidor lo hace con los estándares más elevados de calidad y seguridad alimentaria, frente a las soluciones químicas, que pueden provocar efectos negativos en el medio ambiente y en la salud.

Entre estas firmas con las que trabaja Koppert se encuentra la Sociedad Cooperativa Andaluza Santa María de La Rábida, reconocida internacionalmente por su marca Fresón de Palos, que destaca como pionera en la puesta en marcha de estas prácticas de lucha biológica. Ambas entidades desarrollan, desde hace algunos años, una estrategia para impulsar el uso del control biológico en los cultivos de frutos rojos. Inicialmente, en una primera fase de investigación y ensayos en campo, hasta que, en la actual campaña, la 2024/2025, Koppert ha desplegado comercialmente su estrategia de control biológico en frutos rojos.

Las principales plagas que afectan a estas producciones son la araña roja (Tetranychus urticae), que debilita la planta y reduce la productividad; los pulgones (Aphys gossypii, Myzus persicae y Chaetosiphon fragaerotii), que deforman las hojas, debilitan la planta y transmiten enfermedades virales; los trips (Frankliniella occidentalis), que causan daños en los tejidos de las flores y frutos, pudiendo deformar los frutos y provocar su caída prematura, además de transmitir enfermedades virales; y las orugas (Spodoptera exigua, Spodoptera litoralis, Helicoverpa armígera).

En la actual campaña, Koppert ha dado un paso más en el impulso de su estrategia de control biológico contra Scirtothrips aurantii en frutos rojos. Scirtothrips es un tipo de trips asociado, principalmente, al cultivo de cítricos, aunque en noviembre de 2020 se confirmó su presencia en la provincia de Huelva. Koppert destaca que “esta plaga representa una amenaza real para los frutos rojos onubenses, pero también tiene otros hospedantes”. De hecho, durante 2021 se intensificaron las prospecciones y el monitoreo en los cultivos de cítricos, aguacate y caqui, confirmándose su presencia en la provincia de Huelva.

En este sentido, la compañía recomienda muestrear esta plaga en cultivos protegidos bajo plástico, siendo especialmente sensibles aquellas variedades de frutos rojos con una brotación, así como una floración más vigorosa, donde se detecta mayor movimiento de adultos. En el marco de su apuesta por consolidar el control biológico en frutos rojos, Koppert no solo está trabajando junto a Fresón de Palos, también lleva a cabo esta estrategia con otras importantes empresas del sector como son Bionest, Surexport, Masiá Ciscar, Fresaflor (Grupo Sanlúcar), Agromartín, Alfrut, Tierras del Condado (Grupo Fruta de Andalucía), Hortifrut y Grupo Plus Berries.

Esta labor de Koppert está diseñada para resolver los problemas causados por estos trips en el cultivo de fresa, donde se han convertido en una plaga clave debido a los importantes daños que provocan tanto en la planta como en el fruto. Los frutos atacados presentan graves deformaciones y alteraciones del color que provocan importantes pérdidas de su valor económico.

Esta situación se ve agravada por la actual escasez de plaguicidas químicos autorizados y disponibles en el mercado para el control de esta plaga. Koppert recuerda que la retirada del mercado de la materia activa abamectina ha supuesto la eliminación de la principal herramienta química que se venía utilizando para el control de trips en frutos rojos. Además, el 1 de mayo de 2025 caduca el registro de la materia activa spirotetramat, que, hasta la fecha, ha sido la principal herramienta química utilizada para el control de pulgón en berries.

El desarrollo de esta pionera estrategia para implantar el uso del control biológico contra Scirtothrips es fruto de un ambicioso proyecto de investigación de Koppert, con el objetivo de dar respuesta a las necesidades de los agricultores y ofrecerles un medio eficaz y sin residuos para controlar los trips, tanto los del género Scirtothrips como otras especies de trips que también afectan al cultivo de fresa, como es el caso de Frankliniella occidentalis.

La hoja de ruta de Koppert se basa en la combinación de dos enemigos naturales. Por un lado, el fitoseido Amblyseius swirskii, que se aplica en el formato exclusivo de sobre aluminizado Swirski Ulti-Mite. En segundo lugar, el chinche depredador Orius laevigatus, que se utiliza en el formato comercial Thripor-L.

De izquierda a derecha, Enrique Muñoz, responsable de Marketing de Fresón de Palos, el agricultor y socio de Fresón de Palos Cristian Cumbreras y Gonzalo García, director comercial de Koppert en Andalucía Occidental.

Aunque estos dos enemigos naturales ya son ampliamente utilizados en control biológico, la clave del éxito de la estrategia que ha desarrollado Koppert radica en haber identificado el momento óptimo de suelta de los ‘bichitos buenos’ y hacerlo en las dosis correctas, combinando el uso de ambos enemigos naturales.

El protocolo de control biológico de Koppert se desarrolla en dos fases. Al principio del ciclo de cultivo, en noviembre y diciembre, la empresa recomienda llevar a cabo las primeras sueltas de enemigos naturales para garantizar la protección del cultivo frente a las plagas. En estas primeras sueltas, debe aplicarse el ácaro depredador Amblyseius swirskii en formato de bote, contra Scirtothrips. Al mismo tiempo, se deberán realizar sueltas del chinche depredador Orius laevigatus frente a trips del género Frankiniella occidentalis.

Posteriormente, en los meses de febrero y marzo, se realizarán sueltas de refuerzo con Swirski en formato de sobre aluminizado Ulti-Mite para mantener a raya a la plaga de Scirtothrips. El protocolo desarrollado por Koppert no solo permite proteger la producción del ataque de los trips, sino también que los frutos estén totalmente libres de residuos químicos, lo cual es un aspecto clave para su comercialización.

Koppert destaca que su estrategia de control biológico frente a la plaga de Scirtothrips en fresa “es solo el primer paso, ya que se lanzarán próximamente nuevas estrategias para el control de esta plaga en otros cultivos de frutos rojos”. Además, Koppert ya se encuentra realizando la última fase de desarrollo de nuevos protocolos de control frente a Scirtothrips en cítricos, uva de mesa y diversos cultivos frutales y hortícolas.

Tani Fernández, técnico de Koppert en Andalucía Occidental, muestra las herramientas de control biológico de Koppert para frutos rojos.

Con presencia exportadora en 23 países, Fresón de Palos es líder europeo en producción de fresas. Sus más de 1.300 hectáreas de berries se cultivan en la provincia de Huelva, principalmente, en Palos de la Frontera, aunque también está presente en Moguer, Aljaraque, Almonte, Bonares y Gibraleón, en un entorno natural único, rodeado por la campiña, las marismas y la costa del Océano Atlántico, junto a un enclave con una de las mayores biodiversidades de Europa, el Parque Nacional de Doñana.

El responsable de Marketing de Fresón de Palos, Enrique Muñoz, destaca que la Sociedad Cooperativa Andaluza Santa María de La Rábida cuenta con más de 150 socios, que dan trabajo a más de 7.000 personas cada campaña, con una producción que supera los 70 millones de kilos de fruta al año entre fresas, arándanos, frambuesas y moras. Muñoz recalca que el pilar de su éxito es la sostenibilidad a nivel social, económico y medioambiental: “No seríamos nada sin esas 7.000 personas que nos acompañan; intentamos siempre defender unos buenos precios para nuestros agricultores; y venimos demostrando que un agricultor es la persona que más cuida al medio ambiente, como así se ha hecho en los últimos años con la gestión y el ahorro de agua, a lo que se une nuestro plan estratégico hacia el control biológico, que hemos ido avanzando en los últimos tres años junto a nuestro partner Koppert, con el objetivo de ir aumentando el número de hectáreas bajo este sistema hasta alcanzar el 100% en algunos cultivos para dar al consumidor un producto de mayor calidad, más sano y sostenible”.

En la actualidad, el 100% de la frambuesa, entre el 80% y el 100% de los arándanos y alrededor del 30% de la fresa de esta cooperativa se cultivan mediante control biológico.

El director comercial de Koppert en Andalucía Occidental, Gonzalo García, explica que “el último salto en control biológico con Fresón de Palos se ha dado los tres últimos años”, aunque con anterioridad ya se había trabajado en este sentido entre los años 2003 y 2004, “con el control de araña” y entre los años 2007 y 2008, “cuando se hizo un primer intento de incrementar el control biológico en fresa, pero entonces resultó más complicado por la cantidad de materias activas que teníamos autorizadas en el cultivo y por los costes de producción mucho más elevados”.

El técnico de Koppert en Andalucía Occidental, Tani Fernández, desgrana cómo es su labor en las fincas de frutos rojos. Una vez que aparecen las primeras flores en los cultivos, se hacen visitas semanales para realizar “muestreos y ver si hay posibles plagas, ya sean de araña roja, pulgones o Scirtothrips” y así detectarlo de forma precoz para “cogerla a tiempo” y emplear el enemigo natural en las dosis adecuadas.

Una de las familias pioneras en introducir el control biológico en el cultivo de frutos rojos en Huelva son los Cumbreras. Primero fue José Manuel y ahora es su hijo Cristian, que transmite su pasión por el campo y su inquietud por cultivar fresas y frambuesas en sus invernaderos con mimo, calidad y el máximo respeto hacia el entorno, utilizando la fauna auxiliar y el asesoramiento que le proporcionan los técnicos de Koppert. “El control biológico trabaja para nosotros durante las 24 horas del día”, asegura Cristian Cumbreras. Idéntica opinión tiene Alfonso Domínguez, que cultiva fresas y arándanos en el límite entre Palos de la Frontera y Moguer, quien añade, como ventaja del uso de la lucha biológica, que no generan resistencias, mientras que los químicos convencionales sí lo hacen.