Entrevista a Miguel Ángel Hidalgo, Director Corporativo I+D Planasa
En estos momentos departamentos de investigación de varios centros de investigación españoles, y también de empresas punteras como Planasa, ya está desarrollando los frutos rojos que consumiremos de aquí a seis u ocho años. ¿Pero se protege suficientemente el trabajo de estas empresas que invierten millones de euros en programas de obtención de última generación? ¿Qué implicará la llegada a nuevos mercados de todo el mundo de nuestros frutos rojos? Miguel Ángel Hidalgo, con casi dos décadas al frente del I+D en Planasa, nos ofrece su visión de como debe evolucionar la innovación en un sector de tanta relevancia para la fruticultura española.
Los frutos rojos han vivido un gran salto en el consumo a nivel mundial en la última década. ¿Se acentuará aún más en los próximos años?
La tendencia generalizada al incremento de consumo de Berries que se ha vivido durante la última década puede variar según determinadas circunstancias que provocan un cambio en los hábitos de consumo, como ha ocurrido ahora con la pandemia del COVID-19, pero creo que van a seguir en crecimiento y que han llegado para quedarse.
Y aunque en España no ha habido la tradición que hay en otros países como Reino Unido al consumo de productos saludables como los frutos rojos, el consumo ha repuntado y cada vez es más frecuente ver en nuestros supermercados tarrinas de los diferentes berries.
¿Qué lugar ocupa España en el mapa de la innovación del sector de los frutos rojos? ¿Qué papel juega en él Planasa?
España ocupa un lugar destacado en lo que a la I+D de frutos rojos se refiere, de hecho, un gran porcentaje de las variedades de berries que se consumen en los principales mercados europeos pertenecen a programas de obtención que realizan su desarrollo varietal en España principalmente por las avanzadas técnicas de cultivo y las condiciones climáticas que tenemos en Andalucía.
Actualmente hay varios centros de investigación en Huelva, pero el más veterano de todos ellos es el de Planasa ubicado en el municipio de Cartaya. En general podemos estimar que las inversiones en I+D están en torno al 5% de la facturación anual de las empresas obtentoras. En España además contamos con un organismo como ANOVE que vela por los derechos de propiedad intelectual de la innovación varietal, lo que supone un gran respaldo a estas investigaciones.
En Planasa llevamos más de 35 años trabajando en el desarrollo varietal, a través de la mejora clásica y hemos lanzado al mercado más de 120 nuevas variedades no solo de frutos rojos, sino también de ajo, espárrago y fruta de hueso con el objetivo de ayudar a los productores a ser más competitivos y ofrecer al mercado productos de calidad todo el año, pues para nosotros la innovación forma parte de nuestro ADN, es nuestra principal línea de negocio y sobre todo lo que nos define como empresa.
¿Cuánto tiempo y dinero se necesita para desarrollar una nueva variedad?
Esta es una pregunta recurrente. El ciclo de desarrollo varietal, desde que se seleccionan los primeros individuos hasta que disponemos de material vegetal suficiente para el lanzamiento comercial, puede durar unos siete u ocho años, pero obviamente no se tiene éxito en cada ciclo y por tanto los costes varían dependiendo del éxito del programa, pero podemos estimar que una buena variedad de éxito comercial puede estar en torno al millón de euros.
¿En estos momentos ya se está trabajando en variedades que el consumidor degustará dentro de seis u ocho años?
La innovación es la razón de ser del Departamento de I+D de Planasa. Sabemos que los programas de mejora deben ser muy dinámicos y receptivos tanto a la demanda de los mercados como a las necesidades de los productores. Por eso cuando estos solicitan una nueva variedad para las necesidades y estándares de calidad actuales, los mejoradores deberíamos haber pensado en esos estándares ocho años antes, para tener preparada la variedad.
Los éxitos conseguidos hasta el momento y el prometedor material que tenemos en desarrollo nos estimulan como empresa a seguir trabajando y colaborando con el sector en la búsqueda permanente de variedades que ayuden a superar los retos que se están planteando y los nuevos desafíos que, sin duda, se seguirán presentando en el futuro.
¿Con qué tipo de nuevas tecnologías se puede aumentar la velocidad de desarrollo de los programas de mejora de berries?
En nuestro programa, al igual que otros programas de berries en el mundo, empleamos la forma más tradicional de mejora que se basa en la selección 'masal'. El problema de este método es el gran esfuerzo y volumen que se necesita para realizar este trabajo en especies de genética compleja como los Berries, por ello, desde hace algunos años, estamos trabajando en la obtención de marcadores moleculares asociados a caracteres importantes como contenidos en antioxidantes o resistencias a enfermedades, es decir herramientas moleculares que nos faciliten mayor conocimiento, nos permitan trabajar con más volumen de material y mayor velocidad en la obtención de una variedad, pero siempre manteniendo la selección tradicional y en ningún caso manipulando o introduciendo genes externos.
¿Se protege suficientemente ese costoso proceso de obtención? ¿Qué pasos hay que dar aún en este sentido?
Sí está protegido al menos en el ámbito nacional, gracias al trabajo de entidades como ANOVE, como mencionada anteriormente. También en el ámbito europeo las empresas obtentoras encontramos la protección de nuestro sistema legal.
El siguiente paso lo deben dar aquellos otros países en cuyas legislaciones no se contempla la multiplicación y propagación ilegal como un delito, que deberían desarrollar sus reglamentos para que las variedades registradas, pudiesen cultivarse legalmente en sus países.
Eso favorecería tanto al productor local que podría cultivar estas variedades al mismo tiempo y condiciones que en el resto de los países, y al obtentor que le permitiría recuperar recursos para continuar con los programas de investigación.
¿Qué papel juegan en este proceso las empresas productoras? ¿Ha aumentado su nivel de implicación?
El compromiso de las empresas productoras es fundamental, no solo en la protección, sino también en el éxito comercial. Compartimos el objetivo común de ofrecer al mercado berries de calidad durante todo el año y para ello y sobre todo para conseguir un precio de mercado de la fruta justo
Los mercados de Berries están continuamente sometidos a tensiones debido a la competencia de otras zonas, tendencia siempre a la baja de precios por parte de las cadenas, reducción de pesticidas, etc. Y esto conlleva a que el mejorador y las empresas productoras se impliquen en la búsqueda de objetivos comunes, conjugando la productividad, vida comercial y ahorro de costes con la constante demanda de mayor calidad.
