La agricultura ecológica en España, en fase de madurez y expansión

A tenor de los datos del Anuario de Estadística 2024 del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, la agricultura ecológica en España atraviesa un gran momento, consolidándose como líder europeo en superficie de cultivos ecológicos, con un crecimiento sostenido durante la última década.

Mientras en 2015 esta modalidad representaba el 8% de la superficie agraria total en España, en 2024, ya supera el 12%, lo que refleja una tendencia creciente en la última década y un compromiso del sector agrario y de los consumidores con la sostenibilidad y este modelo de producción responsable.

Así lo destaca Ramón Gil, director de la Estación Experimental Cajamar Las Palmerillas, quien refleja las principales cifras y conclusiones de la agricultura ecológica recogidas en el anuario del Ministerio de Agricultura, a través de un artículo publicado en Plataforma Tierra – Cajamar titulado ‘La agricultura ecológica en España: crecimiento, rentabilidad y futuro sostenible’.

“Las pequeñas y medianas empresas siguen siendo las protagonistas del modelo ecológico, con un fuerte arraigo social en sus zonas de producción. No obstante, el interés del mercado ha llevado a grandes grupos a incorporar productos ecológicos en sus catálogos, respondiendo a la demanda de un consumidor más consciente y exigente”, puntualiza Ramón Gil.

El Observatorio de Precios y Mercados de la Junta de Andalucía también se hace eco de la evolución de este modelo productivo. Aunque la rentabilidad en la agricultura ecológica depende de múltiples factores, entre ellos, el tipo de cultivo, la zona geográfica o las condiciones de mercado, el observatorio de la Junta de Andalucía muestra que, aunque la evolución es desigual, la mayoría de los cultivos ecológicos mantienen márgenes positivos y una tendencia de estabilidad.

En ese sentido, entre los cultivos más destacados en superficie en España se encuentran los frutos rojos, que superan las 307.000 hectáreas; el olivar, con más de 284.000; los cereales (256.000), los viñedos (casi 165.000) y las frutas y las hortalizas frescas (casi 126.000 hectáreas).

De todos ellos, sobresale el comportamiento de algunos cultivos como la almendra en secano: la caída del precio en las últimas campañas ha reducido el margen de explotación, pese al ahorro en insumos. Por su parte, la tendencia del olivar de secano viene condicionada por la evolución del aceite de oliva virgen ecológico, que, aunque muestra altibajos en los precios de venta, conserva buena rentabilidad a medio plazo.

En la naranja en regadío, el incremento de precios y la estabilidad de costes han favorecido la rentabilidad en las tres últimas campañas. Y el tomate de invernadero mantiene un margen atractivo, aunque requiere inversiones iniciales elevadas en infraestructura y manejo. “Estos datos confirman que la agricultura ecológica en España es un sector dinámico, que combina sostenibilidad y rentabilidad económica”, puntualiza Ramón Gil.

Asimismo, la diversificación de la oferta (aceites, frutas, hortalizas, vinos, frutos secos, etc.) ha impulsado el acceso de nuevos consumidores a este tipo de productos, favoreciendo la evolución positiva de la agricultura ecológica.

En cuanto a los mercados de destino, más del 50 % de la producción ecológica española se destina a la exportación, generando más de 3.000 millones de euros anuales, destaca Ramón Gil, que indica que los principales destinos son Alemania, Francia, Países Bajos, Estados Unidos, Reino Unido, Canadá y Japón. “Los productos más demandados en el exterior son las frutas y hortalizas frescas, el aceite de oliva ecológico y el vino bio, que gozan de un alto prestigio por su calidad y trazabilidad”, apunta.

Por todo ello, el director de la Estación Experimental Cajamar Las Palmerillas afirma que la agricultura ecológica en España se encuentra en una fase de madurez y expansión. “Las políticas europeas de sostenibilidad, el interés de los consumidores y el apoyo institucional contribuyen a consolidar un modelo agrícola más respetuoso con los recursos naturales y la biodiversidad. Todo apunta a que, en los próximos años, esta tendencia seguirá al alza, consolidando a España como referente internacional en producción ecológica y como motor de un sistema agroalimentario más equilibrado, competitivo y sostenible”, concluye.

Foto de familia tras el debate de la 'Ley de impulso y promoción de la producción ecológica y otras producciones certificadas en Andalucía'.

Andalucía es la primera comunidad autónoma española en contar con una ley de impulso y promoción de la producción ecológica tras superar el trámite parlamentario. Se trata de la ‘Ley de impulso y promoción de la producción ecológica y otras producciones certificadas en Andalucía’, una normativa “pionera” en España que “nos convierte en la primera comunidad autónoma en tener una ley de fomento de estas producciones y abre camino a otras regiones en esta materia”, destacó el consejero de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, Ramón Fernández-Pacheco. A su juicio, “esta nueva ley refuerza las producciones ecológicas y certificadas y a sus productores, y va a suponer un antes y un después en el apoyo a las mismas y a estos”, apuntó.

Además, Fernández-Pacheco recuerda que esta ley responde al objetivo del Gobierno de Andalucía de “consolidar el liderazgo de la comunidad en la producción ecológica, fomentar el consumo de estos productos entre la población, mejorar su comercialización y fortalecer un modelo productivo sostenible y competitivo”.

Entre las actuaciones previstas por el Gobierno andaluz para los próximos años se encuentran, por ejemplo, la priorización de la Producción Ecológica en la planificación estratégica de la Junta o la puesta en marcha de planes y actuaciones de promoción que incluyan actuaciones específicas para alimentos ecológicos. Además, se contempla también el fomento del consumo de estos productos en los centros dependientes de la administración autonómica, constituir el premio ‘Producción Ecológica de Andalucía’ y bonificar al 50% los servicios facultativos veterinarios para las explotaciones ecológicas.

Según los datos del Ministerio de Agricultura, Andalucía lidera de forma destacada el mapa nacional, concentrando el 47% del total de la superficie ecológica, seguida por Castilla-La Mancha y Cataluña. En concreto, el ‘top 5’ está conformado por Andalucía, que cuenta con 1.463.898 hectáreas de producción ecológica; Castilla-La Mancha, 494.539; Cataluña, 284.589; la Comunidad Valenciana, 134.724; y Extremadura, 140.446 hectáreas.

El informe ‘Mercados sostenibles. Talento, soluciones e inversión para un planeta en transición’ del Clúster de Transparencia de Forética constata que la producción y el consumo mundial de productos ecológicos lleva creciendo ininterrumpidamente desde hace más de 25 años, y todas las previsiones indican que la tendencia se mantendrá a corto y medio plazo.

Según el documento, este auge se ha acelerado en los dos últimos años debido a una mayor toma de conciencia por parte del consumidor de la influencia que tiene la alimentación en la salud de las personas y a una mayor concienciación por el cuidado del medio ambiente y por el bienestar animal.

Aunque las cifras no están demasiado actualizadas en las bases de datos disponibles, sí reflejan la tendencia de la producción ecológica en el mundo: aumenta la superficie ecológica a escala internacional. La producción ecológica global contaba con 79.926.006 hectáreas en 2020, de las cuales, 17.098.134 estaban en Europa (23%), creciendo un 3,5% comparado con el año anterior. En España, la cifra de 2021 la sitúa con 2.440.000 hectáreas y la posiciona como el sexto país en extensión ecológica, sólo por detrás de Australia, Argentina, Uruguay, India y Francia (2,55 millones).

Además, según el informe de Forética, España es el cuarto mayor exportador mundial de productos ecológicos, solamente superada por Estados Unidos, Italia y Países Bajos; de forma que las exportaciones españolas representan cerca del 7,63% de los intercambios internacionales de productos ecológicos realizados en 2019, que superaron en ese año los 15.260 millones de euros.