El curioso caso del mercado español de maquinaria

Es año de Agritechnica y, por ello, he tenido la oportunidad de visitar varios países europeos durante el pasado verano, con motivo de las presentaciones que las grandes multinacionales del sector de la mecanización agrícola organizan con el fin de avanzar a la prensa técnica las novedades que el próximo mes de noviembre mostrarán al público en el recinto ferial de Hannover.

Han sido muchos las/os colegas de prensa de otros países que me han preguntado, con gran sorpresa, por los espectaculares números que viene ofreciendo el mercado español desde hace ya varios meses, especialmente en lo que se refiere a matriculaciones de tractores, que suele ser el producto de referencia. Lo hacen porque en sus países las ventas no evolucionan de la misma forma, ni de lejos. Porque, aunque parecen atisbarse una ligera recuperación que en 2026 podría confirmarse, la realidad es que de momento el escenario europeo continúa arrojando caídas, salvo casos puntuales como el polaco, similar al español en este sentido.

Pero como se trataba de dar una respuesta subjetiva -pero apoyada en datos- he rascado un poco en los números para tratar de extraer ‘mis’ conclusiones, que no tienen por qué ser compartidas por usted. La primera y más rotunda es que el fuerte crecimiento tiene su origen en Andalucía, que aumentó hasta 150 millones de euros las ayudas a la modernización de las explotaciones agrarias que respaldan la adquisición de maquinaria y equipamiento agrícola. Hasta agosto, solo en esta Comunidad Autónoma se habían matriculado 1.658 tractores (no incluyo ATV, UTVs…) frente a los 1.127 registrados en los ocho primeros meses de 2024, es decir, un 47% de incremento. A nivel nacional, la mejora es de ‘solo’ el 21% aproximadamente. Por tanto…

No obstante, tampoco creo que el tirón en las ventas se deba tan solo a la ‘inyección’ andaluza. También considero que existe una recuperación estructural, puesto que quiero recordar que en 2023 (que está aquí al lado) el mercado tocó fondo. La evolución económica, las buenas campañas en determinados cultivos, las abundantes lluvias de primavera u otros programas de ayudas estatales también tienen su impacto.

Como sucede en estas ocasiones, tras la tempestad llegará la calma y comprobaremos qué sucede cuando se retiren las ayudas.