A pesar de las altas temperaturas que se están registrando
La cosecha de tabaco español se mantendrá estable en 2025
Las jornadas de calor por encima de los 40 grados han quemado hojas de tabaco en algunas de las 6.400 hectáreas que este año se han plantado en España. A pesar de ello, la revisión de los contratos en junio confirma una producción de unos 23 millones de kilos, frente a los 22,23 millones de 2024.
Así lo explicó a Efeagro Dionisio Sánchez, vocal de la Federación Nacional de Cultivadores de Tabaco y gerente de la Sociedad Agraria de Transformación (SAT) Asociación Agrupación TAB -la mayor cooperativa de productores-, quien aseguró que, “pese al calor asfixiante, tampoco habrá un daño significativo”.
Por ahora, el sector no ha cuantificado la merma de la producción por el calor en un cultivo “que aguanta bien hasta los 35 grados”, si bien está en alerta por si las altas temperaturas provocan una floración prematura o el aumento de enfermedades por nematodos.
Sánchez lamentó que el año pasado la Unión Europea (UE) prohibiera la aplicación de 1,3-dicloropropeno como nematicida para el tabaco, “porque los sustitutos que hay en el mercado no son tan eficientes”.
El tabaco es un cultivo de regadío, pero Sánchez ha advertido de que las infraestructuras para aumentar la demanda de agua en olas de calor es insuficiente y que cuando se puede hacer, eleva los costes de producción.
Con todo este panorama, la campaña 2025 puede considerarse “mejor que las anteriores”, una temporada que comenzó con retraso por las lluvias, que ralentizó el trasplante en el campo de los plantones de tabaco de los viveros, y que finalizará en noviembre.
Los precios fijados en el preacuerdo que cultivadores firmaron con la industria de primera transformación en marzo se mantienen entre los 4,20 y los 4,30 euros por kilo, en torno a un 5% por encima de los relativos a la campaña 2024.
Falta de mano de obra
Dionisio Sánchez alertó que este año, de nuevo, los cultivadores, entre los que hay una acusada falta de relevo generacional, se enfrentan a la escasez de mano de obra cualificada que ya sufrieron en anteriores campañas para los momentos clave del despunte y la recolección.
“No encontramos gente, y tenemos problemas tremendos. Hemos pedido ayuda a las administraciones públicas para buscar soluciones, como contratar en origen, y también hemos hablado con las empresas de primera transformación para que empiecen más tarde a procesar y sus obreros puedan ayudarnos en el campo”, señaló.
El vocal de la federación de cultivadores también mostró su preocupación por las consecuencias de la ley antitabaco que el Gobierno quiere aprobar este año y que restringiría el consumo de labores en terrazas y otros lugares públicos.
“Estamos a favor de todo lo que sea concienciar a la gente joven para que no se inicie a fumar y, para ello, queremos que cuenten con nosotros”, aseguró de forma contundente.
Pero a continuación explicó que en otros países como en Francia, donde se han adoptado medidas similares, “las medidas no han servido para disminuir el consumo y sí para aumentar la entrada de cajetillas de tabaco de contrabando”.
“Nuestro tabaco tiene controles muy estrictos y trazabilidad desde el origen, y muchas familias dependen de su cultivo, a diferencia de la calidad del que pueda venir de otros países terceros”, añadió.





















