ACTUALIDAD

Mallorca representa un caso ejemplar para estudiar la dinámica del suelo en regiones mediterráneas, y sus resultados pueden orientar políticas de gestión territorial y conservación agrícola

Evolución de la salud del suelo en Mallorca: claves para una agricultura más fértil y sostenible

José L. Gabriel, Javier Pro, Alberto Lázaro, Raúl San Juan, Mª del Mar Delgado, José A. Rodríguez-Martín

Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA-CSIC)

26/12/2025
Este artículo presenta los resultados de dos estudios realizados en la isla de Mallorca entre 2006 y 2017, centrados en la evolución del carbono orgánico del suelo y los nutrientes esenciales (nitrógeno, fósforo y potasio) en suelos agrícolas. Los análisis muestran que, durante este periodo, las reservas de nitrógeno aumentaron un 10% y las de carbono orgánico un 15%, mientras que el fósforo disminuyó un 40% y el potasio un 17%.

Introducción

El suelo es el recurso más valioso para cualquier agricultor y un pilar fundamental para la productividad agrícola y la sostenibilidad ambiental. De su salud y fertilidad depende la productividad de los cultivos, la calidad de los alimentos y la sostenibilidad de las explotaciones agrícolas. Por otro lado, los sistemas mediterráneos están sufriendo grandes cambios tanto en su manejo agrícola como cambios a otros usos no agrícolas.

En esa línea, la isla de Mallorca puede servir de ejemplo para muchas regiones Mediterráneas tanto por su clima y por sus suelos, como también por los cambios de usos del suelo tan fuertes que ha sufrido en los últimos años. Por tanto, analizar la evolución durante más de una década de las reservas de nutrientes esenciales (nitrógeno, fósforo y potasio) y del carbono orgánico del suelo (COS), un indicador clave de fertilidad y capacidad de retención de agua, en esta isla, puede aportar información muy relevante a otras regiones que estén sufriendo procesos similares.

En este trabajo se resumen los hallazgos más relevantes de dos investigaciones científicas basadas en campañas de muestreo de campo realizadas entre 2006 y 2017, con el objetivo de ofrecer a los agricultores información útil y recomendaciones prácticas para mejorar el manejo de sus tierras.

Mallorca ha sido históricamente una isla agrícola, con cultivos tradicionales de secano como almendros, algarrobos, olivos y cereales...
Mallorca ha sido históricamente una isla agrícola, con cultivos tradicionales de secano como almendros, algarrobos, olivos y cereales. Foto: Govern de les Illes Balears.

¿Por qué es importante el carbono y los nutrientes del suelo?

El carbono orgánico del suelo (COS) es la base de las propiedades de un suelo. Mejora la estructura del suelo, favorece la retención de agua, alimenta a los microorganismos beneficiosos y ayuda a fijar nutrientes. Por su parte, el nitrógeno (N), el fósforo (P) y el potasio (K) son los tres nutrientes esenciales que las plantas necesitan, generalmente, en mayor cantidad. Un suelo con buen contenido de COS y NPK es más fértil, más resistente a la erosión y más productivo. Además, el COS contribuye a mitigar el cambio climático al capturar carbono atmosférico. Sin embargo, en regiones mediterráneas, como en el caso de Mallorca, los suelos son naturalmente pobres en COS y nutrientes y, además, son muy sensibles al manejo agrícola y a las condiciones climáticas.

Por otro lado, los nutrientes del suelo son esenciales para el crecimiento vegetal. El N promueve el crecimiento y verdor de las plantas, el P impulsa la floración, el desarrollo radicular y la fructificación y el K mejora la resistencia a la sequía y las enfermedades. Sin embargo, un exceso o mal uso de fertilizantes puede tener efectos negativos, como la lixiviación de nitratos, contaminación de aguas y eutrofización, la pérdida de biodiversidad y/o el empobrecimiento del suelo. La Estrategia Europea 'De la Granja a la Mesa' (Farm to Fork), para mitigar estos impactos y fomentar una agricultura más eficiente y sostenible, se marca el objetivo de reducir las pérdidas de nutrientes en al menos un 50%, para lo que estiman que las dosis de fertilizantes deben reducirse en aproximadamente un 20% de forma general.

Mallorca ha sido históricamente una isla agrícola, con cultivos tradicionales de secano como almendros, algarrobos, olivos y cereales. Sin embargo, en las últimas décadas, el auge del turismo ha provocado el abandono de muchas tierras agrícolas, especialmente en zonas de montaña. Pero, a su vez, también se han producido procesos de intensificación de la agricultura en las llanuras centrales de la isla mediante la aparición de zonas de riego y el incremento de uso de fertilizantes asociado a estos sistemas. Y estos cambios en el uso del suelo han tenido un impacto directo muy importante en la calidad del suelo, afectando tanto a los niveles de nutrientes como al carbono orgánico almacenado.

Figura 1. Mapas de distribución de nutrientes y carbono orgánico del suelo en la isla de Mallorca
Figura 1. Mapas de distribución de nutrientes y carbono orgánico del suelo en la isla de Mallorca.

¿Qué se estudió y cómo?

Los estudios analizados se centraron en analizar la evolución de los nutrientes del suelo (NPK) y del COS en suelos agrícolas de Mallorca entre 2006 y 2017. Para ello se realizaron muestreos en más de 100 parcelas distribuidas por toda la isla, utilizando una metodología homogénea en ambos momentos, para garantizar la comparabilidad de los datos. Estos puntos de muestreo se basaron en una malla de 8 km x 8 km, donde se tomaron muestras compuestas representativas de la parcela y analizando indistintamente suelos de diferentes usos: cultivos anuales, frutales, pastizales, sistemas agroforestales y bosques. Con estas muestras se analizaron los principales parámetros del suelo como la densidad aparente, textura, pedregosidad, pH, materia orgánica, nutrientes y capacidad de intercambio catiónico.

Estos datos se analizaron mediante técnicas geoestadísticas para determinar no solo los cambios en los parámetros del suelo, sino también para evaluar la continuidad espacial de los datos y así valorar el impacto real que tiene el manejo humano en estos cambios frente a otros impactos no antropogénicos.

Tabla 1. Stock de NPK del suelo (a 30 cm) en las principales categorías de uso del suelo en la isla de Mallorca en 2017
Tabla 1. Stock de NPK del suelo (a 30 cm) en las principales categorías de uso del suelo en la isla de Mallorca en 2017.

Principales resultados observados

En Mallorca, el contenido medio de COS fue del 2,6%, muy por encima de la media española (1,7%), lo que indica una buena capacidad de los suelos para almacenar carbono. Pero no todos los suelos se comportaron igual. Los bosques de la Serra de Tramuntana superaron las 100 toneladas de carbono por hectárea. Por otro lado, las tierras agrícolas del centro y sur apenas alcanzan las 79 tC/ha.

En total, los suelos mallorquines almacenan más de 31 millones de toneladas de carbono en los primeros 30 cm de profundidad. Sin embargo, este 'capital natural' no está garantizado. Por ejemplo, el COS aumentó un 15% en promedio en los suelos agrícolas de Mallorca (equivalente a 2,62 millones de toneladas de carbono adicional en toda la isla), pero de forma muy desigual. Las zonas de montaña, donde se han abandonado cultivos en terrazas, mostraron los mayores aumentos de COS, gracias a la regeneración natural de la vegetación. En cambio, en el centro y sur de la isla, donde se incrementaron los cultivos anuales intensivos, donde el laboreo frecuente, la disponibilidad de agua en verano y la escasa aportación de materia orgánica han reducido los niveles de carbono hasta un 14,5%.

En cuanto a los nutrientes, se observaron ciertas similitudes con el COS, pero también algunas diferencias. Por un lado, el N también aumentó de media en un 10%. De hecho, este incremento se asocia también a una mayor acumulación de materia orgánica en los suelos, ya que los mayores aumentos se produjeron también en las zonas que mostraron aumento de COS. Sin embargo, el P disminuyó un 40% en el mismo periodo. En este caso, la pérdida de fósforo se relacionó con la erosión del suelo, el lavado por lluvias intensas y una fertilización poco eficiente. De hecho, en muchas parcelas, los niveles de fósforo eran tan bajos que se consideraban deficientes para el desarrollo óptimo de los cultivos, si bien los mayores descensos se encontraron en las zonas donde se abandonaron los cultivos. Por último, el K se mantuvo relativamente estable, con una reducción del 17%, pero no estadísticamente significativa. Estas variaciones se explican, de nuevo, por los cambios en el uso del suelo y los tipos de cultivos.

Figura 2. Mapa de variación del stock de carbono en las zonas agrícolas de la isla de Mallorca entre los años 2006 y 2017...
Figura 2. Mapa de variación del stock de carbono en las zonas agrícolas de la isla de Mallorca entre los años 2006 y 2017.

Análisis de la variabilidad espacial

Sin embargo, no sólo los grandes grupos de uso de suelo tienen un impacto en los contenidos de COS y nutrientes. En estos muestreos no se detectó una correlación espacial fuerte, lo que indica que las prácticas humanas influyen más que las características naturales del suelo. Es decir, se encontró mucha variabilidad en estos parámetros (principalmente en P y K) incluso entre parcelas con usos y cultivos similares, lo que hace que los mapas generados tengan mucha menos capacidad predictiva que los mapas generados para COS o N. Por tanto, más allá de estos resultados generales, cada finca debe ser evaluada individualmente, y que no se pueden aplicar las mismas recomendaciones a toda la isla.

En cualquier caso, se proponen recomendaciones prácticas para los agricultores, como:

  • Analizar el suelo de forma periódica, para conocer sus niveles de nutrientes, materia orgánica y biodiversidad y adaptar mejor el manejo de los nutrientes y la materia orgánica.
  • Adoptar medidas de conservación adaptadas a cada tipo de terreno (por ejemplo, cubiertas en frutales o laboreo mínimo en cultivos anuales).
  • Rotar cultivos para diversificar el uso de nutrientes y romper ciclos de plagas y evitar siempre, en la medida de lo posible, los barbechos y suelos desnudos prolongados, que reducen el aporte de materia orgánica y favorecen la erosión y la pérdida de COS y nutrientes.
  • Valorizar el estiércol y los residuos agrícolas como recursos, no como desechos.
  • Participar en programas agroambientales que incentiven prácticas sostenibles y la reducción del uso de fertilizantes.
  • Observar las parcelas, tratando de identificar zonas con buena/mala infiltración, con más/menos 'vida' (como la presencia de residuos, lombrices…) o zonas con mayores/menores síntomas de erosión… Ya que todas estas señales nos indican posibles mejoras o degradaciones.

Estas estrategias pueden mejorar la fertilidad del suelo, aumentar la productividad y contribuir a la sostenibilidad ambiental.

Conclusiones

Los suelos agrícolas de Mallorca han experimentado cambios significativos en sus reservas de nutrientes y carbono orgánico durante la última década. Mientras que el nitrógeno y el carbono han aumentado en ciertas zonas, el fósforo ha disminuido notablemente, lo que puede afectar la productividad de los cultivos.

Estos hallazgos subrayan la importancia de adaptar las prácticas agrícolas a las condiciones locales, promoviendo técnicas que favorezcan la conservación del suelo y la sostenibilidad a largo plazo.

Mallorca representa un caso ejemplar para estudiar la dinámica del suelo en regiones mediterráneas, y sus resultados pueden orientar políticas de gestión territorial y conservación agrícola.

Agradecimientos

Este trabajo se basa en los datos obtenidos con los proyectos financiados por el Ministerio de Ciencia (MCIN/AEI/10.13039/501100011033/ Proyectos CGL2013-43675-P y PID2021-124041OB-C21 RESUENA-Legumes) y el Convenio MAPA-CSIC para el seguimiento del impacto de la PAC en el contenido del carbono orgánico en los suelos agrarios.

Referencias

Rodriguez-Martin, J. A., J. Álvaro-Fuentes, J.L. Gabriel, et al. 2019. 'Soil Organic Carbon Stock on the Majorca Island: Temporal Change in Agricultural Soil Over the Last 10 Years'. Catena 181: 87. https://doi.org/10.1016/j.catena.2019.104087

Zhao, R., J.L. Gabriel, J. Pro, et al. 2025. 'Majorca Soil Nutrients: Spatio-Temporal Changes in Agricultural Soil Over the Last 11 Years'. Soil Use and Management 41: e70124. https://doi.org/10.1111/sum.70124

En total, los suelos mallorquines almacenan más de 31 millones de toneladas de carbono en los primeros 30 cm de profundidad

COMENTARIOS AL ARTÍCULO/NOTICIA

Deja un comentario

Para poder hacer comentarios y participar en el debate debes identificarte o registrarte en nuestra web.

Suscríbase a nuestra Newsletter - Ver ejemplo

Contraseña

Marcar todos

Autorizo el envío de newsletters y avisos informativos personalizados de interempresas.net

Autorizo el envío de comunicaciones de terceros vía interempresas.net

He leído y acepto el Aviso Legal y la Política de Protección de Datos

Responsable: Interempresas Media, S.L.U. Finalidades: Suscripción a nuestra(s) newsletter(s). Gestión de cuenta de usuario. Envío de emails relacionados con la misma o relativos a intereses similares o asociados.Conservación: mientras dure la relación con Ud., o mientras sea necesario para llevar a cabo las finalidades especificadasCesión: Los datos pueden cederse a otras empresas del grupo por motivos de gestión interna.Derechos: Acceso, rectificación, oposición, supresión, portabilidad, limitación del tratatamiento y decisiones automatizadas: contacte con nuestro DPD. Si considera que el tratamiento no se ajusta a la normativa vigente, puede presentar reclamación ante la AEPD. Más información: Política de Protección de Datos