Los veterinarios de Badajoz piden monitorizar la fauna silvestre y sus contactos con el ganado
El Colegio de Veterinarios de Badajoz ha solicitado un impulso de los procedimientos de monitorización de la población de los animales salvajes, iniciativas “más importantes que nunca”, para evitar la incidencia de la zoonosis en un momento donde la sequía hace más habitual que compartan las charcas con la ganadería.
Según los estudios, las especies salvajes no tienden a compartir recursos de agua con la ganadería durante las épocas de abundancia, al obtener tanto los recursos hídricos como nutricionales de fuentes y en horas diferentes, pero durante las estaciones secas la situación es “totalmente distinta”, como ha explicado el colegio pacense. La falta de agua obliga a los animales que conviven en la dehesa a acudir a las mismas charcas para saciar la sed, y es durante estos contactos, ya sean de manera directa o indirecta, cuando las probabilidades de transmisión de enfermedades son más frecuentes.
“Por tanto se deduce entonces que, durante una época de sequía, las poblaciones de animales que habitan los ecosistemas experimentan una mayor tendencia a compartir las charcas durante más tiempo, lo que puede llevar a un aumento de procesos parasitarios e infectocontagiosos en la ganadería extensiva”, explica.

Este aumento de enfermedades, puede ocasionar “daños colaterales en la sanidad pública”, ya que no sólo los profesionales que trabajan día a día en las explotaciones ganaderas pueden verse afectados, sino que los productos cárnicos obtenidos en las monterías pueden también contagiar enfermedades a las personas. “Estos problemas incrementan la necesidad de desarrollar procedimientos de monitorización poblacionales respecto a los animales salvajes, que permitan anticipar situaciones como la sobrepoblación y los problemas sanitarios derivados”, señala.
Además, el Colegio de Veterinarios de Badajoz apunta que en la actualidad no se cuenta con un método de referencia para cuantificar las poblaciones de fauna silvestre, pero a los métodos más tradicionales como los análisis de las bolsas de caza o la estima mediante el impacto en el ecosistema, se le han sumado en los últimos años herramientas más modernas como son el foto-trampeo o la estima de poblaciones mediante imágenes tomadas por drones.
“Las interacciones llevadas a cabo entre ganado doméstico y fauna salvaje son hoy uno de los factores que provocan además la reducción de los ingresos de los ganaderos, pues con el contagio de las reses o bien se reduce la calidad de los canales o, en el peor de los casos, se puede provocar la paralización de la actividad comercial durante meses”, concluye.