TO3 - Tierras Porcino

SANIDAD 5 Actualmente, podríamos decir que está aumentando la frecuencia de aparición de enfermedades mortales. La mayoría de los patógenos que las provocan tienen su origen en hospedadores animales y no en humanos. De hecho, alrededor de tres nuevos organismos patógenos pasan de los hospedadores animales al ser humano cada año debido al aumento de la población humana y a los cambios en la forma en la que gestionamos el planeta, incluyendo la interacción con los animales salvajes. Incluso antes de la pandemia Covid19, aproximadamente 1.000 millones de personas cada año sufrían enfermedades causadas por patógenos compartidos con animales. Así pues, resulta fundamental contar con la experiencia que acumula la comunidad veterinaria y que se encuentra a caballo entre la salud humana y la salud animal. Por poner un ejemplo, cuando solo se conocía un puñado de coronavirus humanos, ya se habían identificado cientos de ellos en animales. De hecho, la medicina veterinaria identificó a los coronavirus como patógenos importantes tres décadas antes de que el primer coronavirus humano fuese caracterizado. ¿Cuáles son los principales desafíos en la sanidad animal en la actualidad? Las reformas de los servicios veterinarios realizadas a lo largo de la década de los años 80 en las diferentes comunidades autónomas propiciaron una mejora del nivel técnico y la especialización de los veterinarios, aumentando su prestigio a nivel individual, pero también han supuesto una reducción de su estatus con respecto a los ganaderos y la administración, encontrándose en estos momentos en mínimos históricos. Buen ejemplo del estatus que ocupa actualmente la profesión veterinaria es el papel poco relevante al que se ha visto relegada en la lucha frente a la zoonosis del SARS-CoV-2. Hoy, uno de los principales desafíos que tenemos en salud animal es el empoderamiento de los diferentes actores implicados en la misma, empezando por el veterinario. Para abordar los nuevos retos de la profesión y ser útiles a la sociedad, afrontando con garantías los problemas de siempre y los nuevos (One Health, zoonosis, sistemas de vigilancia sanitaria, bioseguridad, bienestar animal, seguridad alimentaria, respeto por el medio ambiente, lucha contra las resistencias, etc.), es urgente y necesario el 'empoderamiento' del veterinario. Para ofrecer una mayor seguridad al consumidor, que solicita cada vez con mayor intensidad que la cría animal tenga mayores estándares de seguridad alimentaria, bienestar animal y respeto por el medio ambiente, como hemos señalado anteriormente, la legislación incluye nuevas exigencias que implican la necesidad de nuevos servicios veterinarios (veterinario de explotación) y certificaciones. Es, por tanto, imprescindible la creación de grupos de trabajo especializados que fijen posturas y objetivos técnicos a defender ante la administración, lo cual contribuirá a mejorar el estatus del veterinario y su servicio a la sociedad. Para ello, la estructura de la Organización Colegial Veterinaria debe adaptarse a los nuevos tiempos de ejercicio profesional. Es necesario definir, quién y en base a qué puede fijar los protocolos de tratamiento y los programas de vacunación en las explotaciones, concretar la periodicidad de las visitas del veterinario a la explotación y las actuaciones a realizar. Es preciso corregir la discriminación del veterinario clínico a la hora de interpretar la garantía de independencia de la ley del medicamento y permitirle la dispensación de medicamentos veterinarios destinados exclusivamente a sus pacientes. Y, por último, es importante dar a conocer las enfermedades, tanto físicas como psíquicas, que sufren los veterinarios como consecuencia de su trabajo. Es necesaria la puesta en marcha de programas específicos sobre riesgos laborales para veterinarios. ¿Qué opina de la nueva figura del veterinario de explotación? La salud es un aspecto fundamental para que los animales gocen de un bienestar aceptable. Sin embargo, además de la salud, hay otros aspectos que afectan al bienestar de los animales, como, por ejemplo, la alimentación, el confort térmico y físico, la posibilidad de mostrar su comportamiento natural y el estado emocional. En este sentido, el veterinario de explotación resulta imprescindible para alcanzar todos estos objetivos, entre otros los recogidos en el Sistema Integral de Gestión de las Explotaciones. El veterinario de explotación tiene que cimentar su objetivo de alcanzar la salud de los animales y, de forma estrechamente relacionada con esta, el bienestar animal, en tres pilares, en los que su preparación profesional lo hacen

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