Anuario Marítimo Español 2023

durante su trabajo, por ser conocedores de los accidentes sufridos por otros compañeros que vestían esos chalecos y fueron atrapados y, a veces, mutilados por las maquinillas de pesca, o arrastrados al mar por un cabo o una red que se enganchó en las tiras y hebillas de sus chalecos, o bien, sobre todo en la pesca de arrastre, fueron lanzados al mar por una ola que entró por la rampa hasta la cubierta del buque y produjo el inflado indeseado de sus chalecos, llevándose consigo a los tripulantes que los portaban. Revisando la legislación vigente sobre la materia resulta que, sobre esta materia, es la misma para pesqueros de eslora inferior a 24 m, a los que se aplica el RD 543/2007, Anexo VI – Regla 7, que, para pesqueros de eslora igual o superior a 24 m, donde se aplica el RD 1032/1999, Anexo I, Parte B, Capitulo VII, Regla 8.3, estableciéndose para ambos casos lo siguiente: “… Los tripulantes de los buques pesqueros cuya actividad se realice sobre cubierta deberán llevar puesto un chaleco o dispositivo salvavidas de inflado automático, cuando el estado del mar o del viento así lo aconseje que, sin entorpecer sus movimientos, sea apto para mantenerlos a flote en caso de caída al agua… Es responsabilidad del patrón el exigir el uso de estos chalecos cuando la situación así lo requiera” De todo ello parece deducirse que las autoridades competentes también son conocedoras de los riesgos que se derivan del uso de los actuales chalecos de trabajo que produce la industria, y del rechazo que dichos equipos de protección generan entre los pescadores, por lo que no han impuesto su uso de manera obligatoria y permanente, y lo han dejado a criterio de cada patrón en cada situación. Para finalizar este artículo, sin inducir en el lector la idea equivocada de que los accidentes recurrentes solo se producen en los buques pesqueros, debe decirse que siendo mayoritarios los accidentes recurrentes en estos buques también se producen en los buques mercantes y, por poner un ejemplo citando solamente un tipo de buque, puede fijarse la atención en los nuevos y grandes portacontenedores, en los que, por su gran tamaño e inercia, su enorme superficie vélica y una configuración poco acertada de sus sistemas de propulsión y maniobra se han producido recientemente sucesivos choques y causado graves daños en las grúas de las terminales de diferentes puertos, han embarrancado en diferentes lugares, algunos de ellos de aguas muy restringidas creando graves problemas al tráfico marítimo, asunto que ya ha sido expuesto anteriormente en otro artículo, al que puede añadirse, por ser de muy reciente actualidad y difusión mediática, la pérdida contenedores en la mar, por su mala estiba y trincaje a bordo, que suponen un riesgo para la navegación y que están empezando a originar problemas medioambientales, como es el caso de los pellets de plástico que están llegando a las playas españolas. 57 ANUARIO MARÍTIMO ESPAÑOL ⎮ CIAIM

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