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El modelo de estación evoluciona sin ruptura: integrar hidrógeno con combustibles fósiles, eléctrico y combustibles renovables en un mismo espacio operativo

De diésel a multienergía: cómo incorporar hidrógeno en una estación existente junto al resto de soluciones energéticas

HVR Energy

10/12/2025

Durante más de un siglo, el diésel dio forma a la estación de servicio. Sus surtidores definieron los recorridos, los turnos y hasta el sonido del lugar. La estación era sinónimo de movimiento: entrar, repostar y seguir el camino. Generaciones enteras se han orientado en carretera por su presencia. Hoy, ese mismo espacio se encuentra en transformación. La movilidad cambia, pero la esencia de la estación de servicio permanece: ser el punto donde la energía y las personas se encuentran.

La transición hacia la movilidad limpia no sustituye ese modelo; lo amplía. El futuro no exige construir desde cero, sino sumar energías sobre lo que ya existe. El hidrógeno no llega para alterar la rutina de una estación, sino para complementarla. Y hacerlo sin detener su actividad ni interrumpir el servicio es precisamente el reto que HVR Energy ha asumido desde su origen: integrar la innovación sin romper la continuidad.

“HVR Energy diseña cada punto pensando en el recorrido del cliente —cómo entra, dónde gira, qué ve...

“HVR Energy diseña cada punto pensando en el recorrido del cliente —cómo entra, dónde gira, qué ve, cómo sale— para que un repostaje de hidrógeno debe sentirse tan natural como cualquier otro”.

1. De la historia del diésel a la era multienergía

Durante décadas, las estaciones de servicio fueron el reflejo de una economía basada en un solo tipo de combustible.

El diésel organizó el tráfico, los accesos, los horarios y la formación de los equipos. Esa estabilidad permitió a los operadores perfeccionar la eficiencia y la experiencia del cliente. Con la llegada de nuevas energías, ese equilibrio parecía amenazado, pero la realidad demuestra lo contrario: la estación es el mejor lugar para diversificar.

Los operadores no necesitan sustituir su modelo, sino adaptarlo a la pluralidad energética. El vehículo eléctrico, los biocombustibles y ahora el hidrógeno forman parte de una misma red de servicios. Y la clave para que todo conviva sin conflicto es la integración inteligente: que cada energía encuentre su sitio sin alterar los flujos ni los hábitos del cliente.

2. Espacio compacto, potencia contenida y modularidad

Integrar hidrógeno en una estación de servicio no requiere reinventar su estructura. El modelo desarrollado por HVR Energy se apoya en tres principios operativos:

  • Espacio compacto: alrededor de 20 metros cuadrados bastan para ubicar los equipos principales, sin ocupar zonas de tránsito ni restar visibilidad al resto de los surtidores.
  • Potencia contenida: unos 15 kW de demanda eléctrica son suficientes para la operación básica, evitando ampliaciones de red y reduciendo costes fijos.
  • Instalación modular: los equipos crecen con la demanda. Se puede comenzar con una configuración básica y añadir capacidad cuando el uso lo justifique, sin interrumpir el servicio.

Este enfoque permite que la estación de servicio siga funcionando mientras se instala el sistema. Sin obras largas, sin cierres, sin complicaciones. El resultado es una incorporación limpia, silenciosa y compatible con la rutina del operador.

3. Incorporar sin interrumpir: el flujo como principio

El éxito de una integración no depende tanto de la tecnología como de la circulación. Un repostaje de hidrógeno debe sentirse tan natural como cualquier otro. Por eso, HVR Energy diseña cada punto pensando en el recorrido del cliente: cómo entra, dónde gira, qué ve, cómo sale.

El objetivo es no alterar los flujos ya establecidos. El conductor no debe tener que aprender a moverse en un espacio nuevo.

La experiencia debe ser intuitiva: acercarse, conectar el boquerel, repostar, pagar y marcharse. Sin pasos extra, sin esperas, sin cambios en el ritmo habitual. De esta forma, el hidrógeno se convierte en un servicio más dentro de la misma rutina.

4. Una imagen coherente: la estación ACTIVA también se reconoce

En una estación de servicio, la confianza empieza por lo que se ve. Por eso, la integración del hidrógeno no solo debe funcionar bien, sino parecer familiar. La estación ACTIVA de HVR Energy se ha diseñado con esa idea: ofrecer una experiencia visual y operativa coherente con el resto de surtidores de la estación.

ACTIVA presenta un dispensador dual 350/700 bar con proporciones, ergonomía y disposición similares a las de los surtidores convencionales de gasolina o diésel. El cliente encuentra una manguera, un ‘display’ y una zona de carga que le resultan intuitivos desde el primer momento. La estética minimalista, transmite tecnología limpia y seguridad, sin intimidar ni romper la armonía del conjunto.

Los mensajes visuales son claros y universales: pictogramas simples, iconos reconocibles y colores diferenciados para cada tipo de uso. La señalética separa lo informativo de lo obligatorio, evitando saturar al usuario con mensajes técnicos.

El resultado es una integración natural: el hidrógeno no se presenta como un elemento aparte, sino como una nueva opción dentro del mismo lenguaje de estación. ACTIVA no transforma la identidad del lugar; la amplía con una capa de innovación limpia y reconocible.

La estación ACTIVA de HVR Energy se ha diseñado la idea de ofrecer una experiencia visual y operativa coherente con el resto de surtidores de una...
La estación ACTIVA de HVR Energy se ha diseñado la idea de ofrecer una experiencia visual y operativa coherente con el resto de surtidores de una estación de servicio.

5. Formación práctica: personas antes que tecnología

En la transición energética, la tecnología importa, pero las personas marcan la diferencia. El personal de una estación es quien convierte la innovación en confianza. Por eso, la formación debe ser clara, directa y práctica: qué se hace, cómo se hace y por qué.

Los empleados aprenden a guiar al cliente durante sus primeros repostajes, a explicar el proceso con seguridad y a resolver dudas con calma. La idea no es crear técnicos, sino embajadores del cambio. Un equipo que entiende lo que ofrece transmite seguridad y profesionalidad. En definitiva, preparar al personal es preparar el éxito del hidrógeno en la estación.

6. Convivencia natural entre diésel, eléctrico e hidrógeno

El futuro no será de una sola energía, sino de todas conviviendo. El diésel seguirá siendo necesario en el transporte pesado durante años. El eléctrico cubrirá distancias cortas y medias. Y el hidrógeno conectará ambos mundos, con tiempos de repostaje rápidos y cero emisiones.

El valor real está en ofrecer todas las opciones en el mismo espacio, bajo un modelo de gestión unificado. El operador mantiene su modelo de negocio, amplía su base de clientes y mejora su imagen ambiental sin renunciar a la rentabilidad.

El hidrógeno no sustituye al diésel ni a la electricidad: los complementa. Esa coexistencia es la esencia de la estación multienergía moderna.

7. Seguridad y operación sencilla

Los sistemas de HVR Energy están diseñados para ser seguros y fáciles de operar.

El control es automatizado y las operaciones diarias son simples: una verificación visual, y una rutina de mantenimiento preventiva.

La instalación está concebida para que el operador no tenga que modificar su dinámica diaria. Los sistemas se supervisan en remoto, con alertas preventivas y soporte técnico continuo. En la práctica, el hidrógeno se convierte en un servicio más dentro de la gestión habitual de la estación.

8. La estación como plataforma energética del futuro

La introducción del hidrógeno no transforma la estación, la prolonga. Lo que hace décadas fue un punto de repostaje, hoy es un nodo energético. La diferencia no está en la infraestructura, sino en su capacidad para adaptarse a nuevas demandas.

La estación de servicio del futuro no solo venderá energía, sino que gestionará movilidad. Será un espacio donde convivan electricidad, biocombustibles, hidrógeno y servicios asociados al transporte. Y esa evolución ya no es teórica: está ocurriendo.

El hidrógeno representa una pieza clave en ese nuevo ecosistema, porque combina rapidez, autonomía y sostenibilidad. Su integración no requiere grandes transformaciones; requiere planificación, realismo y visión.

Y, sobre todo, confianza en que la estación tradicional sigue siendo el mejor punto de partida.

ACTIVA presenta un dispensador dual 350/700 bar con proporciones...
ACTIVA presenta un dispensador dual 350/700 bar con proporciones, ergonomía y disposición similares a las de los surtidores convencionales de gasolina o diésel.

9. Escalar cuando tiene sentido

Uno de los principios que más valoran los operadores es no ir por delante de la demanda. Por eso, el modelo modular de HVR Energy permite empezar con lo necesario y crecer con los datos. Cada estación puede ajustar su capacidad a medida que crece el tráfico de hidrógeno, sin comprometer espacio ni inversión desde el inicio.

La clave está en la flexibilidad: crecer cuando la realidad lo pida, no antes. Esa filosofía permite planificar una transición sostenible, controlada y rentable.

10. La mirada del operador

Incorporar hidrógeno es una decisión estratégica que debe sentirse natural. No se trata de dar un salto al vacío, sino de dar un paso más en la dirección correcta. Para muchos operadores, la confianza en este nuevo modelo llega cuando descubren que no necesitan cambiar su estación para formar parte del cambio. HVR Energy entiende esa lógica: acompañar sin imponer, ofrecer soluciones que se adapten al ritmo de cada negocio y respeten su esencia.

Como señala Santiago Ramas, director general de HVR Energy: “El reto no está en construir nuevas estaciones, sino en ayudar a las que ya existen a evolucionar sin perder su equilibrio. El hidrógeno encaja cuando respeta la operativa, el espacio y la confianza que los operadores han construido durante años.”

Epílogo

El futuro de la movilidad se escribe sobre el presente de las estaciones de servicio.

No se trata de sustituir, sino de añadir y mejorar. El hidrógeno no llega para romper la cadena, sino para fortalecerla: para ofrecer más opciones, más autonomía y más sostenibilidad sin interrumpir lo que ya funciona.

HVR Energy ha demostrado que la transición puede ser práctica, ordenada y rentable. Que la innovación no tiene por qué ser disruptiva para ser eficaz. Y que, en el camino hacia la descarbonización, las estaciones de servicio seguirán siendo el punto de encuentro entre la energía y las personas, solo que con más alternativas que nunca.

El futuro de la movilidad se escribe sobre el presente de las estaciones de servicio

Los operadores no necesitan sustituir su modelo, sino adaptarlo a la pluralidad energética

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