Once vehículos y cinco camiones han recorrido en tres meses más de 77.500 kilómetros en los que realizaron 289 repostajes
El Tour d'Europe subraya la contribución de los combustibles renovables a la descarbonización del transporte de carretera
El Tour d'Europe ha probado una reducción de emisiones del 67% de las emisiones de GEI, gracias al uso de combustibles renovables, en comparación con los carburantes convencionales. Son los resultados del análisis de la Universidad Tecnológica de Darmstadt (Alemania) y el Instituto Tecnológico de Karlsruhe (Alemania), responsables de la evaluación del Tour d’Europe, una iniciativa europea impulsada por 26 compañías y asociaciones con el objetivo de demostrar la disponibilidad y la capacidad de reducción de emisiones de los combustibles renovables.
En concreto, el informe resultante de esta iniciativa subraya que los coches y camiones participantes en el Tour d’Europe utilizaron combustibles 100% renovables para el 84% del total del trayecto, lo que permitió un ahorro total de Gases de Efecto Invernadero (GEI) del 67%. “La prueba demuestra la absoluta compatibilidad de los motores actuales de combustión interna para usar indistintamente combustibles fósiles o combustibles renovables”, señalaron fuentes de la Plataforma para la Promoción de los Combustibles Renovables a través de un comunicado.
Además, el texto señala que la capacidad de reducción de emisiones de GEI de los combustibles renovables usados oscila entre el 66,5% y el 83,5%, según la tipología, y esta reducción se produce de manera inmediata. “Esto prueba que los combustibles renovables son esenciales para descarbonizar el transporte de manera eficiente y accesible, y prueban la necesidad de adoptar un enfoque de neutralidad tecnológica en la revisión de las políticas climáticas”, añadieron desde la entidad.
En concreto, el estudio destaca “una reducción significativa de las emisiones de CO2 del pozo a la rueda” y muestra su potencial, ya que “cada mejora de las propiedades del combustible sería inmediatamente visible como una mayor reducción de CO2”. Además, el informe reivindica que los combustibles renovables “son esenciales para alcanzar los objetivos climáticos”, en el presente y también en el futuro, porque “seguirán teniendo un papel crucial en la propulsión de los nuevos vehículos en el camino hacia un futuro sostenible”.
Tour d’Europe en datos
En el Tour d’Europe participaron un total de 16 vehículos de distintos tipos, tecnologías de combustible y fabricantes, todos ellos con motor de combustión. La flota incluía once turismos y cinco vehículos pesados. Ocho vehículos funcionaban con diésel, siete con gasolina y uno con BioGNL (biogás natural licuado), aunque este último no se incluye en el informe resumido, ya que su análisis de datos sigue en curso, de acuerdo con el resumen ejecutivo del informe.
Durante el recorrido, se empleó una amplia variedad de combustibles renovables y los vehículos realizaron 289 repostajes, distribuidos en cinco rutas diferentes.
La cantidad total de gasolina utilizada durante el recorrido fue de 1.867 litros, lo que corresponde al 21,3 % del combustible total empleado en el tour. De ese total, se repostaron 797 litros de mezclas estándar de gasolina: 206 litros de E85, 194 litros de gasolina renovable y 670 litros adicionales de mezclas con reducción probada de CO₂. Una cantidad significativa (877 litros, es decir, el 57 %) del combustible de gasolina utilizado contenía un componente renovable certificado.
Los combustibles diésel fueron el tipo más común utilizado durante el recorrido (78,7 % del total). Se emplearon en total 6.886 litros de combustible diésel: 150 litros de B100 y 6.080 litros de HVO100, lo que resultó en que el 90,5 % del combustible empleado fuera renovable. La cantidad de mezclas estándar de diésel fue de 656 litros.
La reducción de CO₂ conseguida mediante el uso de combustibles renovables se basa en el análisis de la huella de carbono desde el pozo hasta la rueda (well-to-wheel) del combustible correspondiente. Este análisis tiene en cuenta la obtención de las materias primas, su transformación en combustible, la distribución y el uso en el vehículo. En la actualidad, la mayoría de los combustibles renovables disponibles son de origen biológico, como el HVO, el B100, el bioetanol y sus mezclas con combustibles fósiles u otros combustibles renovables. Para estos combustibles se utilizan materiales biológicos como aceites vegetales, residuos, materiales de desecho o cultivos energéticos como materia prima. “Esto significa que las reducciones de CO₂ logradas mediante el uso de combustibles renovables se basan en el combustible que realmente se introduce en el depósito del vehículo y, por tanto, son reales, verificables y certificadas conforme a la normativa europea. Todos estos combustibles están debidamente registrados y cuentan con una prueba de sostenibilidad reconocida”, explica el resumen ejecutivo.
Seguimiento y verificación de la reducción de CO₂
Para monitorizar el uso de combustibles renovables y las emisiones asociadas, se utilizó un sistema de seguimiento digital especialmente desarrollado. Este sistema recogía datos del vehículo (nivel del depósito, posición GPS, tiempo, kilometraje…) y de la estación de servicio (datos del combustible con su certificado de sostenibilidad). Las recargas se sincronizaban en la nube, permitiendo asignar un factor de emisión específico a cada repostaje.
Del total de combustible utilizado en el Tour, el 84 % se clasificó como renovable o mezcla con renovables, y el 54 % fue completamente monitorizado de forma digital. El 30 % restante se controló parcialmente mediante un sistema mixto digital y manual, debido a retrasos en la disponibilidad del factor de emisión o limitaciones en el seguimiento digital. En todos los casos se conservaron los recibos, permitiendo completar el monitoreo. Solo el 16 % del combustible empleado fue mezcla estándar, también supervisada digitalmente.
¿Cuál fue el impacto?
Sí. Se alcanzaron reducciones significativas de CO₂ con todos los combustibles renovables y sus mezclas. La reducción media en términos de emisiones ‘well-to-wheel’ (del pozo a la rueda) fue del 77 %.
Las reducciones específicas por tipo de combustible oscilaron entre el 66,5 % y el 83,5 %. “Además, todos estos combustibles tienen margen de mejora mediante el uso de materias primas más sostenibles (como residuos) o procesos de producción más eficientes”, indfica el informe.
El resultado global del Tour revela la capilaridad de la red europea de combustibles renovables. Ya hoy, solo el 16 % del combustible empleado fue mezcla estándar, debido a la falta de disponibilidad regional.
La mezcla total de combustibles utilizada durante el Tour permitió una reducción global del 67 % de las emisiones de CO₂ en el ciclo completo del combustible, lo que demuestra “el potencial actual de los combustibles renovables. Mejoras en las mezclas o en el tipo de combustible podrían suponer reducciones aún mayores, como ya se ha evidenciado en este proyecto”, indica el documento.
Tour d’Europe pone en valor el potencial de los combustibles renovables
Desde la Plataforma señalaron que “el Tour d’Europe demuestra que los combustibles renovables son una valiosa y directa contribución a la descarbonización del transporte, así como su potencial para aportar aún más si se aplican políticas de apoyo a nivel europeo. Los combustibles renovables son una solución ya disponible en gran parte de Europa para descarbonizar el transporte de carretera, tanto coches como camiones, usando los mismos vehículos e infraestructuras sin necesidad de cambios”.
La Plataforma para los Combustibles Renovables organizó el pasado mes de marzo en Madrid el primer evento en el Tour d’Europe, la presentación institucional del Tour en España, donde participaron representantes institucionales como el consejero de Medio Ambiente, Agricultura e Interior de la Comunidad de Madrid, Carlos Novillo; la Directora General de Transporte por Carretera y Ferrocarril, Elena Atance; y la eurodiputada Susana Solís, que también ha intervenido en el evento de clausura del Tour d’Europe celebrado en Bruselas.
Durante su recorrido por España, el Tour d’Europe también realizó una parada en el marco de Expobiomasa, en Valladolid, donde el consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio de la Junta de Castilla y León, Juan Carlos Suárez-Quiñones, visitó la exposición. Una parada que sirvió para seguir dando visibilidad a soluciones tecnológicas reales y disponibles para avanzar en la descarbonización del transporte.
El Tour d’Europe es una iniciativa desarrollada en los últimos tres meses, donde once vehículos y cinco camiones, tanto de gasolina como diésel, han recorrido más de 77.500 kilómetros por toda Europa, en un viaje que ha atravesado 17 países y durante el cual se han realizado 289 paradas para repostar. El 84% del volumen de combustibles utilizado durante el Tour d’Europe ha sido certificado como renovable por el software “Digital Fuel Twin” (DFT).
La iniciativa ha reunido a 26 empresas y asociaciones de toda la cadena de valor de la automoción y los combustibles: Avia, BMW, Bosch, Collective du Bioéthanol, DAF Trucks, Daimler Truck AG, EBB, Enilive, Ewaba, ePure, Ford Trucks/TJA, FuelsEurope, Honda, Hyundai, Iveco, IRU, Moeve, Neste, PRIO, Repsol, Shell, Toyota, Transportes Aguieira, VDA. Investigadores de la Universidad de Darmstadt y la Universidad de Karlsruhe han actuado como verificadores independientes de los datos recogidos en los repostajes durante el Tour.
Aquellos interesados pueden encontrar el resumen ejecutivo del informe del Tour d’Europe en este enlace.






















