Impulsando la innovación desde el centro de datos
En la actualidad, cuando se habla de transformación digital, no solo se habla de adoptar nuevas herramientas tecnológicas sino de un cambio de visión en el que las organizaciones operan y se relacionan para crear un valor diferencial. Sin lugar a duda, este proceso ha sido impulsado por la necesidad de adaptarse a un mercado global cada vez más competitivo, en el que la innovación y la agilidad se han posicionado como objetivos a conseguir ‘‘no negociables’’.
Este cambio de visión no solo implica digitalizar procesos o integrar nuevos sistemas. También significa un cambio de mentalidad, en el que las compañías deben priorizar el uso de los datos como un bien estratégico. Es así, como los líderes y CIOS deben promover el aprendizaje y el manejo de la información en todos los niveles de la organización, asegurando que los colaboradores puedan utilizarlo de forma eficaz para mejorar el rendimiento y la toma de decisiones.
Rafael Gómez, consultor tecnológico, especializado en centro de datos de Kyndryl; miembro del Grupo de Telecomunicaciones de AUTELSI.
Para lograrlo, se deben gestionar grandes volúmenes de datos en tiempo real, garantizando que se haga de forma eficiente y sin poner en riesgo la seguridad de la información. Sin embargo, este reto presenta diferentes escenarios, ya que diversas firmas siguen funcionando en entornos tecnológicos mixtos, que incluyen sistemas heredados, así como nubes públicas y privadas.
En este contexto, los centros de datos modernos juegan un papel fundamental, teniendo en cuenta que ofrecen a las empresas la flexibilidad y agilidad necesarias para adaptarse rápidamente a las demandas cambiantes del mercado, sin necesidad de realizar grandes inversiones en su ecosistema tecnológico.
Igualmente, facilitan la adopción de tecnologías emergentes, como la inteligencia artificial, el Internet de las Cosas (IoT) y el big data. Asimismo, estas tecnologías dependen de un sistema robusto que pueda gestionar grandes volúmenes de información y ofrecer el procesamiento necesario para mantenerse competitivos en la actualidad.
Por su parte, España se ha posicionado como el principal centro de interconectividad del sur de Europa, con Madrid liderando como hub principal. Según Spain DC, la Asociación de Data Center en España, Madrid concentra el 61% de la oferta nacional con una potencia instalada de 147 MW. Esta concentración de infraestructura y capacidad subraya la importancia estratégica del país y las compañías de cualquier sector en el panorama de los centros de datos europeos.
En definitiva, elegir el centro de datos adecuado no es solo una decisión técnica, sino un paso crucial para impulsar la innovación, mejorar la eficiencia y mantenerse competitivo en un mundo cada vez más digital. Al adoptar esta tecnología las organizaciones no solo se preparan para los retos del futuro, a su vez abren las puertas a nuevas posibilidades en esta era de transformación digital. Es, sin duda, una inversión que marca la diferencia.
