Errores arquitectónicos que arruinan una terraza o un jardín
Con la llegada del buen tiempo, muchas viviendas intentan optimizar sus terrazas o jardines con soluciones superficiales. Pero desde el estudio DmasC Arquitectos recuerdan que el confort, la funcionalidad y la belleza de un espacio exterior no dependen únicamente del mobiliario o las plantas, sino de decisiones arquitectónicas tomadas desde el minuto uno.
Estos son los errores más habituales —y más costosos— que se cometen al diseñar un jardín o una terraza sin visión técnica ni planificación estructural.

Ignorar la orientación solar y el viento
Según DmasC Arquitectos, el mayor error arquitectónico en un jardín es tratarlo como un decorado. Si no se estudian las corrientes de aire, la incidencia solar o las sombras proyectadas, se puede terminar con un solárium inhabitable o una zona de comedor que nunca está en sombra.
Falta de continuidad entre interior y exterior
Una terraza no es un anexo, sino una prolongación del hogar. Ignorar la continuidad visual y funcional entre el interior y el exterior —materiales, cotas, circulaciones— rompe la experiencia arquitectónica.
No prever el drenaje
Una terraza bonita que acumula agua cada vez que llueve es una trampa para el confort (y para la estructura). Un error frecuente es diseñar sin prever pendientes, salidas de agua o sistemas de drenaje invisibles.
Diseñar en lugar de habitar
Muchos exteriores están pensados ‘para la foto’ pero no para ser vividos. Se olvida que las personas se mueven, necesitan sombra real, puntos de apoyo, rincones protegidos. El jardín no debe imponer una forma de uso, sino adaptarse a los hábitos reales.
Vegetación sin estrategia arquitectónica
Plantar por plantar puede destruir un jardín. La vegetación debe cumplir una función (proteger, sombrear, estructurar, conducir la mirada…). Además, debe pensarse en su crecimiento a medio y largo plazo, y en cómo convivirá con los materiales.
Olvidar las instalaciones
Iluminación, riego, fontanería, tomas eléctricas… Muchos jardines se diseñan sin tener en cuenta estas necesidades básicas, lo que obliga a hacer reformas poco estéticas y costosas más adelante.

No contemplar la vida nocturna del espacio
El jardín y la terraza deben ser igual de funcionales y bellos de día que de noche. Una arquitectura exterior que no prevé iluminación, privacidad ni seguridad para la noche, es una arquitectura incompleta.