ISO 22000 y la lucha contra el desperdicio alimentario: ¿cómo puede ayudar al mantenimiento?
ISO 22000: más que una norma, una herramienta de confianza
La ISO 22000 es una norma internacional que establece los requisitos para un sistema de gestión de la inocuidad alimentaria. Su objetivo principal es asegurar que los alimentos sean seguros en todas las etapas de la cadena de suministro, desde la producción hasta el consumo.
Pero su alcance va más allá. Implementar esta norma implica también controlar los equipos, instalaciones y procesos que pueden afectar la calidad del producto. Aquí es donde entra en juego el mantenimiento: un sistema bien gestionado puede prevenir fallos, evitar contaminaciones y garantizar la trazabilidad.
Mantenimiento y seguridad alimentaria: una relación directa
Un equipo mal calibrado, una máquina sin revisión o una instalación con fallos puede comprometer la seguridad del alimento. Por eso, contar con un sistema de mantenimiento digital —como GMAO— permite:
- Programar mantenimientos preventivos.
- Registrar intervenciones y auditorías.
- Controlar el estado de activos críticos.
- Generar alertas ante desviaciones.
Todo esto contribuye a cumplir con los requisitos de la ISO 22000 y a mejorar la eficiencia operativa.
La Ley de prevención de pérdidas y desperdicio alimentario: ¿qué implica?
En España, la Ley 7/2022 busca reducir el desperdicio de alimentos en toda la cadena. Las empresas del sector agroalimentario deben implementar medidas para evitar pérdidas, redistribuir excedentes y mejorar la gestión de recursos.
Una de las claves para cumplir con esta ley es optimizar los procesos productivos, y eso incluye el mantenimiento. Equipos que funcionan correctamente, sin paradas inesperadas ni fallos, permiten aprovechar mejor la materia prima y reducir el volumen de productos descartados.
¿Cómo puede ayudarte un software de mantenimiento?
Soluciones como Fracttal One permiten digitalizar la gestión del mantenimiento, facilitando el cumplimiento normativo y la mejora continua. Algunas ventajas concretas:
- Control total sobre activos e instalaciones.
- Trazabilidad de intervenciones y auditorías.
- Reducción de paradas no planificadas.
- Mejora en la eficiencia energética y operativa.
Conclusión
La seguridad alimentaria y la sostenibilidad no son solo responsabilidad del área de calidad. El mantenimiento tiene un rol clave en garantizar que los procesos funcionen como deben, y que los alimentos lleguen seguros y sin desperdicio al consumidor final.






















































