El foro analizó el papel estratégico de las instalaciones térmicas en el nuevo contexto normativo
Celebrado el XX Encuentro Anual de Atecyr
El 29 de mayo, Elche acogió la celebración del XX Encuentro Anual de Atecyr, un evento que ha reunido a destacados profesionales del ámbito técnico, académico, empresarial y administrativo para reflexionar sobre los retos energéticos actuales. El Encuentro sirvió también como punto de partida del Tour de la Descarbonización, una iniciativa destinada a mostrar casos reales de éxito que puedan servir de inspiración a profesionales y administraciones.
La jornada comenzó con la intervención de José Porras Aguilera, presidente de la asociación, quien subrayó la relevancia de esta vigésima edición no solo por su trayectoria, sino por coincidir con un momento decisivo para el futuro energético del país. “Nos encontramos en un punto de inflexión”, señaló, en referencia al nuevo marco normativo europeo, los ambiciosos objetivos climáticos y el ritmo de la innovación tecnológica. En este contexto, el presidente de Atecyr destacó el papel estratégico que deben asumir las instalaciones térmicas en la rehabilitación energética del parque edificatorio y apeló a la eficiencia, la innovación y la colaboración como ejes fundamentales de actuación.
Simón Aledo, presidente de la Agrupación de Atecyr en la Comunidad Valenciana, agradeció la confianza depositada en su agrupación para organizar el evento y destacó el papel de la Universidad Miguel Hernández como sede del mismo.
Por su parte, Pedro Vicente Quiles, presidente del Comité Técnico de Atecyr, presentó el contenido y los objetivos de esta edición del Encuentro, destacando la vocación divulgativa y formativa de la asociación, así como su papel como espacio de referencia para avanzar hacia una transformación energética justa, eficiente y sostenible.
El acto de inauguración contó con la participación del rector magnífico de la universidad, Juan José Ruiz Martínez, quien reafirmó el compromiso de la UMH con la Agenda 2030 y su apuesta, desde hace más de una década, por avanzar hacia la descarbonización de sus instalaciones.
Durante su intervención, el rector destacó la necesidad de impulsar una mayor presencia femenina en el ámbito de la climatización y, en general, en las disciplinas STEM, reconociendo las dificultades estructurales que persisten para lograr una participación equilibrada. Ruiz Martínez hizo un llamamiento al conjunto del sector para redoblar esfuerzos en visibilizar y reforzar el papel de la mujer en esta industria, clave para alcanzar los objetivos de eficiencia energética y neutralidad climática.
Antes de inaugurar oficialmente el Encuentro, el rector expresó su agradecimiento por la elección de la Universidad Miguel Hernández como sede del evento, subrayando la relevancia de acoger un foro técnico de estas características.
Principales modificaciones normativas
En el primer panel intervino Mar Blázquez, subdirectora adjunta de Eficiencia y Acceso a la Energía del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO que se centró en explicar el proceso de transposición de la nueva Directiva Europea de Eficiencia Energética de los Edificios (EPBD).
Blázquez destacó la necesidad de la cooperación interministerial como un pilar fundamental para asegurar una implementación coherente y eficaz, destacando el liderazgo del MITECO en los aspectos técnicos y energéticos, mientras que el MIVAU asumirá la coordinación normativa vinculada al Código Técnico de la Edificación y los planes nacionales de rehabilitación.
Blázquez repasó las principales modificaciones normativas que transformarán el sector. La actualización del Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios (RITE) será una de as piedras angulares, incorporando nuevas exigencias que abarcan desde la automatización y el control hasta la calidad del aire interior, el almacenamiento de energía renovable y las inspecciones técnicas. Paralelamente, se vislumbra el desarrollo de un Real Decreto exclusivo para establecer los Estándares Mínimos de Eficiencia Energética (MEPS) para edificios no residenciales existentes, fijando umbrales máximos de consumo energético que obligarán a una rehabilitación progresiva, especialmente a partir de 2030. Otro punto crucial es la revisión del procedimiento básico de certificación energética, que adoptará una nueva escala basada en el concepto de “edificio de emisiones cero” (ZEB), rediseñará los indicadores y, de manera estratégica, integrará el pasaporte de renovación como un documento clave para planificar futuras intervenciones.
Más allá de los aspectos técnicos, Mar Blázquez puso el foco en la necesidad de reforzar los mecanismos de financiación y simplificar la tramitación administrativa, sobre todo acompañar a municipios y pequeñas entidades locales, a menudo con menos recursos técnicos para afrontar estas nuevas exigencias. Asimismo, la subdirectora no dejó de lado la dimensión social de esta transición energética, recalcando que debe ir de la mano de políticas públicas de inclusión y equidad para evitar que las nuevas obligaciones acentúen situaciones de vulnerabilidad o exclusión. Para concluir, Blázquez hizo un llamamiento al rol ejemplarizante de los propios edificios públicos, que deberán liderar esta transformación con mayores exigencias de cumplimiento en plazos y estándares, impulsando así la confianza en la normativa y en los instrumentos de ayuda.
Mar Blázquez, subdirectora adjunta de Eficiencia y Acceso a la Energía del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO ) explicó el proceso de transposición de la EPBD.
Movilizar inversión y acelerar la eficiencia energética con el sistema CAES
En el marco del segundo panel del Encuentro, Joaquín Mas Belso, director general del Grupo Enercoop,explicó el papel estratégico de los Sujetos Obligados y Delegados en el sistema de Certificados de Ahorro Energético (CAE). Su presentación abordó tanto el funcionamiento normativo como el enfoque económico de este mecanismo, llamado a ser una herramienta central en la transición energética.
Mas contextualizó el origen del sistema CAE en la Ley 18/2014, que impone a las comercializadoras la obligación de contribuir al ahorro energético. A partir de ahí, diferenció dos tipos de instrumentos que fomentan la eficiencia: los mecanismos de cantidad —como los CAEs, donde se fija un objetivo y el mercado define el precio— y los de precio —como las ayudas o incentivos fiscales, en los que se fija el valor del incentivo y el mercado responde en volumen.
El director de Enercoop recodó que los Sujetos Obligados pueden cumplir parte de su compromiso anual mediante la adquisición de CAEs, lo que permite financiar actuaciones reales de eficiencia energética en lugar de realizar una aportación íntegra al Fondo Nacional de Eficiencia Energética (FNEE). Esta posibilidad da lugar a un mercado operativo que se articula en dos niveles: el mercado primario, donde el Sujeto Obligado financia directamente una actuación y verifica los ahorros obtenidos y un mercado secundario, en el que el Sujeto Delegado adquiere ahorros ya certificados, los valida y los revende al Sujeto Obligado.
A través de un ejemplo práctico en el que se sustituyen calderas por sistemas de aerotermia en un bloque residencial, Mas explicó el procedimiento a seguir, desde el cálculo del ahorro conforme a la ficha técnica RES060, hasta la negociación del precio y el retorno esperado para cada parte.
Señaló, además, que para que el CAE resulte rentable, su precio de adquisición debe situarse por debajo del equivalente financiero que supondría pagar al FNEE (189,17 €/MWh en 2025).
Mas concluyó su intervención destacando las fortalezas del sistema CAE: reducción de cargas fiscales, movilización de inversión privada y dinamización de la eficiencia sin recurrir exclusivamente a subvenciones. No obstante, advirtió que para que el sistema despliegue todo su potencial, es imprescindible reforzar la seguridad jurídica, simplificar trámites y ampliar el catálogo de actuaciones reconocidas, incorporando por ejemplo soluciones híbridas.
El segundo panel del Encuentro de centró en analizar el potencial de los CAES con las intervenciones de Joaquín Mas y José Sierra.
Posteriormente, José Sierra Arévalo, director de I+D+i del Grupo REMICA, compartió una visión muy concreta y detallada del funcionamiento técnico y administrativo del sistema CAE desde la experiencia real de una empresa de servicios energéticos.
Sierra explicó con detalle todo el proceso para la tramitación de los CAEs, diferenciando entre los proyectos con fichas estándar, de tramitación más ágil pero con menor flexibilidad, y los proyectos singulares, más complejos y personalizados, basados en el protocolo IPMVP.
Centrándose en los datos, a fecha del 30 de abril de 2025 se habían presentado más de 1.180 expedientes, lo que supone un ahorro de 2.552 GWh. El 62% de los CAEs solicitados corresponden a proyectos singulares, con una ratio medio de 14,5 GWh por solicitud. En cuanto a los sectores, el industrial y el transporte copan la mayor parte del volumen, mientras que el residencial apenas representa un 2,8% del total de ahorros.
A pesar de la solidez del sistema, Sierra reconoció que todavía existen cuellos de botella administrativos. La duplicidad de verificaciones por parte de las Comunidades Autónomas, los requisitos documentales redundantes con nomenclaturas inconsistentes entre fases, la ausencia de una figura de mediación en conflictos entre Sujetos Delegados y verificadores, y las limitaciones técnicas de la plataforma de carga documental (como los límites de MB, número de archivos e incompatibilidades son algunas de las trabas que ralentizan su ejecución. Para superar estos desafíos, Sierra propuso, por ejemplo, la creación de una ventanilla única técnica, la estandarización del proceso de verificación y la ampliación del catálogo de fichas técnicas, especialmente para actuaciones híbridas y residenciales. Finalmente, Sierra subrayó el papel decisivo de las Empresas de Servicios Energéticos (ESEs) como dinamizadoras del sistema, tanto en el acompañamiento técnico como en la gestión económica, mostrando ejemplos donde el CAE ha cubierto entre un 5% y un 50% de la inversión total, dependiendo del tipo y escala de la actuación.
Descarbonización y tendencias del sector: una visión multidisciplicar
Durante la mesa redonda que puso el punto final al XX Encuentro Atecyr, se debatió sobre la descarbonización en el parque edificatorio, las barreras existentes y las oportunidades que surgen en esta nueva etapa regulatoria.
María Ortiz, de IVACE Energía, abrió el debate asegurando que la descarbonización de los edificios no solo representa un objetivo climático, sino también una oportunidad de transformación económica territorial. Compartió la experiencia de la Comunitat Valenciana en la promoción de ayudas y certificación energética, destacando la necesidad de una mayor coherencia entre los instrumentos públicos y la calidad técnica de los proyectos. Desde la industria, Alberto Jiménez, miembro de la Comisión Técnica de FEGECA, alertó sobre la complejidad que enfrentan los fabricantes para adaptar su oferta a un entorno regulatorio cambiante, que exige plazos ambiciosos y tecnologías maduras. Para hacer frente a este reto reclamo la puesta en marcha de planes de apoyo industrial y de formación técnica de forma urgente, para así evitar riesgos en la cadena de suministro y la competitividad del sector.
Por su parte, Marta San Román, directora gerente de AFEC, resaltó el potencial de la bomba de calor para reemplazar los sistemas basados en combustibles fósiles. Insistió en la necesidad de adaptar los marcos normativos e incentivar su despliegue en la rehabilitación, donde aún persisten barreras económicas y técnicas significativas. Mar Blázquez volvió a reiterar la importancia de la colaboración entre el sector y la administración, animando a que todas las ideas y propuestas lleguen a la Subdirección.
Desde la perspectiva práctica de la ingeniería, José María Verdú puso de manifiesto el papel crucial de los proyectos bien diseñados desde su fase inicial. Defendió una integración temprana de los criterios de eficiencia y sostenibilidad, así como la necesidad de alinear los pliegos técnicos con los requisitos de ayudas y normativas. También subrayó la importancia de contar con herramientas claras y homogéneas para justificar ahorros y validar las intervenciones.
Finalmente, Carlos Rivadulla, desde la visión de las empresas instaladoras, abordó de forma crítica y constructiva cómo mejorar el impacto real de las ayudas. Compartió experiencias sobre digitalización, seguimiento energético y modelos de gestión basados en datos, reclamando una mayor conexión entre diseño, ejecución y mantenimiento. Sugirió integrar herramientas como la inteligencia artificial y los sistemas predictivos para lograr un uso más eficiente de la energía.





















































