Los fabricantes nacionales de remolques piden una normativa justa y asumible

La Asociación Nacional de Fabricantes de Remolques Agrícolas y Maquinaría Agrícola Arrastrada (Anfagro) logró reunir a más de un centenar de profesionales en su primera jornada técnica, donde reclamó una normativa justa y asumible para las empresas que representa.

La entrada en vigor en España del Reglamento Europeo 167/2013, que desde 2019 se aplica de forma obligatoria a los remolques agrícolas, ha supuesto un cambio drástico en este mercado, donde conviven unos 350 fabricantes de diferente perfil. La mayoría de ellos son pymes instaladas en zonas afectadas por la despoblación, lo que dificulta aún más, si cabe, el desarrollo de su negocio al tratarse de zonas carentes de tejido industrial.

Sus posibilidades a título individual son limitadas, por lo que a instancias de algunas de ellas decidiero unirse en la Asociación Nacional de Fabricantes de Remolques Agrícolas y Maquinaría Agrícola Arrastrada (Anfagro), que entre sus primeros propósitos se encuentra dar respuesta a las dudas surgidas a raíz de la aplicación de la citada normativa comunitaria, que obliga a fabricar con exigencias de seguridad mucho más estrictas y unifica en Europa la homologación de vehículos agrícolas y forestales. La tramitación correcta de este proceso es imprescindible para suministrar la documentación precisa para circular por carretera.

En este contexto, y pocos meses después de su creación, Anfagro organizó el 28 de noviembre en Madrid su primera jornada técnica dedicada a los remolques y maquinaria agrícola arrastrada. Hasta esa fecha se habían realizado 253 homologaciones tramitadas de 131 fabricantes; 337 fabricantes cuentan con UCA (Unidad de Certificación del Automóvil); y 208 fabricantes sin homologaciones nuevas.

El secretario técnico de Anfagro explicó cada uno de los pasos imprescindibles que exige el nuevo Reglamento, que son: número de tipos (contraseñas) para cubrir lo que se fabrica, buscar ingeniería y laboratorio, disponer del código de identificación WMI, ámbito UCA, relación de enganches, marcaluces, neumáticos, placa del fabricante, prototipo completo y redactar documentación.

Juan Luna enumeró los pasos a seguir para el freno de servicio y la protección trasera. Además, animó a superar los exigentes requisitos impuestos, que cada vez son mayores, y subrayó las novedades específicas para fabricantes de remolques (R) y maquinaria intercambiable remolcada (S), que son dar de baja homologaciones antiguas, garantizar

la Conformidad de Producción (COP) de válvulas de frenado y protección trasera, preguntándose cada cuánto tiempo son necesarios los ensayos COP de frenado.

Reunir a más de un centenar de personas con un marcado perfil profesional, interesadas en los temas que realmente afectan a la Asociación, fue objeto de satisfacción para su presidente. "Vinieron fabricantes que ya han realizado homologaciones y otros que nunca han formalizado ese proceso", explicó Luis Miguel López.

Uno de los asuntos que más interés despertó fue el antiempotramiento. Los representantes de los fabricantes quisieron conocer de primera mano los cambios introducidos en la normativa, "para concienciarse de que tenemos que ponernos las pilas y, al mismo tiempo, transmitir a las autoridades que adopten unas medidas justas y asumibles". "Somos fabricantes pequeños", prosiguió López, "y nos cuesta mucho organizarnos entre nosotros". A su juicio, muchas de las dudas surgidas son "temas de ingenierías y podrían organizarse entre ellas y darnos las cosas claras".

El presidente de Anfagro representa a un grupo de fabricantes nacionales “con una visión muy amplia”, que en la jornada celebrada en Madrid demostraron “no ser egoístas al dedicar una parte de su tiempo al bien de todos”. “Tenemos futuro, podemos ser una asociación que aporte mucho, que pueda estar mejor informada y, sobre todo, ayude a favorecer las relaciones con los organismos públicos de cara a revisiones, controles de homologacion, etc., con el fin de llevar nuestro negocio hacia delante”. El encuentro fue “una demostración de fuerza con asistencia de muchos fabricantes que dará pie a que muchos otros también nos apoyen”.

López subraya que el hecho de pertenecer al ámbito industrial dificulta la obtención de subvenciones conjuntas. “A nivel de cada comunidad autónoma es donde tiene que ver cada uno las posibilidades que se le ofrecen. No vamos a decir que no tengamos apoyo, pero el problema principal es que tenemos muchas exigencias para el tamaño de empresas que somos”.

“Pero no tenemos que llorar”, concluyó el presidente de Anfagro, “si queremos conseguir algo, tenemos que trabajar entre todos y luchar para que las condiciones sean iguales. No podemos poner límites a las personas, ni a las industrias, ni mucho menos quejarnos a las administraciones. La solución pasa por el diálogo entre empresarios que busquen soluciones para cambiar las cosas”.

Algunos datos

Según los datos ofrecidos durante la jornada, en 2018 se realizaron en España 13.368 nuevas matriculaciones de remolques (R) y máquinas remolcadas (S), un 6,74% más que el año anterior. Andalucía, con 2.355, Castilla y León, con 2.313, y Castilla-La Mancha, con 2.130, son las comunidades con las cifras más altas.

El 34,45% son equipos de hasta 3.500 kg, el 40,37% de 3.500 a 10.000 kg y el 20,78% de 10.000 a 21.000 kg. Las 87 marcas españolas dominan el 87,52% del mercado, con 9.029 unidades.

De enero a septiembre de este año se han matriculado 7.748 equipos R y S, lo que supone una caída del 10,6% respecto a los nueve primeros meses del año pasado.