La octava edición se celebró en Buenos Aires del 1 al 3 de septiembre

Entre el 1 y el 3 de septiembre de 2025, Argentina fue sede del Agrievolution Summit, el principal encuentro global sobre mecanización agrícola. Durante tres días, referentes de 20 países, junto a fabricantes, distribuidores y expertos del sector, debatieron sobre los desafíos técnicos y comerciales que definirán la próxima década: digitalización, eficiencia energética, conectividad y diseño inteligente de equipos.

Organizado por la Cámara Argentina de Fabricantes de Maquinaria Agrícola (CAFMA) el Agrievolution Summit reunió a más de 300 delegados en Buenos Aires. Para Argentina, anfitriona por primera vez, fue una oportunidad estratégica para mostrar su capacidad industrial, especialmente en segmentos como sembradoras de precisión, pulverizadores autopropulsados, equipos para siembra directa y agricultura de conservación.

También quedó reflejada la importancia del silo-bolsa, una innovación tecnológica desarrollada y difundida este siglo en Argentina y que consiste en un sistema flexible de almacenamiento en campo, basado en una bolsa tubular de polietileno tricapa (de entre 60 y 75 metros de largo y 2,7 a 3 metros de diámetro) que permite almacenar granos secos, forrajes o subproductos directamente en el lote de cosecha. 

La membresía de CAFMA responde a una estrategia deliberada de internacionalización para la industria argentina: participar activamente en redes globales, mejorar el posicionamiento de la maquinaria nacional, y aprovechar el intercambio tecnológico, estadístico y comercial. Prueba de ello fue su deseo voluntario de organizar esta octava edición del Agrievolution Summit.

Una de las presencias más destacadas fue la de Beth Bechdol, directora adjunta de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), quien destacó que la mecanización debe entenderse como un “motor de resiliencia productiva”, no solo como sustituto de la mano de obra. “El desafío es diseñar máquinas inteligentes que produzcan más con menos insumos y menos huella ambiental”, afirmó.

La colaboración entre Agrievolution y la FAO ha cobrado una relevancia creciente en los últimos años y tuvo un papel importante durante el Summit. El eje central de la cooperación se basa en promover una mecanización sostenible, accesible y tecnológicamente avanzada. Ambas instituciones coinciden en que el desarrollo agrícola del futuro depende tanto de la eficiencia técnica de los equipos como de su integración digital y de la formación de capital humano capaz de operarlos.

El secretario de Agricultura, Sergio Iraeta, remarcó que Argentina cuenta con “uno de los parques de maquinaria más tecnificados del hemisferio sur”, pero debe avanzar en digitalización y compatibilidad de datos para integrarse a la nueva cadena global de valor.

El Summit puso foco en automatización, robótica y agricultura de precisión. En las mesas técnicas se destacaron desarrollos de tractores autónomos, drones de pulverización, sembradoras de precisión y plataformas de gestión agronómica en la nube.

Representantes de importantes multinacionales del sector coincidieron en que la tendencia más firme es la integración de sistemas, donde cada máquina transmite datos operativos en tiempo real y los vincula a plataformas de análisis predictivo. También hubo espacio para las energías alternativas: se mostraron prototipos de tractores híbridos y sistemas de electrificación parcial para sembradoras. El consenso técnico fue que la transición hacia la electrificación plena será gradual, pero irreversible.

Uno de los debates más densos giró en torno a la interoperabilidad. Ingenieros de distintos países coincidieron en que el próximo gran salto no depende solo del hardware, sino del lenguaje digital de las máquinas. La adopción de estándares comunes de comunicación (como el ISOBUS 11783) y la apertura de APIs para plataformas mixtas son condiciones clave para lograr una agricultura verdaderamente inteligente.

El INTA y AAPRESID aportaron estudios sobre la adopción de tecnología en campo: solo el 32% de los equipos argentinos están conectados a sistemas de gestión remota, lo que representa una gran oportunidad de desarrollo en el país. Ambos organismos insistieron en la necesidad de fortalecer la capacitación técnica para operadores y concesionarios, a fin de aprovechar plenamente el potencial de la digitalización.

El español Ignacio Ruiz y el argentino Enrique Bertini, presidentes de Agrievolution y CAFMA, respectivamente.

El cierre del encuentro ratificó un mensaje claro: la maquinaria agrícola del futuro será más conectada, más precisa y más sostenible. Las empresas que logren combinar ingeniería mecánica con inteligencia de datos marcarán la diferencia en productividad y competitividad.