La biotecnología en España consolida su liderazgo en I+D e innovación
El sector biotecnológico español continúa afianzando su posición como motor de innovación, inversión y empleo de calidad. El Informe AseBio 2024 refleja un ecosistema en evolución, marcado por un crecimiento sostenido, una fuerte inversión en I+D y una creciente capacidad para generar impacto económico y social, si bien persisten retos financieros, regulatorios y metodológicos.
Según dicho informe, uno de los hitos del último año fue la inversión en I+D del sector empresarial biotecnológico, que alcanzó los 1.282 millones de euros, estableciendo un nuevo récord. Las biotech puras —aquellas cuya actividad principal es la biotecnología— fueron responsables del 68% de esta inversión, lo que confirma su protagonismo dentro de un entorno cada vez más volcado en la innovación.
Aunque el crecimiento global del sector se moderó al 5%, tras avances del 16% y 17% en años anteriores, las biotech mantuvieron una trayectoria sólida, con un aumento del 15% en su inversión en I+D, acumulando más de 865 millones de euros. Este impulso contrasta con el retroceso de 95 millones registrado por las empresas que utilizan la biotecnología como herramienta auxiliar.
Una innovación intensiva
Las biotech escalan posiciones en el tejido productivo nacional. Según Asebio, alcanzaron el cuarto puesto en intensidad de inversión en I+D respecto a su producción (3,83%), superando por primera vez al sector farmacéutico. Mientras que las empresas con dedicación secundaria crecieron un 48,8% en inversión en I+D, las que usan la biotecnología como herramienta sufrieron una caída del 26,1%, reflejando una fuerte contracción en este segmento.
Financiación
En lo que se refiere a financiación, a pesar de un 2023 favorable, la inversión total en el sector descendió un 21% en 2024, hasta los 181 millones de euros. Sin embargo, se contabilizaron 53 operaciones, un 26% más, aunque de menor importe medio, lo que sugiere una mayor diversificación de inversores, pero también mayor prudencia financiera. El importe medio por operación cayó un 37%, de 5,4 a 3,4 millones de euros.
El programa INNVIERTE del CDTI se consolida como un actor clave, habiendo movilizado 113 millones de euros desde 2019. La inversión internacional mantiene su relevancia: ocho empresas atrajeron 64 millones desde países como EE.UU., Canadá y Japón.
En paralelo, la financiación complementaria mostró signos positivos, pero el crowdfunding se redujo un 49%, reflejando un entorno mixto en términos de confianza del pequeño inversor.
Capital riesgo y nuevas estrategias públicas
Por su parte, el entorno inversor refleja cierta cautela. Aunque se cerraron fondos por más de 1.500 millones de euros desde 2012, las inversiones específicas para biotech se redujeron un 38%, hasta los 47,46 millones, y los compromisos futuros bajaron un 35%. No obstante, el CDTI aprobó 38 proyectos, canalizando el 62% de los fondos en forma de subvenciones, en un giro hacia mecanismos no reembolsables.
Talento femenino y formación especializada
Atendiendo a la formación en este sector, el atractivo académico de la biotecnología sigue al alza. El número de estudiantes ha crecido un 36% desde 2015, con 9.798 matriculados en el curso 2023-2024. Las mujeres representan el 62% del alumnado, consolidando una tendencia de feminización del sector. Las titulaciones en biotecnología están entre las más demandadas en 19 de las 24 universidades públicas donde se imparten.
A nivel laboral, según indica Asebio, las biotech son el segundo sector con mayor proporción de investigadores (15,99%), solo superado por los servicios de I+D. Incluso las empresas con uso secundario de biotecnología superan el 1% de personal investigador.
Estructura empresarial y territorial
A nivel empresarial, según la patronal, España cuenta con 4.411 empresas con actividad biotecnológica, aunque se observa una ligera caída respecto al año anterior. Sin embargo, las biotech puras crecieron un 4,1%, superando las 1.014 compañías. Las micropymes constituyen el 52% del tejido, pero apenas generan el 2% de la facturación; en contraste, las grandes empresas (4,2%) producen el 53,2% de los ingresos.
Cataluña lidera el mapa biotecnológico con el 43,9% de las empresas, seguida de Madrid (34,95%) y Andalucía. En 2023 se crearon 66 nuevas biotech, especialmente en Cataluña (20) y Andalucía (11), con dinamismo también en regiones como Murcia, Navarra, Aragón y Canarias.
Marco regulatorio y apuesta europea
Tal y como se desprende del último informe de Asebio, en lo que concierne al entorno normativo, se observa un escenario de plena transformación. A nivel europeo, la biotecnología ha sido reconocida como tecnología crítica en la Agenda Estratégica 2024-2029. Iniciativas como el STEP, el Reglamento EHDS sobre datos sanitarios y la futura Biotech Act (prevista para 2026) reflejan el interés por reforzar la soberanía tecnológica frente a EE.UU. y China.
En el plano nacional, la nueva Estrategia de la Industria Farmacéutica 2024-2028 y las reformas legislativas en curso (como la Ley del Medicamento y la Ley de Industria) consolidan la biotecnología como sector industrial prioritario.
Alianzas estratégicas y proyección internacional
El sector alcanzó 335 alianzas estratégicas, un 69% más que en 2018, según Asebio. La colaboración público-privada lidera con 242 acuerdos, impulsada por programas del CDTI y la Agencia Estatal de Investigación. La internacionalización también gana terreno: el 46% de las alianzas se establecieron con entidades extranjeras, destacando EE.UU. (30 acuerdos) y Asia (14).
La I+D es el principal motor de colaboración (45%), seguida de ensayos clínicos (11%), distribución y marketing (9%), producción (4%) y aspectos regulatorios (1%).
Impacto económico y social
Analizando el impacto económico y social de la biotecnología, el sector biotecnológico generó más de 13.094 millones de euros en renta —el 1,1% del PIB español— a través de efectos directos, indirectos e inducidos. Su contribución fiscal fue de 5.229 millones, principalmente vía IVA y cotizaciones sociales.
Aunque la facturación cayó un 25% respecto a 2022 por el descenso en ventas de vacunas COVID-19, el ajuste real fue solo del 2%. El sector sigue representando un 1% del PIB en términos de facturación.
Empleo de calidad y productividad diferencial
Según los últimos datos disponibles, en 2023, el empleo directo creció un 5,6%, hasta superar los 38.200 puestos. Gracias a su efecto multiplicador, cada empleo directo genera más de tres indirectos o inducidos, con un impacto total de más de 131.000 empleos, el 0,67% del empleo nacional.
Considerando todas las empresas con actividad biotecnológica, el impacto asciende a más de 1,3 millones de empleos, representando el 6,8% del total en España.




























