1er Guía de trazabilidad de frutas y hortalizas argentinas
14 de diciembre de 2004
El sector frutihortícola argentino viene utilizando la trazabilidad, como una herramienta para perfeccionar los sistemas de certificación de exportación. Por eso, se trabaja para certificar desde los mecanismos de Buenas Prácticas Agrícolas y de manufactura, a través del uso de insumos permitidos y de la identificación de lotes de producción con seguimiento en la cosecha, empaque y puerto.
Una publicación que demuestra el seguimiento de la producción frutihortícola, basados en la certificación de calidad y los controles fitosanitarios.
El sector frutihortícola argentino viene utilizando la trazabilidad, como una herramienta necesaria para perfeccionar los sistemas de certificación de exportación. Por eso, se trabaja para certificar desde los mecanismos de Buenas Prácticas Agrícolas (BPA) y Buenas Prácticas de manufactura (BPM), entre otros procedimientos, a través del uso de insumos permitidos y de la identificación de lotes de producción con seguimiento en la cosecha, empaque y puerto.
Por la gran circulación de alimentos y el intercambio entre los países, aumentan los riesgos de transmisión de enfermedades al hombre y de noxas y plagas entre las mismas especies animales y vegetales y entre distintas regiones.
Esta situación genera la necesidad de conocer las fuentes de riesgos potenciales, que se transforman necesariamente en sistemas de identificación y trazabilidad.
