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Sinónimo de salud y vitalidad

10 razones para comer fruta

Marta Coll28/01/2004

28 de enero de 2004

Las frutas frescas constituyen un grupo de alimentos indispensable para nuestra salud y bienestar, especialmente por su aporte en fibra, vitaminas, minerales y sustancias de acción antioxidante.

Las frutas frescas constituyen un grupo de alimentos indispensable para nuestra salud y bienestar, especialmente por su aporte en fibra, vitaminas, minerales y sustancias de acción antioxidante.

No obstante, y a pesar de lo difundidas que están todas sus virtudes nutritivas, el consumo medio de fruta en nuestro país está bien lejos de las recomendaciones dietéticas mínimas de unos 400 gramos de fruta fresca al día, es decir de tres o cuatro piezas diarias.


10 razones para comer fruta:

  1. Por su alto contenido en agua: más del 80% de su peso que facilita la eliminación de toxinas de nuestro organismo y nos ayuda a mantenernos hidratados.
  2. Por su fuente casi exclusiva de vitamina C: expertos en nutrición recomiendan tomar como mínimo tres piezas de fruta al día, al menos una de ellas rica en vitamina C (cítricos, kiwi, fresas, frutas tropicales...).
  3. Por su riqueza en antioxidantes: colorantes, aromas y compuestos fenólicos. A pesar de estar presentes en la fruta en muy bajas concentraciones influyen decisivamente en la aceptación y apetencia de las frutas y se sabe con certeza que constituye un factor protector ante ciertas enfermedades degenerativas, cardiovasculares y cáncer.
  4. Por su aporte en fibra: la mayor parte es pectina, fibra soluble en agua que juega un papel fundamental en la consistencia de las frutas y que posee efectos beneficiosos para nuestro organismo. Las frutas frescas contienen entre el 0,7 y el 4,7% de fibra. Las frutas con menos agua y con semillas poseen más fibra. El contenido de fibra se reduce al pelar la fruta en las manzanas en un 11% y en las peras alrededor de un 34%.
  5. Por su potente poder diurético: La abundancia de agua y potasio y la baja concentración de sodio convierte a las frutas en alimentos diuréticos por excelencia.
  6. Por su concentración en ácidos orgánicos: que influyen en el sabor y el aroma de las frutas. Algunos de ellos, como el ácido cítrico (cítricos, fresas, peras) y el málico (manzanas, cerezas y albaricoques) poseen una acción desinfectante y alcalinizadora de la orina, ayudando a eliminar cálculos renales de ácido úrico. Y el ácido cítrico potencia la acción de vitamina C.
  7. Por su agradable sabor dulce: Los azúcares o hidratos de carbono simples (fructosa, sacarosa, glucosa,...) confieren sabor dulce a las frutas maduras y suponen entre el 5 y el 18% de su peso. En menor proporción contienen hidratos de carbono complejos (almidón), más abundantes en las frutas no maduras, cuya cantidad dismuniye hasta casi desaparecer (salvo en los plátanos) a medida que maduran.
  8. Por su bajo contenido graso: inapreciable entre 0,1 y 0,5% en la mayoría de las frutas, salvo el aguacate (rico en ácido oleico, como el aceite de oliva) y en el coco (con grasa mayoritariamente saturada).
  9. Porque podemos disfrutar de ellas en cualquier época del año: aunque es mejor adquirir en cada momento las frutas propias de cada estación y elegir piezas bien coloreadas, sin golpes, magulladuras, manchas o partes blandas. Y una vez en casa, hay que liberar las frutas de cualquier bolsa o envoltorio para que puedan seguir respirando.
  10. Porque se pueden consumir de muchas maneras: crudas y sin pelar bien lavadas bajo el chorro de agua. En macedonias, zumos, batidos, purés u otros deliciosos platos. Para aprovechar al máximo las virtudes de la fruta conviene no realizar un pelado muy profundo pues la parte más externa es la que contiene mayor cantidad de vitaminas. Y si se preparan poco antes de su consumo y se añade zumo de limón, se reduce la pérdida de vitaminas.

Fuente: Revista Consumer