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Reporte Fundación Nucis

Las nueces son alimentos funcionales

Miguel Sierra16/01/2003

16 de enero de 2003

Según un reporte aparecido en el sitio web de la Fundación Nucis, existen nuevos estudios científicos que demuestran que las nueces reducen el estrés oxidativo del organismo y ayudan a prevenir las enfermedades cardiovasculares

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Según un reporte aparecido en el sitio web de la Fundación Nucis, existen nuevos estudios científicos que demuestran que las nueces reducen el estrés oxidativo del organismo y ayudan a prevenir las enfermedades cardiovasculares.

Las nueces, por su perfil nutricional rico en ácidos grasos poliinsaturados y en antioxidantes, tienen un efecto beneficioso para la salud que se pone de relieve en diferentes estudios llevados a cabo en los últimos años.

La importancia de la presencia de las nueces en una dieta saludable y los beneficios de su consumo para la prevención de enfermedades cardiovasculares son algunos de los temas destacados de la conferencia "Nueces: alimentos naturales, alimentos funcionales" que se celebró el día 7 de noviembre en Madrid y que reunió a algunos de los mejores expertos mundiales en nutrición.

La conferencia científica, promovida por la California Walnut Commission y organizada por la Fundación Nucis, sirvió para presentar las últimas novedades en la investigación relacionada con las propiedades nutricionales de las nueces y los efectos beneficiosos de este fruto seco en relación con problemas de salud como la obesidad y las enfermedades cardiovasculares.

.Las nueces, un alimento funcional
Las nueces reúnen las principales características de lo que conocemos como alimentos funcionales. Son "alimentos funcionales" los productos alimentarios, naturales o elaborados, que proporcionan un beneficio más allá del olor, sabor, textura o valor nutricional y que afectan funciones fisiológicas de un modo mensurable en términos de prevención de enfermedad o promoción de la salud.


Existen ya en el mercado varios productos que se han modificado y elaborado para que sean más saludables, pero debemos recordar que la naturaleza ha diseñado muchos alimentos que, sin necesidad de intervención humana alguna, poseen un notable efecto beneficioso sobre la incidencia de diversas patologías o enfermedades. Tal es el caso de las nueces, alimentos con un excepcional perfil nutricional, con ácidos grasos poliinsaturados, proteínas de alto valor biológico, fibra vegetal y diversidad de micronutrientes, como el ácido fólico, vitaminas liposolubles y gran cantidad de otros compuestos antioxidantes. Por todo ello, incluir nueces en nuestra dieta habitual y tomar una ración de nueces al día (25-30g según las Guías Alimentarias para la Población Española) está plenamente recomendado, pues contribuyen a promover un óptimo estado de salud.


Las nueces y la salud
Desde hace tiempo se están realizando estudios que ponen de relieve el efecto beneficioso que el consumo de frutos secos tiene sobre la salud, sobre todo en lo que se refiere a enfermedades cardiovasculares. En un estudio reciente, publicado en la revista científica Journal of Nutrition y dirigido por el Dr. Rune Blomhoff, se destaca el elevado contenido en antioxidantes de las nueces: de más de 160 alimentos vegetales evaluados, son el segundo después del escaramuzo -fruta silvestre- con mayor contenido en antioxidantes.

Las nueces contienen gran variedad de compuestos con actividad antioxidante como ciertas vitaminas, algunos minerales y otros compuestos fitoquímicos como los polifenoles; por tanto, son una fuente de antioxidantes idónea para nuestro organismo.

Las propiedades antioxidantes de las nueces contribuyen a la prevención de la oxidación del organismo, por lo que son útiles en la prevención de algunas enfermedades donde actúa la oxidación, como algunos tipos de cáncer, las enfermedades cardiovasculares, el deterioro cognitivo relacionado con la edad o el envejecimiento en general, las cataratas y la diabetes entre otras.

En relación al efecto beneficioso del consumo de nueces y frutos secos sobre la salud cardiovascular, ya se han publicado diferentes estudios que evidencian que consumirlos con regularidad ayuda a la prevención de estas enfermedades. El perfil lipídico de las nueces es excepcional: son alimentos pobres en ácidos grasos saturados (relacionados con mayores niveles de colesterol en sangre) y ricos en ácidos grasos insaturados, sobretodo en ácidos grasos poliinsaturados de tipo omega-3.

Se han publicado 6 estudios de intervención dietética en los que se compara el efecto de diferentes tipos de dietas cardiosaludables con el efecto de dietas ricas en nueces. Todos ellos coinciden en demostrar una mayor reducción del colesterol LDL (colesterol "malo") con las dietas de nueces. De estos estudios se infiere que, por cada 5 g de nueces (una nuez) que se consumen al día, el colesterol LDL se reduce en un 1%, lo cual equivale a una disminución del 2% del riesgo de enfermedad coronaria. De estos estudios se desprende que el consumo de una ración de nueces al día contribuye a reducir el colesterol LDL un 10%, reduciendo por tanto el riesgo de enfermedad cardiovascular en un 20%.

Es además especialmente relevante que en todos los estudios la reducción observada del colesterol supera a la reducción esperada por los investigadores, lo que sugiere que hay otros componentes de las nueces -todavía en investigación- que influyen positivamente en el balance del colesterol del organismo, y si intuye que estos componentes son la fibra, la vitamina E, los fitoesteroles y otros elementos.

En 5 grandes estudios de seguimiento a largo plazo de individuos previamente sanos se ha observado una relación entre el consumo de frutos secos y el riesgo de enfermedad coronaria fatal o de muerte súbita cardiaca: el riesgo relativo disminuía alrededor del 50% en aquellas personas que ingerían frutos secos más de 4-5 veces por semana.

Este efecto beneficioso se debería en parte a la reducción del colesterol, pero es probable que intervengan otros efectos positivos vasculares. Por las características nutricionales de las nueces, es previsible que mejoren la función endotelial, un tema importante que está en estudio actualmente. Una buena función endotelial significa que las arterias son capaces de dilatarse cuando los órganos necesitan mayor llegada de sangre; la función endotelial falla, por ejemplo, en pacientes que sufren una angina de pecho.

Así pues, introducir las nueces en nuestra alimentación diaria supone darle a nuestro organismo los nutrientes que necesita para una más saludable y larga vida.