En la cita se trataron temas como la relación entre la falta global de alimentos y las enfermedades que afectan las plantas

El Congreso Internacional en Patología de la Poscosecha, que tuvo lugar del 11 al 14 de abril pasados en Lleida, fue un éxito para sus organizadores, los investigadores Inmaculada Viñas de la Universitat de Llleida (UdL), y Josep Usall, del Irta. “Estamos muy satisfechos ya que ha habido una muy buena respuesta por parte de la comunidad científica” declaró la Dra. Viñas. “Además, esto ha representado una experiencia pionera, ya que hay investigadores que quieren dar continuidad al certamen y ya sabemos que habrá una segunda edición”.

Más de 170 participantes entre científicos, profesionales y empresarios procedentes de 40 países de todo el mundo debatieron en Lleida sobre los métodos necesarios para evitar o minimizar las pérdidas de fruta y verdura, en parte debidas al as enfermedades que surgen durante la fase poscosecha, es decir desde el momento de la cosecha hasta su consumo final.

En un contexto de extrema actualidad marcado por el cambio climático y la crisis alimentaria, el congreso organizado por el Irta y la UdL con el soporte de la Sociedad Internacional de Patología Vegetal se trataron temas como la relación entre la falta global de alimentos y las enfermedades que afectan las plantas, el efecto de la variación global del clima en el avance de nuevas enfermedades y el papel del mundo científico para evitar que éstas afecten al producto final.

Más de 170 científicos participaron en el congreso.

“Estamos en medio de una revolución biológica y la biotecnología es la tecnología dominante”

Tal y como recordó el Dr. Usall, “este ha sido el primer congreso a nivel mundial enfocado al debate para prevenir la patología de las plantas en poscosecha, en el que científicos de todo el mundo pudieron compartir los resultados de sus investigaciones en este ámbito”.

Durante el último día de congreso, destacó la ponencia del Dr. M.G. Shepherd, Director General de Biocell Corporation Limited de Nueva Zelanda, que resaltó la importancia de establecer relaciones entre el mundo de la ciencia y la industria hortofrutícola para una transferencia más eficiente del conocimiento hacia la empresa privada. “Estamos en medio de una revolución biológica y la biotecnología es la tecnología dominante”, concluyó el experto neozelandés.