Menos semillas y más beneficios al mínimo coste
Para la consecución de los objetivos propuestos, Gil realizó una serie de experiencias en una parcela en barbecho en la localidad de Daganzo de Arriba (Madrid). El ensayo se llevó a cabo con Airsem-5040 con presiembra, sobre un cultivo de cebada hispanic, para el que se dividió la parcela en dos hectáreas de laboreo convencional y dos hectáreas de mínimo laboreo. A su vez, estas dos parcelas se segmentaron en parcelas de media hectárea a diferentes dosis de semilla.
En el ensayo, el precio de la semilla de cebada R2 fue de 0,29 euros por kilo, el precio medio de venta fue de 0,15 euros por kilo, el coste de laboreo convencional de 90,44/ hectárea y el coste de mínimo laboreo de 72 hectárea.
“Con dosis bajas de semillas se han conseguido los máximos beneficios al mínimo coste”
En laboreo convencional, el mayor rendimiento se produce a una dosis de siembra de 120 kilos por hectárea, lo que supone un gran ahorro en la compra de semilla (23,2 euros por hectárea), comparado con dosis de 200 kilos por hectárea. En mínimo laboreo, el mayor beneficio lo conseguimos a una dosis baja de siembra (143 kilos por hectárea), con el correspondiente ahorro en semilla. Si comparamos las dos técnicas de manejo del suelo se aprecia que con mismas dosis de siembra y en terrenos similares, en mínimo laboreo se obtienen rendimientos mucho mayores teniendo en cuenta que los costes de manejo del suelo son inferiores. La diferencia de ingresos netos a la misma dosis entre las dos técnicas puede llegar a ser de 86,27 euros por hectárea a favor del mínimo laboreo, con un precio medio de la cebada de 0,15 euros por hectárea.
En base a los datos recopilados en el ensayo, Gil afirma que “no son necesarias altas dosis de semilla para obtener el máximo beneficio: con dosis bajas se han conseguido los máximos beneficios al mínimo coste”.