Se establecen en el mercado con unos precios inferiores a los estipulados

Durante estos últimos años, el sector de la limpieza en España se ha asentado con grandes beneficios anuales. Según un estudio publicado por IFMA (Asociación Internacional de Facility Management), este negocio ha aumentado su facturación, registrando en 2015 un total de 9.080 millones de euros. Por su parte, durante 2017 se registraron 9.336 millones de euros y, además, aparecieron nuevas empresas de mantenimiento, llegando el año pasado a su máximo con 30.846 entidades.

Grandes estadísticas para un ámbito industrial que otorga prestaciones a particulares y administraciones o centros públicos del país. Sin embargo, en el sector de la limpieza existe una problemática referente a la legalidad de precios de los servicios que cada compañía ofrece a sus usuarios.

Desde Aspel (Asociación Profesional de Empresas de Limpieza) se ha denunciado este procedimiento que provoca el descontento de muchos proveedores que trabajan desde la ética y la legalidad de las tarifas. Una actividad que no desarrollan las llamadas pseudoempresas, que se establecen en el mercado con unos precios inferiores a los estipulados. Con ello, intentan captar una mayor cantidad de clientes dejando en un segundo plano la calidad, la profesionalidad y las garantías de la actividad laboral.

“Las empresas responsables soportan los costes necesarios, mediante márgenes adecuados, para ofrecer al cliente la calidad del servicio que merece. Las contrarias a ello, desarrollan una competencia desleal e incumplen las responsabilidades sociales y legales con precios por debajo del coste real”. Estas son las palabras de Julio Sánchez Ruiz, propietario de la entidad Limpiadores Sánchez Ruiz. Este hecho pone en cuestión las rentabilidades de este tipo de comercios, que afectan gravemente los beneficios de las industrias de limpieza que apoyan las tarifas globales e instauradas.