Promoción cruzada
30 de marzo de 2004
Hasta no hace mucho, sazonar una ensalada consistía simplemente en agregarle a una ensaladera de lechuga algo muy simple como aceite , vinagre y sal
Hoy en día las cosas han cambiado: reinan los aliños, aderezos y salsas preparadas para todo tipo de alimentos como carnes, hortalizas, frutas o para una gran cantidad de otros platos.
Hasta no hace mucho, sazonar una ensalada consistía simplemente en agregarle a una ensaladera de lechuga algo muy simple como aceite , vinagre y sal
Hoy en día las cosas han cambiado: reinan los aliños, aderezos y salsas preparadas para todo tipo de alimentos como carnes, hortalizas, frutas o para una gran cantidad de otros platos.
Efectivamente, se han desarrollado aderezos que tanto pueden acompañar platos fríos o calientes, por ejemplo pastas. Hay preparados que con simplemente calentarlos pasan de ser útiles para ensaladas o para spaghettis.
De esta manera los directores de marketing de grandes supermercados sacan partido al hecho de un mismo producto puede estar presente en dos lugares distintos del mismo establecimiento.
En el lugar destinado a carnes se exhiben todos sus posibles aderezos y en el de aderezos, algunos cortes de carne que podrían combinarse con ellos.
Otro tanto ocurre con los frutas y hortalizas.
El número de abril 2003 de la revista Produce Merchandising, www.producemerchandising.com, incluye algunos ejemplos. Uno de ellos es el de la imagen, que muestra cebollas junto a las que se ofrece un preparado para rebozar aros de esta hortaliza que luego se fríen. El envase del preparado para rebozar es un sobre plástico diseñado de manera tal que se amalgama con la imagen de la cebolla natural. El consumidor asocia entonces el producto base con una propuesta de preparación y ensaya, esto es, se anima a llevar a su mesa la combinación que se le sugirió y así consume dos productos en vez de uno.
Este concepto de oferta cruzada ha demostrado ser exitoso y puede ser extendido tanto como la imaginación del responsable de la góndola lo permita.
Otro tanto ocurre con los productos orgánicos que se presentan, dentro de un gran establecimiento, con una imagen rural, rústica e improvisada, con precios manuscritos, dando la impresión de estar frente a un producto que llegó directamente del productor al comprador, sin haber transcurrido por algún proceso "artificial". También en esos casos se propone la venta de aderezos tradicionales, orgánicos y saludables que aumentan notablemente la facturación del sector.