Uso de pérdida de peso y dureza para evaluar la vida poscosecha
22 de agosto de 2003
En el Instituto de la Grasa, de Sevilla, se ha estudiado si la pérdida de peso y la evolución de la dureza de las naranjas pueden ser parámetros que permitan evaluar el potencial de almacenamiento. Las conclusiones son positivas: es posible obtener estimaciones fiables del tiempo de vida comercial. El trabajo lo publica el Especial Poscosecha 2003 de Levente Agrícola.
En el Instituto de la Grasa, de Sevilla, se ha estudiado si la pérdida de peso y la evolución de la dureza de las naranjas pueden ser parámetros que permitan evaluar el potencial de almacenamiento. Las conclusiones son que es posible obtener estimaciones fiables del tiempo de vida comercial de estos frutos en base a esos parámetros. El trabajo lo publica el Especial Poscosecha 2003 de Levente Agrícola.
El trabajo se titula "La textura de la naranja: método no destructivo para evaluar su viabilidad poscosecha" y lo firman J. Contreras, R. Rodríguez, M.T. García-Díaz, M. Olmo, J. Oliva, M.C. Martínez y J. M. García. Trabajaron con las variedades Lanelate y Valencia y la conservación fue a 5ºC por un período de hasta 4 semanas y simulación de anaquel de 12 días a temperatura ambiente.
Los autores indican en el resumen del trabajo que se encontró una estrecha correlación de pérdida de peso y dureza entre sí y de ambos, independientmente, con el tiempo de conservación o de exposición en venta, lo que les hace concluir que existen posiblidades de que se utilicen para estimar el potencial de conservación. Otros parámetros como la concentración de sólidos solubles o la acidez, por el contrario, "no aportan ninguna información útil para este cometido".
