Yogures y lechugas: ¿quién tiene menos calorías?
Agroexpo, la feria que se realiza en Don Benito (Badajoz, España) dedicó parte de su programa de conferencias a analizar las opciones para agregar valor a su industria agroalimentaria. El cultivo de frutas es uno de los pilares de la economía del sudoeste español y fueron, como es lógico, objeto de análisis en este programa.
Milagros Mateos, del Instituto Tecnológico Agroalimentario, hizo un repaso de los productos que ofrece la industria basados en frutas y hortalizas, y a qué percepciones por parte del consumidor deben su posicionamiento en el mercado los más novedosos. Entre ellas se cuentan el carecer de aditivos/conservantes, ser “todo natural”, bajos en calorías, enriquecidos con vitaminas y/o minerales, ecológicos, vegetarianos, por tener fibra añadida, por ser bajos en grasas, por ser de fácil consumo (“productos de conveniencia”), “saludables”, etc.
Cabe preguntarse si algunos de estos argumentos, de indudable atractivo comercial, son éticamente válidos. ¿Las personas con una alimentación normal y buena salud, deben tomar complementos vitamínicos? ¿Productos enriquecidos en calcio? Hay indicios de que niños de países desarrollados muestran calcificaciones anormales de las encías que los dentistas atribuyen a la proliferación de leches y bebidas enriquecidos en calcio. (Esto por no hablar de comentarios no probados, pero quizás reales, del efecto “energetizante” de las bebidas que se venden como tales, basado en contenidos exagerados de cafeína).
Llama la atención que la legislación actualmente vigente permita la venta de productos industrializados con añadidos cuyos beneficios para la salud de la población no enferma resultan de muy difícil comprobación. Y más paradójico aún si se compara con las restricciones que tienen frutas y hortalizas en fresco para utilizar como argumentos de venta características que les son propias, como es, por ejemplo, para muchas de ellas, el “bajo en calorías”.
¿Quién duda de que una lechuga sea baja en calorías? Pues la legislación no permite mencionarlo ya que para poder hacerlo debe ser una lechuga especialmente baja en calorías entre las lechugas. Cabe preguntarse si no confunde más el hecho de que se autorice a anunciar a un yogur como “bajo en calorías” porque lo es frente a otro con mayor contenido de azúcares o grasas, y no a una lechuga.
Puede haber quien piense que un yogur tiene menos calorías que una lechuga...
