Clementina: más de 100 años de historia

Salvador Zaragoza del IVIA (Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias) describe, con amplia y documentada información, el surgimiento de la clementina. Su artículo completo está en la revista Levante Agrícola del 4º trimestre del 2002.

Salvador Zaragoza del IVIA (Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias) describe, con amplia y documentada información, el surgimiento de la clementina. Su artículo completo está en la revista Levante Agrícola del 4º trimestre del 2002.

Fue en 1902, cuando en el Orfanato Agrícola que regentaban los Padres del Espíritu Santo en la pequeña localidad de Misserghin, a 20 km de Orán, en Argelia, se descubrió esta excelente variedad. En aquel entonces, el Hermano Clément Rodier (1849-1904) era el encargado de dirigir el huerto del convento donde entre otros cultivos, había naranjos y mandarinos comunes para el consumo, así como naranjos amargos, sin duda como árboles de adorno y para obtener confituras con sus frutos.

Sucedió, que en un semillero de mandarino Común que mantenía el Hermano Clément, aparecienon algunas plantas diferentes a las demás, hecho que llamó la atención del Dr. Trabut, amigo del fraile, quien supuso que eran híbridas del mandarino y de algún otro cítrico cultivado en la vecindad, que fortuitamente había fecundado flores de mandarino.

Entre éstos híbridos, uno de ellos fue multiplicado, no sólo en el convento sino también en huertos particulares, pudiéndose comprobar que producía frutos de una calidad excelente, sin semillas y diferentes a los conocidos hasta entonces. Todos los que veían las plantas y los frutos quedaban admirados y optaron por llamar a esta novedad "el mandarino del Hermano Clément". No obstante, posteriormente, y a propuesta de Trabut fue bautizado con el nombre de Clémentine (Clementina) por la Société d´Horticulture d´Argel.

Más tarde, en 1926, Trabut publicó un artículo confirmando que la Clementina, era un híbrido entre el mandarino Común y el narnajo amargo de la variedad Granito.

Para conocer la historia completa dirigirse al artículo de Salvador Zaragoza Adriaensens, titulado "El centenario de la clementina un acontecimiento que conviene rememorar".