Las patatas contra Goliat

Miguel Ramos gerente de Patatas Gómez y vicepresidente de la Asociación de Patatas manifestó que "los responsables de la distribución deben escuchar". Sus declaraciones aparecen en una entrevista realizada por Vicent Bixquert de la revista Frutas y hortalizas distribution, dirección carmencabra@ctv.es

Miguel Ramos gerente de Patatas Gómez y vicepresidente de la Asociación de Patatas manifestó que los responsables de la distribución deben escuchar. Sus declaraciones aparecen en una entrevista realizada por Vicent Bixquert de la revista Frutas y hortalizas distribution, dirección carmencabra@ctv.es

Miguel Ramos realizó la entrevista durante una visita a una gran superficie. Comentó que la segmentación del lineal, contaba con más de ocho referencias y que la acumulación de producto era tal que podía haber patata para doce días, con el gran inconveniente de que, por el exceso de luz, la patata se vuelve verde.

Agregó que a la patata lavada no se le está tratando como una hortaliza fresca, que debe estar el menor tiempo posible en el lineal. Sostuvo que la segmentación del producto es necesaria y que en la misma deberían existir patatas para hervir, freir o cocer, pero poco más; en el lineal deberían estar las patatas autóctonas con buena relacion precio-calidad.

Ramos destacó que aunque los líderes de la distribución sean franceses y estemos influidos por ellos, los españoles nunca llegarán a tener los mismos gustos de costumbres y usos, como ejemplo sostuvo que ellos no comprenden que en España haya de buena mañana tortilla de patata en los bares o patatas bravas.

Sostuvo que la distribución posee tanta fuerza y tiene tantas exigencias que se está ofreciendo una segmentación excesiva de la patata, sin tener en cuenta las cualidades alimenticas del producto. Se exige una patata blanca, lisa, sin defectos, visualmente prefecta y de baja calidad culinaria. Los parámetros de calidad de la gran distribución están equivocados; la distribución exige pero no conoce el producto que compra, según Ramos.

En España, declaró Ramos, una patata de piel blanca y lisa sólo se consigue durante cuatro o cinco meses; sería una incoherencia que en los meses de diciembre, enero, febrero y marzo se quiera piel blanca, porque para conseguirla hay que someter a las patatas a unas temperaturas muy bajas de forma muy rápida, con el consiguiente peligro para la concentración de azúcares, mala calidad de frito y dulces de comer.