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Cuatro son las cuestiones básicas que crean un ciclo retroalimentario que pretende mejorar la gestión con cada ciclo completo

Planes de gestión del arbolado urbano

Javier Fernández Villameytide19/09/2002

En Estados Unidos, se elaboró un documento para que pudiera servir como guía a los técnicos municipales a la hora de abordar la elaboración de un Plan Estratégico. En el presente artículo intentaremos definir las líneas maestras del mencionado documento.



Si analizamos con detenimiento sobre qué bases se articula la gestión del arbolado urbano de un técnico municipal, sin duda nos encontraremos con que, en la mayoría de los casos, dicha base la constituye la Normativa Municipal de Medio Ambiente o de Parques y Jardines (datos recopilados por el autor en más de cuarenta Ayuntamientos de la CCAA de Madrid durante los años 2.001-2.002). Esta situación convierte a la propia Normativa en un fin en sí mismo cuando no debería ser más que una de las herramientas para la consecución de unos objetivos fijados en torno a un Plan de Estratégico de Gestión del Arbolado Urbano (plan que rara vez existe).

La ausencia del mencionado Plan Estratégico lleva inevitablemente a la inclusión de normas innecesarias o contraproducentes con los fines últimos perseguidos mientras que, por otro lado, se olvidan otras de carácter fundamental. La simple copia de "ordenanzas modelo", muy extendida en distintos municipios, deja patente la ausencia de un plan previo de gestión individualizado en base a unas metas concretas preestablecidas.


En Estados Unidos, país puntero en materia de gestión urbana medioambiental, conscientes de la importancia de elaborar una estrategia global de gestión tal y como avanzábamos, se elaboró un documento gracias a su "Departamento de Agricultura" ("U.S.D.A Forest Service") a través del "National Urban and Community Forestry Advisory Council. Se pretendía que dicho documento pudiera servir como guía a los técnicos municipales a la hora de abordar la elaboración de este Plan Estratégico. En el presente artículo intentaremos definir las líneas maestras del mencionado documento.

El procedimiento en cuestión se basa en la respuesta sucesiva a cuatro cuestiones básicas creando un ciclo retroalimentado que pretende mejorar la gestión con cada ciclo completo.

Las dos primeras cuestiones resultan realmente iteractivas ya que todo gestor se plantea a un mismo nivel lo que tiene y lo que querría tener completándose mutuamente la una a la otra.

La tercera es imprescindible para la viabilidad del plan de gestión evitando caer en utopías irrealizables en base a los recursos materiales, monetarios y humanos disponibles.


Por su parte, la cuarta, como ya se ha comentado, es el eslabón que cierra la cadena retroalimentando el proceso y permitiendo la introducción de innovaciones y mejoras en función de las carencias observadas y los avances tecnológicos producidos.

Analizando una por una cada cuestión, desglosamos las siete etapas descritas en el documento:

¿Qué es lo que tenemos?
ETAPA A: Establecer los recursos arbóreos existentes en el momento de actuación. Para ello, se aconseja la realización de inventarios en los que se recojan datos referentes al número total por especies, diámetros u otras variables prefijadas en función de las necesidades previstas a nivel de gestión; descripción del estado patológico y mecánico del conjunto de individuos y estimación del porcentaje de cobertura arbórea sobre el total de la superficie urbana.

ETAPA B: Recopilar el conjunto de actuaciones y prácticas que tradicionalmente se han venido aplicando en el mantenimiento y la gestión del arbolado dentro del municipio. Para ello, es necesaria la recopilación de datos sobre la metodología de plantación, mantenimiento o tala de ejemplares hasta la fecha, posibles normativas u ordenanzas anteriores, grado de cumplimiento de las mismas, problemas que han ocasionado, actividades públicas o privadas que interfieran con cierta frecuencia sobre el arbolado, etc.


¿Qué es lo que queremos?
ETAPA C: Identificar las deficiencias y necesidades a todos los niveles. En este sentido, se diferencian claramente aquellas de tipo biológico de las relativas a la propia gestión o las de tipo vecinal tanto a nivel público como privado.

ETAPA D: Establecer un conjunto de metas a conseguir. Esta etapa es la culminación de todo el proceso recopilatorio anterior y, por tanto, de importancia trascendental a la hora de definir las bases del programa global de gestión.

¿Cómo vamos a conseguir lo que queremos?
ETAPA E: Escoger las herramientas y fórmulas de las estrategias de gestión. Esta etapa, de tipo práctico, pretende establecer las pautas de actuación que se pretenden implantar para la consecución de las metas propuestas en la etapa anterior. Se proponen en el documento un conjunto de ellas entre las que destacan aquellas de participación vecinal o, como no, la redacción de una ordenanza municipal de arbolado quedando de esta forma, claramente establecido su papel como herramienta de gestión dentro de un programa global.

ETAPA F: Implantar la estrategia global de gestión. Este paso crítico del papel a la realidad conlleva una serie de actuaciones entre las que se destaca en el documento la aprobación de fondos de actuación, la contratación de técnicos municipales encargados del proceso o el desarrollo de programas de concienciación e información social.

¿Estamos consiguiendo lo que queremos?
ETAPA G: Evaluación y revisión. En esta etapa se establecen una serie de métodos de evaluación descritos de forma pormenorizada en el documento USDA que conforman el paso de retroalimentación para todo el proceso proporcionando los criterios necesarios para mejorar o cambiar ciertos aspectos del plan global que resulten en la práctica inadecuados, excesivos o insuficientes.

Como puede observarse, las líneas maestras son bastante obvias e intuitivas aunque la puesta en práctica de todas ellas puede conllevar la utilización de técnicas tan dispares como las encuestas sociales, inventarios estadísticos o la fotogrametría aérea según las posibilidades de cada municipio. En cualquier caso, sea cual sea la disponibilidad de efectivos materiales y humanos, este documento proporciona unas pautas de actuación de incalculable valor para no empezar, como quien dice, la casa por el tejado consiguiendo de este modo una gestión de calidad en respuesta a las necesidades que plantea cada municipio.


Secuencia de actuación mediante prodceso de retroalimentación o "feedback"

Para saber más www.arboricultura.net

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