Posada propone un seguimiento riguroso de los controles

El Ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Jesús Posada, ha solicitado al Director General de Agricultura del Consejo de la Unión Europea la inclusión en el orden del día del Consejo de Ministros, que se celebró el pasado lunes 24 en Bruselas, de un punto sobre 'Seguimiento y control de las importaciones de tomate marroquí en la Unión Europea'.
Posada opina que la Comisión Europea ha demostrado sensibilidad hacia los agricultores españoles, al asumir las correcciones estadísticas aportadas por España. Estas correciones supondrán que el contingente de tomate marroquí para este trimestre sea inferior a las 90.200 toneladas que se contemplaban en principio, fijándose en la diferencia entre el importe de subcontingente de noviembre-marzo y las cantidades revisadas de noviembre y diciembre.
Si bien la eliminación de la exigencia de los certificados motivó la abstención de España, el MAPA considera que se ha establecido un sistema equivalente de control, consistente en la confrontación semanal de los datos aportados por Marruecos con las comunicaciones de las Autoridades Aduaneras, que garantiza que se cumpla escrupulosamente el contingente permitido a Marruecos, que era el principal objetivo del Gobierno Español.
Por otra parte, el ministro ha insistido, ante el Consejo de Ministros europeos, en la importancia del seguimiento riguroso y eficaz de estos controles, para que sus efectos sean realmente equivalentes, y en la reintroducción de los certificados si así no resultara, según informa en nota de prensa del pasado día 20 de enero el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
Pocos días antes el ministro se había mostrado satisfecho por los resultados del Comité de Gestión de Frutas y Hortalizas, celebrado en Bruselas, resaltando la necesidad de volver a los certificados si se demostrara sobrepasamiento de los cupos y señalando la mejor adecuación del sistema adoptado a las relaciones UE-Marruecos Marruecos está ganando terreno dentro del mercado europeo de frutas y hortalizas en los últimos años, según publica ayer el diario El Mundo, especialmente en el caso de los tomates.
La evolución de las cifras de exportación de ambos países, así lo demuestra: Las exportaciones a la UE bajaron de 924.008 toneladas en 1997 a 784.257 toneladas en 1998, casi un 15% (142.000 toneladas menos); mientras que entre enero y octubre de este año la cantidad acumulada era de 669.414 toneladas. A su vez, las ventas marroquíes pasaron de 127.007 toneladas en 1996 a más de 176.100 en 1998 (181.542 toneladas, según los datos de los exportadores españoles), con un aumento de casi un 40% y el mercado francés como principal destinatario. En el caso español, sin embargo, los
mayores descensos de ventas en los últimos años se han dado en los mercados de los Países Bajos y del Reino Unido; mientras que en el caso de Francia se ha producido incluso una recuperación de las ventas entre 1998 y 1999. La región de Canarias, podría ser la más sensible a la competencia marroquí y las organizaciones profesionales afirman que el cultivo desaparecerá en las islas bajo el empuje de Marruecos y se reducirá sensiblemente en otras zonas, ya que el país vecino no impone tantos requisitos a los productores y los costes son más bajos.
Según señala este periódico el nuevo acuerdo de asociación con Marruecos, pactado desde noviembre de 1995 al hilo de la firma del anterior acuerdo de pesca, entrará en vigor el 1 de marzo. En la práctica, el convenio se ha estado aplicando a las exportaciones de tomates y calabacines gracias a un acuerdo provisional que fijó un contingente de 150.676 toneladas de octubre a marzo y de 5.000 toneladas entre octubre y el 20 de abril a un precio de entrada reducido, aunque para ello debiera tramitar las correspondientes licencias de importación.
A partir de ahora, Marruecos podrá exportar las cantidades fijadas sin licencia de importación, ante lo que ya se han anunciado movilizaciones y protestas para intentar cambiar esa decisión.
Con misma fecha el diario El País publica que los productores españoles consideran que Bruselas no dispone de una información correcta sobre el cumplimiento de las cuotas asignadas a ese país y reclama medidas más duras para evitar que Marruecos siga hundiendo los precios en los mercados comunitarios al aumentar de forma descontrolada el volumen de sus ventas. Hoy miércoles, según este diario la llamada Plataforma para la Defensa del sector Hortofrutícola, donde se integran las organizaciones agrarias Asaja y Upa, la Confederación de Cooperativas y la Federación de Exportadores (Fepex), se entrevistarán con el ministro de Agricultura
para analizar la situación.
Según los datos manejados por el sector, Marruecos exportó más de 180.000 toneladas provocando en determinados periodos un hundimiento de las cotizaciones en los mercados comunitarios por un exceso de oferta.
A finales del pasado año, a instancias de los productores españoles, Bruselas puso en marcha un sistema de licencias para lograr un mayor control sobre las exportaciones de tomate procedente de
Marruecos. Sin embargo, esa medida no ha prosperado ante las presiones del Gobierno de Rabat, que logró un acuerdo la semana pasada con el comisario de Agricultura y Pesca, Franz Fischler, por el
que el sistema de licencias se reemplazaba por un seguimiento en aduanas de las entradas procedentes de ese país. Para los productores y exportadores españoles de frutas y hortalizas, en las últimas fechas Bruselas ha puesto de manifiesto no disponer de datos propios sobre el comercio de Marruecos en el caso del tomate.
La propia Comisión Europea, en el primer acuerdo suscrito con el Gobierno de Rabat, manejaba unas cifras de importaciones entre octubre y enero, según los datos proporcionados por el Gobierno marroquí, pero estos datos eran, sin embargo, mucho más bajos que los manejados extraoficialmente por Marruecos.
Esta situación ha dado lugar a que la Unión Europea (UE) haya reabierto las negociaciones con el Gobierno de Rabat para decidir cuál será el volumen de importaciones a realizar en los meses de enero, febrero y marzo, en todo caso, muy por debajo de las 90.200 toneladas que se habían barajado en un primer momento.