El envasado: una solución para la calidad

Tras una visita al supermercado, Dan Neuteboom, presidente del Quality Apple Group del Reino Unido, se percató de la importancia de mejorar el envasado para añadir calidad al producto en el punto de venta y en el hogar. El caso observado es el de la manzana Cox; muy a menudo, y a diferencia de la Golden, la Granny Smith y la Red Delicious (que tienen una piel más dura) ésta llega al hogar del consumidor con una característica añadida: la magulladura de la pulpa. Sigamos el camino que recorre la manzana desde el estante hasta su consumo. Las manzanas se colocan en los lineales o contenedores del supermercado, proceso de por si mecánico y, por lo tanto, peligroso para la calidad del fruto. El público las selecciona cogiéndolas y manoseándolas repetidamente, dejándolas de nuevo en las estanterías o arrojándolas al carro; otro golpe a la calidad. A menudo las manzanas quedan enterradas bajo una mole de productos quue dañan la delcada piel del fruto. Desde el momento de pagar el producto hasta que se consume, la manzana es manoseada al menos otras cuatro veces: cuando se colocan en la línea de caja, cuando se pasan por el scanner para pagarlas, se ponen en la bolsa de la compra y se desempaquetan en casa (y eso si no vamos a la compra en coche, con lo cual se tendrían que cargar y descargar). Todo este proceso es una acumulación de incidentes que dañan al producto y que destruyen la confianza del consumidor en el mismo. Y la solución es muy fácil: un envase que proteja la delicada piel del fruto bastará para la intención. La fotografía muestra un envase diseñado para Cox y comercializado por Enfru Ltd.