Aplicación de SO2
5 de febrero de 1998
La principal causa de pérdida de calidad en los litchis una vez recolectados es la pérdida del color rojo brillante del pericarpo que en dos o tres días adquiere color pardo, desecándose y volviéndose quebradizo. Este problema se evita si los frutos se mantienen a temperatura baja, unos 3ºC, y una humedad relativa del 80%.
En este caso, es importante que la cadena de frío no se interrumpa, puesto que fácilmente se desarrollarían hongos y tendrían lugar las reacciones de oxidación que producen colores pardos.
La dificultad de mantener constantemente una temperatura baja ha hecho que se estudien otros procedimientos para mantener la calidad. El uso de fungicidas se descarta porque muchos países importadores prohiben estos tratamientos. Sin embargo, sí se admiten las aplicaciones de SO2, siempre y cuando los residuos no superen los 10 mg/kg para la pulpa y los 250 mg/kg para la cáscara, y éste sí resulta un tratamiento efectivo para, sin un estricto control de la temperatura, lograr un litchi sin decoloraciones ni mohos.
La fumigación de dióxido de azufre puede realizarse en forma de gas comprimido inyectado directamente a la cámara que contiene los frutos o quemando azufre en forma de polvo. Los litchis a los que se aplique el tratamiento deben (a) estar suficientemente maduros pero no sobremaduros (17 a 20% de sólidos solubles), (b) deben tener un diámetro mínimo de 30 mm, estar sanos, (c) el tallo no debe medir más de 5 mm (para que no dañe a otros frutos) o debe haberse quitado y (d) los frutos deben estar secos; de lo contrario se producirán quemaduras debido a la formación de ácido sulfúrico.